🕎 GNOSTICISMO 1.0 🕎

 


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GNOSTICISMO 1.0

LA LLAVE MENOR DE SALOMÓN
LA LLAVE MENOR DE SALOMÓN

 La llave menor de Salomón

                            
El Lemegeton Clavicula Salomonis (en español, La llave menor de Salomón), también conocido como Lemegeton, es un grimorio anónimo del siglo XVII, y uno de los libros de demonología cristiana más populares.

Título
Lemegeton Clavicula Salomonis se ha traducido tradicionalmente al español como La llave menor de Salomón, aunque 'lemegeton' no tiene ningún significado conocido en latín clásico o medieval, y probablemente sea una palabra usada por el autor, mal conocedor de latín, para decir 'menor'. De hecho, clavicula ya es una palabra latina que quiere decir llave pequeña o llave menor. Este nombre hace referencia al libro Clavícula de Salomón (La Llave de Salomón), un grimorio de los siglos XIV o XV, el cual la tradición lo atribuye al rey Salomón.

Origen y autoría
Aunque las primeras referencias conocidas al libro son del siglo XVII, muchos de sus textos datan del siglo XVI (como el Pseudomonarchia daemonum de Johann Weyer) y de la baja Edad Media (parte del material de la primera sección, acerca de la invocación de demonios, es del siglo XIV o anterior). Se cree además que otras partes se inspiran en libros cabalísticos y del misticismo musulmán. El texto, por su parte, proclama haber sido escrito por el rey Salomón, aunque esto es altamente improbable. Los títulos de nobleza asignados a los demonios y las alabanzas a Jesús o a la Santísima Trinidad que aparecen en el texto son, por descontado, muy posteriores.

Versiones modernas
En la actualidad existen numerosas versiones modernas que pueden ser encontradas impresas o en Internet. La edición inglesa es considerada como una traducción "revisada" (alterada), realizada en 1904 por Samuel Mathers y editada por Aleister Crowley, la cual fue usada en su tiempo como manual de instrucciones para invocar a los espíritus mencionados en el libro. Estas versiones se diferencian entre sí en los detalles y en los nombres de los espíritus.

Contenido
La llave menor de Salomón contiene detalladas descripciones de espíritus, así como los conjuros necesarios para invocarles y obligarles a cumplir la voluntad del conjurador (llamado en el libro exorcista). También se explican en detalle las acciones previas a la invocación, tanto la fabricación de los elementos que se emplearán en el ritual (amuletos, círculos, signos, sellos), como los rituales necesarios para evitar que los espíritus tomen el control y otros rituales de protección.

La tradición del poder de Salomón sobre los espíritus aparece también en otras culturas del Oriente Próximo y Medio. Ejemplo de ello es el libro Las mil y una noches, recopilación de cuentos del ámbito árabe-musulmán en la que se indica que Sulaymán (Salomón), hijo de Daud (David), es considerado Señor de los Ifrit (genios poderosos del folclore árabe). También se dice que castigó a los ifrit rebeldes que se negaron a someterse a su obediencia encerrándolos en jarrones tapados con un sello de plomo en el que figura impreso el nombre de Alá. En estos jarrones se inspiran probablemente las "lámparas maravillosas" de la cultura popular moderna.

Partes
El libro se divide en cinco partes, que constituyen tratados sobre diferentes materias: Ars Goetia (demonología e invocación de demonios), Ars Theurgia Goetia (clasificación de espíritus aéreos y su invocación), Ars Paulina (angelología e invocación de ángeles), Ars Armadel (construcción de un almadel) y Ars Notoria (rezos mágicos).

Ars Goetia
La primera sección, llamada Ars Goetia (en latín medieval, el arte de la goecia, que significa brujería -del griego γοητεία, goēteia-) contiene las descripciones de los 72 demonios que se dice que Salomón invocó, encerró en vasijas de bronce selladas mediante símbolos mágicos y obligó a trabajar para él. El libro asigna un rango y un título de nobleza a los miembros de la jerarquía infernal, y un signo "al que deben lealtad" (más conocido como sello). Además, esta parte enseña a construir una vasija similar a las de Salomón y a usar las fórmulas mágicas para llamar a estos demonios de forma segura.

Una edición inglesa revisada del Ars Goetia fue publicada en 1904 por el ocultista Aleister Crowley. Crowley la usó como pieza clave de su popular e influyente sistema de práctica de la magia.

Los 72 demonios
La lista de entidades en el Ars Goetia se corresponde (en mayor o menor grado dependiendo de la edición) a la del Pseudomonarchia daemonum del demonólogo Johann Weyer, un apéndice de las últimas ediciones de su De praestigiis daemonum, de 1563, aunque difiere en cuanto a número y rangos. Como resultado de muchas traducciones, existen pronunciaciones diferentes para algunos de los nombres. La lista de demonios es la siguiente:

Rey Bael
Duque Agares
Príncipe Vassago
Marqués Samigina
Presidente Marbas
Duque Valefor
Marqués Amon
Duque Barbatos
Rey Paimon
Presidente Buer
Duque Gusion
Príncipe Sitri
Rey Beleth
Marqués Leraje
Duque Eligos
Duque Zepar
Conde/Presidente Botis
Duque Bathin
Duque Sallos
Rey Purson
Conde/Presidente Marax
Conde/Príncipe Ipos
Duque Aim
Marqués Naberius
Conde/Presidente Glasya-Labolas
Duque Bune
Marqués/Count Ronove
Duque Berith
Duque Astaroth
Marqués Forneus
Presidente Foras
Rey Asmodeus
Príncipe/Presidente Gaap
Conde Furfur
Marqués Marchosias
Príncipe Stolas
Marqués Phenex
Conde Malthus
Presidente Malphas
Conde Raum
Duque Focalor
Duque Vepar
Marqués Sabnock
Marqués Shax
Rey/Conde Vine
Conde Bifrons
Duque Uvall
Presidente Haagenti
Duque Crocell
Caballero Furcas
Rey Balam
Duque Alloces
Presidente Caim
Duque/Conde Murmur
Príncipe Orobas
Duque Gremory
Presidente Ose
Presidente Amy
Marqués Orias
Duque Vapula
Rey/Presidente Zagan
Presidente Volac
Marqués Andras
Duque Haures
Marqués Andrealphus
Marqués Cimejes
Duque Amdusias
Rey Belial
Marqués Decarabia
Príncipe Seere
Duque Dantalion
Conde Andromalius
Ars Theurgia Goetia
El segundo libro de La llave menor de Salomón es Ars Theurgia Goetia (en latín medieval, el arte de la teúrgia goética, siendo la teúrgia la invocación de espíritus no demoníacos). Este libro explica los nombres, características y sellos de los 31 espíritus aéreos de los puntos cardinales (jefes, emperadores, reyes y príncipes) que el Rey Salomón invocó y encerró, así como su naturaleza (que puede ser buena o mala), sus sirvientes, las protecciones contra ellos y los rituales para invocación. Su invocación y control permiten -en teoría- descubrir cosas ocultas, como los secretos de las personas, u obtener, llevar o fabricar cualquier objeto que el conjurador les indique. Siguen un orden complejo en el libro, y sus nombres varían según la traducción. Los nombres de este libro, así como los del libro siguiente, el Ars Paulina, se corresponden con los de una lista aparecida en el libro Steganographia, de Johannes Trithemius (1500).

Ars Paulina
Es la tercera parte del Lemegeton Clavicula Salomonis, que es conocida desde la Edad Media. Según la leyenda, la Ars Paulina (en latín medieval, el arte de Pablo) fue descubierta por el apóstol San Pablo, pero en el libro es mencionado como "el arte paulino del rey Salomón". Está dividido a su vez en dos partes: el primer capítulo trata de los ángeles de cada una de las horas del día, sus sellos, su naturaleza, sus sirvientes (llamados duques), su relación con cada uno de los siete planetas conocidos antiguamente, los aspectos astrológicos de su invocación, sus nombres (dos de ellos iguales a los de dos demonios del Ars Goetia) y sus rituales de invocación; el segundo capítulo trata de los ángeles que gobiernan cada uno de los signos zodiacales y cada grado de cada signo (hay 30º en cada signo), su relación con los cuatro elementos (aire, agua, fuego y tierra), sus nombres y sus sellos. El libro los llama "ángeles del hombre", ya que todas las personas nacen bajo un signo zodiacal, con el sol en un grado concreto de ellos.

Ars Almadel
El Ars Almadel (en latín medieval, el arte del almadel") se explica cómo hacer el almadel, una tablilla de cera con sellos protectores, en la que colocan cuatro velas. El libro explica los colores, materiales y rituales necesarios para la construcción del almadel y las velas. También dice qué ángeles pueden ser invocados y cómo invocarlos, y explica que sólo se les puede pedir cosas razonables y justas. Menciona a doce príncipes que gobiernan con ellos. Las fechas y los aspectos astrológicos más convenientes para invocar a los ángeles son detallados, pero brevemente. El autor afirma haber experimentado lo que es explicado en este capítulo y tener el honor de hablar con el angel (hejnn) JOSSUA.

Ars Notoria
El Ars Notoria (en latín medieval, el arte notable o el artede la magia) es la quinta y última parte del libro. Contiene una colección de oraciones (algunas de ellas divididas en varias partes) mezcladas con cabalística y palabras mágicas en diferentes lenguas (como griego o hebreo). El texto indica cómo deben ser pronunciadas, y la relación que estos rituales tienen con la comprensión de todas las ciencias. También se mencionan la relación de estas oraciones con las distintas fases de la luna y que las oraciones funcionan como invocaciones a los ángeles de Dios. Según el libro, la ortografía correcta de los rezos (?) permite el conocimiento de la ciencia relacionada con cada uno de ellos, y también otorga buena memoria, estabilidad de mente y elocuencia. Añade los preceptos que tienen que ser observados para obtener un buen resultado. Por último, cuenta cómo el rey Salomón recibió esta revelación de un ángel.
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ANGELES


Los ángeles son seres espirituales, que han desarrollado todo su potencial y que se encuentran en un nivel evolutivo más elevado que el humano. El tema angélico es muy vasto y complicado de explicar, ya que muchos de ellos fueron y serán seres humanos. Muchos se encarnan para ayudar a la gente, para cumplir ciertas misiones, y otros trabajan desde los mundos espirituales, ayudando, instruyendo, iluminando.
En esta página me dedicaré a los espíritus conocidos como arcángeles, o también LOGOS planetarios, es decir, seres que lograron un desarrollo espiritual muy importante, que les permitió convertirse en los regentes de los planetas. Ellos vienen encarnándose desde hace millones de años, en distintos mundos. Cuando se formó nuestro sistema solar, ellos ya eran arcángeles, y fueron elegidos para gobernar, o interceder ante los humanos, cuando buscamos conectarnos con esas fuerzas. Un Logos planetario es una chispa que logró lo que se llama la CRISTIFICACION, o sea que realizó toda la GRAN OBRA, llegando a poseer la PIEDRA FILOSOFAL, el don de LA MEDICINA UNIVERSAL y el ELIXIR DE LARGA VIDA.

Los siete arcángeles que nombraremos son:

LUNA: Arcángel GABRIEL: Rige los caminos, los viajes, el subconciente, las fuerzas de tipo mecánico en nosotros (se las combate con perfumes de violeta y rosas), las artes prácticas, artes manuales, negocios relacionados con los líquidos. La luna rige las aguas en cada uno, la energía femenina, la fecundación. La luna representa a la Divina Madre, no olvidar que es Gabriel quien se aparece a la Vírgen para anunciarle su embarazo. Gabriel nos protege también de las energías negativas, mediante este conjuro y la concentración en este arcángel podemos cerrarnos. Se dice "Trece mil rayos tiene el sol (se traza la señal de la cruz, el palo vertical), trece mil rayos tiene la luna (se traza el palo horizontal) trece mil veces sean arrepentidos los enemigos que tenga yo( se traza un círculo). Esto se hace hacia los cuatro puntos cardinales, y es un cierre de protección. Se le puede pedir a Gabriel para salir al astral y para trabajar con el Jinas (4ª D) ya que él se relaciona con el mundo astral. Ayuda en problemas de humores, sangre, hidropesía, diabetes, pleuresía, congestión, circulación, sexualidad, fertilidad y riñones. Psicológicamente ayuda en temas relacionados con hábitos mecánicos, costumbres, cosas subconcientes que nos dominan. Se pueden realizar todos los días baños de luna, los cuales son para el mago, como el baño diario para el cuerpo. Destraba los caminos cortados. Conviene usar el aloe, como perfume, y trabajar con él en la mañana, a eso de las 11 hs.
MERCURIO: Arcángel RAPHAEL: Rige la razón, la mente, el mundo mental, los pleitos judiciales, asuntos civiles, abogacía, ciencia, todo lo que tenga que ver con el intelecto, la ciencia y la medicina, sanación. Ayuda en los viajes y da protección. También se le puede pedir, pero bajo el nombre de Mercurio, para que nos ayude a recordar los sueños, porque Mercurio rige la formación de imágenes en el mundo astral. Se puede usar azufre como perfume. También canela, y se le invoca en la mañana o la tarde. Psicológicamente nos ayuda a controlar la mente, porque está relacionado con el elemento aire, y por lo tanto asiste en el tema del manejo de los pensamientos, y las imágenes.
VENUS: Arcángel URIEL: Rige la imaginación creadora artística, los dramas, el arte, la música, comedias, tragedias, arte escénico. Asuntos amorosos, problemas conyugales, en la familia, cosas de novios, parejas, el hogar y los hijos. Como antiguamente se lo relacionaba con la tierra, se le puede pedir por la economía. También se puede invocar al ángel del amor, ANAEL, el cual aparece como un niño hermoso, de unos doce años, alto, de pelo claro lacio, túnica rosada. Él ayuda mucho a las parejas, bendice el amor y nos ayuda a armonizarnos, es realmente muy hermoso. Se puede usar como perfume, las rosas, la esencia de rosas, o los pétalos. Conviene invocarlo al amanecer, cuando se ve aún el lucero de la mañana. Psicológicamente nos aporta armonía y amor, ayuda a manejar la pasión y a establecer en cada uno el estado de enamoramiento.Su perfume es el sándalo o el incienso.
SOL: Arcángel MICHAEL: Rige la salud, o sea la vitalidad. Los altos dignatarios del gobierno, jefes de empresas, reyes y señores de mando. Todo lo que sean jerarquías. También se puede trabajar con él para combatir la magia negra, ya que nos dá protección, con sus coros de ángeles. Ayuda en problemas de articulaciones, artrosis y similares, huesos, músculos. Nos ayuda en el tema del orgullo y la arrogancia. Da mucha energía, conviene hacer baños de sol, pero sin que nos dé directamente en la cabeza.
MARTE: Arcángel SAMAEL: Tiene que ver con la voluntad, el mando, las guerras, la fuerza espiritual, las cirugías, casos que impliquen luchas, contra trabajos de magia negra, para limpiezas de personas y de lugares. Problemas de dinero y enfermedades degenerativas. Conviene trabajar al mediodía o sino a la medianoche.. Su perfume es la pimienta, o el aloe. Psicológicamente nos da fuerza, ayuda para recuperar la voluntad , desbloquea los chakras y permite que circulen las energías.
JUPITER: Arcángel ZACHARIEL: Se relaciona con la administración de la justicia, asuntos de dinero, riquezas, pobreza, temas económicos favorables o desfavorables. Asuntos de leyes, judiciales, altos dignatarios, sacerdotes u otras jerarquías religiosas, y temas relacionados con la ley.ayuda a encontrar trabajo, rige la gloria y el honor, da buenos consejos. Rige la política. Su perfume es el azafrán y se le puede invocar en la tarde, 15 hs.
SATURNO: Arcángel ORIFIEL: Tiene que ver con el ambiente en que vivimos, la tierra, la vida práctica, el Karma en acción, la espada de la justicia que nos alcanza desde el cielo. Asuntos de bienes raíces, temas de campos, tierras, casas, propiedades, jerarquías, autoridades, cárceles, muertes. Se puede usar la canela, el pino o el ciprés. ANGELES Y MAESTROS DE SANACION: Acá vamos a dar algunos nombres de seres espirituales que nos pueden ayudar en situaciones de enfermedad. El ANGEL ADONAI es un ser de radiante luz, belleza y amor. Aparece con su túnica blanca, es alto, de cabellos claros, de unos 45 añós. Es un maestro de la medicina que nos puede socorrer en momentos de necesidad. El MAESTRO PARACELSO, también nos ayuda en momentos de enfermedad, así como también el MAESTRO ESCULAPIO. Son tres seres con los cuales podemos comunicarnos según las necesidades. Daremos una pequeña práctica para poder conectarnos con los ángeles y maestros. Conviene disponer de un lugar tranquilo, encender una vela o tres velas. Poner un vaso con agua, y si es posible un pentagrama, como explicamos en la página de CONJUROS. Decir las conjuraciones e invocación , tal como están allí. Luego se invoca tres veces al ángel que queremos llamar. Se le invoca en el nombre del Cristo, por el Cristo, por el Cristo, y luego se dice el nombre. Esto se hace tres veces. Se invoca hasta sentir la presencia del ser de luz. Cuando se siente la presencia se hacen los pedidos. Si es un caso de salud, para uno, se puede tener otro vaso con agua, el cual se magnetizará con la energía del ángel, la cual estaremos percibiendo en ese momento y transmitiendo, con las manos, hacia el agua contenida en el vaso. Es esta una práctica sencilla. Hay otras, más complicadas, que exigen más preparación y por lo tanto generan gran fuerza, pero la antes mencionada da buenos resultados.


Cada temporada del año y cada mes tiene su muy especial ángel propio. 
Estos ángeles nos ayudan a aprender de la naturaleza las lecciones 
particulares e interioridades que cada temporada imparte.

ENERO 
El ángel de enero nos enseña a auto examinarnos para hacer inventario de 
nosotros mismos y nuestras vidas. El ángel de enero nos da compañía 
mientras meditamos sobre esas largas, frías noches de invierno, 
ayudándonos a ser honestos con nosotros mismos y pacientes al mismo tiempo.
Expresando el conocimiento de un anciano, el ángel de Enero toma nuestra 
mano mientras buscamos entendimiento de nuestras lecciones del año anterior.
Con esta ayuda podemos trazar un nuevo curso o alterar el presente.

FEBRERO 
El ángel de Febrero es el ángel de paciencia. Durante las oscuras, 
tormentosas noches de Febrero, cuando la naturaleza está en un estado de 
congelación y deseamos un signo de tibieza y vida, este ángel pude ayudarnos
a aprender a esperar con gracia los primeros indicios de primavera. Nos 
enseña que el invierno tiene su propia paz, que estando adentro nos puede 
dar un respiro de las complicaciones de la vida. En Febrero, nosotros 
podemos completar proyectos sin terminar y prepararnos para comenzar nuevos 
en la primavera. El ángel de Febrero nos trae el regalo de la paciencia, 
ayudándonos a disfrutar la soledad y el silencio del invierno, guiándonos 
a completar nuestra energía para los días calientes y ocupados por venir.

MARZO 
El ángel de Marzo nos trae coraje. Nos anima a través de los momentos 
helados de la vida, empujando nuestra moral y ayudándonos a lograr metas 
nuevas. Con la ayuda del ángel, nosotros derrotamos cualquier barrera, ya 
sea de creencia personal o falta de confidencia, lo que nos detiene. 
Nosotros reunimos el deseo de alcanzar un sueño de toda nuestra vida o 
comenzar un proyecto que hemos visualizado pero nunca comenzado. Según el 
sol comienza a calentar nuestro espíritu, el ángel de Marzo se regocija 
con nosotros al primer signo de primavera y nos presta su coraje para 
prepararnos para una nueva pero satisfactoria tarea.

ABRIL 
El ángel de Abril es el espíritu de renacimiento. Según los días crecen 
más largos y el sol nos comienza a calentar, Abril es tiempo para una 
nueva vida y nuevos comienzos. El ángel de Abril nos empuja a examinarnos 
a nosotros mismos en nuevas direcciones y a hacernos vulnerables al frente 
de personas, situaciones y lugares poco familiares. Animados por este ángel
de Abril, buscamos esfuerzos nuevos que enriquezcan nuestra vida y nos 
traigan un nuevo significado a nuestra carrera o vida familiar. El ángel 
de Abril nos enseña a disfrutar todos los signos de despertar, tanto en la 
naturaleza como dentro de nosotros mismos.

MAYO 
El ángel de mayo trae el colorido y la promesa de primavera. El ángel de 
Mayo se regocija con nosotros cuando nos emocionamos al ver los árboles y 
arbustos florecer y saboreamos en anticipación los frutos venideros. Este 
ángel de primavera, nos recuerda que es tiempo de despertar la semilla 
dentro de nosotros mismos. Por ejemplo quizás tenemos muy dentro un deseo, 
un talento artístico nunca explorado o una amistad que no hemos 
desarrollado. El ángel de Mayo nos ayudará a descubrir este potencial, alimentando nuestro espíritu para que nos atrevamos a llenar esa promesa escondida y cultivar los frutos de una vida plenamente vivida.

JUNIO 
El ángel de Junio nos ayuda a florecer y crecer fuertes. Este ángel nos 
enseña a mantener nuestro entusiasmo por los proyectos y direcciones nuevas.
En este tiempo glorioso de sol y crecimiento, aprendemos a buscar la 
tibieza de amistades y familia, para ayudarnos a alimentar las semillas 
que plantamos y convertirnos en todo lo que se supone seamos. El ángel de 
Junio nos impulsa a estar firmes en nuestras intenciones, a renovar nuestra 
dedicación y mantenernos en el camino destinado para nosotros.

JULIO 
El ángel de Julio trae una temporada de relajamiento, un tiempo para jugar
y volver a llenarnos de energía. Los proyectos que comenzamos en la 
primavera deben estar bien maduros y creciendo fuertemente por sí mismos. 
El ángel de Julio nos impulsa a coger tiempo, ahora, para observar lo que 
hemos plantado. Nos anima a cuidar el jardín de nuestra vida, cuidar lo 
que hemos comenzado, y a ser suficientemente objetivos para desyerbar 
elementos poco productivos, dañinos. Este ángel nos recuerda que 
alimentamos las personas y cosas que nos traen felicidad, para que podamos 
recoger una cosecha de alegría y cumplimiento.

AGOSTO 
El ángel de agosto es el ángel de perseverancia. Las nuevas direcciones 
que comenzamos en la primavera se hacen difícil de sostener. Como el jardín
que necesita constante agua y desyerbado en el abrasador sol de agosto, 
nuestros proyectos y sueños requieren una determinación para traerlos a 
florecer. El ángel de Agosto nos ayuda con energía desconocida a atender 
el jardín que hemos plantado. El ángel de agosto nos trae la fortaleza 
para ver nuestras tareas completas.

SEPTIEMBRE 
El ángel de septiembre nos ayuda a prepararnos para la cosecha a mano. 
Nos recuerda que pausemos y reunamos energía nueva porque la culminación 
de un proyecto usualmente demanda una oleada de energía. Este ángel nos 
trae esta oleada asegurándose que completemos nuestra tarea. También nos 
ayuda a organizar los frutos de nuestra labor y compartir lo que hemos 
creado en nuestras vidas. En Septiembre, nosotros nos deleitamos en 
nuestra buena fortuna, y compartimos nuestro gozo con todos aquellos cuyo 
apoyo ha hecho nuestra cosecha posible.

OCTUBRE 
El ángel de Octubre se regocija mientras segamos la cosecha que hemos 
sembrado en nuestra vida. Octubre es un buen tiempo para descansar de 
nuestros proyectos y sueños y analizar lo que actualmente hemos realizado. 
Este ángel nos ayuda a ser honestos y objetivos acerca de lo que es bueno 
y lo que no. Con esta ayuda podemos enfrentar las consecuencias de nuestra 
elección la pasada temporada. Vamos a saborear nuestra cosecha y rechazar 
lo que esté agrio o inmaduro; vamos a anotar lo que funcionó y lo que no, 
y vamos a cambiar positivamente. El ángel de Octubre nos enseña que la 
mejor fruta de nuestra cosecha personal es el entendernos personalmente.

NOVIEMBRE 
El ángel de Noviembre es el ángel de humildad. Nos impulsa a reconocer y 
apreciar el rol de apoyo que otros han jugado en nuestras vidas este año 
y hasta a agradecer a aquellos que nos han enseñado lecciones difíciles. 
El ángel de Noviembre nos guía a dar gracias de una manera nueva perdonando
mejor heridas y remediando amistades frustradas. Es por eso que nos ayudamos
unos a otros a ser realmente agradecidos por nuestras relaciones y las 
riquezas que traen a nuestra vida.

DICIEMBRE 
El ángel de Diciembre es un ángel de generosidad. Celebra con nosotros 
este tiempo de dar regalos a todas las criaturas salvajes y a todos los 
hijos de Dios. El ángel de Diciembre nos guía a unir nuestras manos con 
personas de todas las razas y religiones, reconociendo a todos, compartimos
la responsabilidad de repartir alegría y salud en la tierra.Inspirados por 
el ángel de Diciembre, podemos celebrar esta temporada de hermandad con 
una acción de amor.

CONOCIMIENTO EN LA ANTIGÜEDAD DE LA EXISTENCIA DEL CUERPO ASTRAL


"Existe un cuerpo natural (físico) y otro espiritual" así lo dice San Pablo en su primera "epístola a los Corintios". La investigación psíquica ha establecido, también, de antiguo, la creencia de que dentro de cada ser material existe un "doble" no material, un ente secreto que coincide, con la mayor exactitud, con el organismo físico.
Son numerosos los informes, provenientes de acreditados hombres de ciencia, que prestan apoyo a la teoría de la existencia de este ser no material el "cuerpo astral" tal como ellos lo designan corrientemente capaz de separarse de su contraparte física y de existir con entera independencia de su morada material, intangible para los seres que lo rodean.
Aquí llamaremos a este enigmático fenómeno "proyección astral" o "exteriorización astral", siendo ambos términos sinónimos. Son muchos los escritos teosóficos que se han ocupado del extraño fenómeno de la proyección astral, pero pese a todo el conocimiento hasta ahora reunido apenas podemos considerarnos todavía en el jardín de infantes de la escuela del misterio.
En efecto, la exteriorización del cuerpo astral es, en realidad, el primer paso en la marcha hacia el reino desconocido que llamamos "muerte", al cual tarde o temprano todos hemos de llegar. Así pues, lector, si este oscuro fenómeno ha hecho presa alguna vez de tu imaginación, si, de pie frente a un ataúd, has contemplado el frío cadáver y en reverente silencio te has preguntado cómo ese ser hasta tan poco tiempo antes, animado de vida dotado de inteligencia, movimiento, pensamiento y habla, exactamente igual que tú que ahora lo contemplas podía haberse convertido en una simple masa inerte; si te has sobresaltado entonces al pensar que tú también habrás de convertirte un día en algo similar, entonces debe importarte la proyección astral, puesto que no es grande la diferencia que separa la proyección astral de la muerte.
Para las grandes multitudes que nunca han experimentado el fenómeno y aún para aquellos que en una forma u otra se han familiarizado con el mismo, deberá ser colocado necesariamente entre la categoría de las "teorías" pero para el propio proyector astral consciente, la exteriorización de la contraparte no material del cuerpo físico es una gran realidad, tan evidente por sí misma como el hecho de hallarse vivo y dotado de conciencia.
Desde ya debemos advertir al lector que el autor de este libro se halla perfectamente familiarizado con el fenómeno y que ha realizado cientos de proyecciones a lo largo de un período de más de doce años, proyecciones éstas no siempre agradables, unas veces llevadas a cabo en forma consciente y otras sólo parcialmente consciente. La mayor parte del material que constituye el contenido de esta obra procede de su propia experiencia.
Después de tantos años de proyecciones astrales he podido descubrir, gracias a la realización de numerosas experiencias en este terreno, una innumerable cantidad de hechos y de hipótesis que explican esos hechos; muchos de los cuales, hasta donde llegan mis conocimientos, permanecían todavía desconocidos o no habían sido tratados, por lo menos, en forma exhaustiva por los investigadores de la ciencia teosófica.
No me es ajeno el hecho de que el mundo está poblado de escépticos, incapaces de ceder un ápice en sus convicciones y que, pese a proclamarse a sí mismos "prácticos", se hallan cerrados a las nuevas posibilidades; estos individuos sólo saben pedir "pruebas", permaneciendo ciegos a la evidencia de que el Camino conducente a la "Realidad" se halla cubierto con la niebla del misterio; por eso me apresuro a declarar que si tú, lector, perteneces a esta raza sedienta de pruebas susceptibles de ser medidas y pesadas mediante el limitado instrumento de los cinco sentidos humanos, será mejor que dejes ya este libro porque no las habrás de encontrar aquí.
Claro está que el materialista rechazará de inmediato la idea de la Proyección Astral como un simple disparate. Su ídolo es la "Razón" ella es la luz que guía todos sus pasos. Se complace así bajo el imperio de lo que él llama "la divina antorcha de la razón". Lástima que esta divina antorcha tenga un pequeño defecto y es éste que no arroja mucha luz que digamos sobre los misterios de la vida...
La propia vida está más allá de la comprensión de la mente humana, y no digamos nada de la razón. Cuál de los cinco sentidos del Materialista es aquel que le da una comprensión de la vida, de la creación, o del pensamiento y los procesos mentales, es cosa que él ignora y sin embargo debe aceptarlo. A decir verdad, el Materialista está dispuesto a aceptar cualquier cosa sin un mayor razonamiento. En efecto, podemos examinarlo todo, analizarlo hasta el día del juicio final y volver a examinarlo una y otra vez, y sin embargo siempre resplandecerá por encima de nuestros esfuerzos lo inexplicable... Por otra parte, "No existe ningún punto en las enseñanzas teosóficas mejor establecido, conocido de más larga data, o más perfectamente probado", dice William Walker Atkinson, "que la existencia del cuerpo astral. Esta vieja doctrina de los Antiguos Ocultistas encuentra hoy su corroboración en los experimentos e indagaciones de los Investigadores Psíquicos Modernos.
"El Cuerpo Astral correspondiente a cada persona es una réplica exacta del cuerpo físico del individuo. Está compuesto de una fina materia etérea y se halla de ordinario en el interior del cuerpo físico. Por lo común, la separación del cuerpo astral de su equivalente físico tiene lugar sólo con extrema dificultad, pero en el caso de los sueños, esfuerzos mentales grandes, y en ciertas condiciones de naturaleza oculta, el cuerpo astral puede llegar a desprenderse y realizar largos viajes, desplazándose a una velocidad sólo superada por la de las ondas luminosas.
"En estas salidas se halla siempre ligado al cuerpo físico por medio de una especie de larga película. Si este vínculo llegara a romperse; el individuo moriría instantáneamente. Pero en los planos ordinarios de operación no se ha oído nunca, prácticamente, de ese fenómeno.
"El cuerpo astral sobrevive largo tiempo al físico, pero con el tiempo llega a desintegrarse completamente. Sucede a menudo que merodea por el lugar donde yace el cuerpo físico, pudiendo ser confundido con el espíritu de la persona fallecida, aunque sólo se trata en realidad de una simple envoltura, un recubrimiento exterior más fino que el físico, del verdadero espíritu.
"Frecuentemente el cuerpo astral de una persona próxima a morir se proyecta hacia los amigos o seres amados, algunos instantes antes de la muerte física, debido probablemente al vehemente deseo del moribundo de ver y ser visto antes de partir. El cuerpo astral suele viajar, alejándose de su envoltorio físico, en los fenómenos Psicománticos, y visita lugares lejanos, percibiendo todo cuanto allí acontece.
"También abandona el cuerpo durante los sueños que se conocen con el nombre de Psicománticos, o por acción de las drogas, o en algunas de las fases más profundas de la hipnosis; en todos estos casos puede visitar extraños lugares y mantener, incluso, conversaciones mentales con otros cuerpos astrales o con otros entes incorpóreos. El carácter fragmentario y desordenado de los recuerdos que de estos sueños se conserva se debe a que, durante los mismos, el cerebro no recibe las impresiones transmitidas con toda perfección, o en razón de una falta de práctica, desarrollo, etc.; el resultado es siempre una especie de placa fotográfica velada".
Parto del supuesto de que el lector ya se ha convencido de la realidad del fenómeno, o que por lo menos le interesa lo bastante para aceptar la hipótesis. No discutiremos aquí la cuestión del espiritismo en general, pues ello no contribuiría a solucionar los problemas de la proyección astral; existen sobre el tema, además, innumerables volúmenes escritos por personalidades mucho más autorizadas que yo.
En este tratado nos ocuparemos principalmente de ciertas peculiaridades del cuerpo astral que tienen lugar mientras gozamos de vida física; y si bien es cierto que el cuerpo astral existe durante y después de la muerte —como ya dije antes— ya otros se han ocupado de su supervivencia, de modo que nuestro interés se dirigirá al estudio del cuerpo astral en su actividad previa a la separación definitiva de su equivalente físico.
Nos llamamos seres vivos, pero en realidad la parte material de nuestro organismo no es más viva que una piedra. Es la energía que se encuentra detrás del mecanismo físico lo que realmente tiene "vida". Los propios nervios carecen de vida —si la tuvieran, habríamos enterrado más de un cuerpo con vida—; es la energía neural la que nos anima y el cuerpo astral es el condensador de la energía nerviosa que utilizamos.
"¡Cómo!" exclamará el lector, "entonces el cuerpo astral existe siempre". ¡Claro que sí! Son muchos los autores que, al tratar de la proyección astral, han manifestado su impresión de que el cuerpo astral consiste en un proceso mental; pero no es ése el caso. Si así fuera, ¿cómo podría un individuo muerto repentinamente, procurarse instantáneamente su cuerpo astral? Además, nadie podría poseer un cuerpo astral después de la muerte, salvo el individuo lo bastante afortunado para haber oído alguna vez del "proceso mental creador".
Así es lector, y tú, en este mismo momento, estás usando tu cuerpo astral; él se halla afinado, podría decirse, para armonizar con las vibraciones naturales de la sustancia material. Ahora bien; existen factores capaces de bajar el tono o de elevarlos; y aquellas fuerzas que pueden alterar la armonía existente son las mismas que provocan la salida del cuerpo astral.
El cuerpo astral coincide con el físico en todo momento. Puesto que ambos cuerpos se componen de "sustancias", es evidente que ambos tendrán idéntica forma; de este modo, el espectro es, por su aspecto, un duplicado exacto del cuerpo físico. En el momento de lo que llamamos "muerte", el astral conserva su semejanza con el físico, pero al cabo de no mucho tiempo, va evolucionando hasta constituir un espíritu de composición mucho más refinada.
La esfera de vibraciones a que nuestra existencia terrena se halla limitada no abarca toda la creación; por consiguiente, permanecemos ignorantes de las vastas realidades que nos circundan. Cuando el espectro astral (cuyos ojos usas ahora, lector, al leer estas líneas) sea hábilmente afinado y elevado su registro —lo cual puede lograrse— esos ojos podrán ver otras cosas además de los objetos familiares y el cuerpo astral podrá liberarse del físico. El hecho de que los ojos, después de la proyección, sean todavía capaces de ver, además de los seres astrales las cosas terrenas, nos muestra también que el campo de vibración ha aumentado.
Esto podría parecer paradójico a quien esté acostumbrado a la idea de que la mente consciente forma parte del mecanismo físico. En realidad el cuerpo material carece de mente en absoluto, pero se aferra al astral, por así decirlo, que constituye el "yo" real y mediante el cual funciona realmente la mentalidad consciente. Es erróneo atribuir al ser astral una supermentalidad pues no la tiene. La mente consciente, como es sabido, es la mente del cuerpo astral. Tu mente normal, lector, tu mente consciente y todo cuanto ella contiene, es TU SER, todo lo que eres como individuo, ahora y por toda la eternidad.
Existe, sin embargo, cl Subconsciente; esa vasta e insondable superinteligencia, próxima a lo omnipotente, y sin embargo, no la concebimos como lo individual, a diferencia de la conciencia. Los más de los que creen en el "espíritu" tienen cierta tendencia a pensar que el despertar en el campo astral equivale a verse dotado de todas las facultades del subconsciente, pero no es así. En efecto, el subconsciente mantiene con el ser exteriorizado prácticamente la misma relación que con el interiorizado (dotado de vida física).
Supón lector, por ejemplo, que tu cuerpo físico muriera en esto mismo instante. Te encontrarías entonces en los dominios astrales, todavía inalterado, no como un ser superinteligente, sino exactamente con la misma mentalidad que antes, ni más ni menos. Y esto es algo que no debe olvidarse: el cuerpo físico no es más que materia desprovista de inteligencia, y hace las veces de una capa con respecto al cuerpo astral.
Es lógico suponer que al tiempo del nacimiento, el astral —el Yo— adquiere su existencia por medio de la omnipotente inteligencia que es, fue y será, mientras la mente consciente de este cuerpo sólo es una página en blanco lista para recibir impresiones, para aprender y crecer.
No importa en qué etapa de la vida sobrevenga la muerte; nuestra conciencia total, al fin de la existencia terrena, es la misma que poseemos después de la expiración física.
MI PRIMERA PROYECCION ASTRAL CONSCIENTE

Teniendo siempre presente el hecho de que el astral es el Yo real y vivo, mientras que el físico sólo es una especie de envoltorio, pasaremos ahora a considerar lo que ocurre realmente cuando tiene lugar una proyección astral. Para ello describiré la primera proyección consciente que yo experimenté. Debe tenerse en cuenta, sin embargo que no todas las experiencias son iguales y que si, siguiendo las reglas de este arte, que más adelante detallaremos, el lector logra proyectarse, es muy posible que su experiencia no coincida en todos sus aspectos con la descripción que aquí doy de las mías.
Era yo a la sazón un chico de doce años, poco preocupado por los problemas más serios de la vida. Pese a que otros miembros de mi familia habían realizado en cierta medida estudios de lo oculto, no sabía prácticamente nada por entonces, de la vida superior. Había oído, sí, que vivimos después de la muerte, pero eso era todo cuanto sabía al respecto y ni aún eso era objeto de preocupación para mí.
Tras la lectura de algunos libros de espiritismo mi madre, impulsada por la curiosidad y el deseo de determinar si todo aquello eran hechos verdaderos o ficticios, decidió visitar el campamento instalado en el valle del Misisipí de la Asociación espiritista de Clinton, Iowa. Yo la acompañé, junto con mi hermano menor, y allí tuvo lugar el hecho que ahora relataré.
Aquella noche nos retiramos a hora temprana, alojándonos en una casa donde estaban parando media docena de médiums famosos. Alrededor de las 10:30 de la noche me dispuse a dormir, exactamente con la misma naturalidad que siempre, entregándome al sueño durante varias horas. Al cabo de este tiempo me di cuenta de que me estaba despertando lentamente, aunque aparentemente no podía volver a dormirme ni tampoco despertarme por completo. En medio de este desconcertante sopor, supe (en mi interior) que yo existía en alguna parte, de alguna manera, en un estado impotente, silencioso, oscuro e insensible.
Y sin embargo todavía me mantenía consciente; era ésta, en verdad, una desagradable contemplación del ser. Nuevamente lo repito: era consciente de que existía, pero dónde, eso era, al parecer, lo que no podía comprender. Mi memoria no podía ayudarme en esto. La estupefacción que se experimenta al despertarse bajo la influencia de un anestésico es muy semejante. Estaba convencido de que me hallaba en vías de despertarme de un sueño natural en forma natural, y sin embargo no podía seguir más allá. Un único pensamiento dominaba mi mente: ¿dónde estaba yo? ¿dónde estaba?
Gradualmente —a mí me pareció una eternidad, pero en realidad sólo debe haberse tratado de un corto intervalo— me torné más consciente del hecho de que me encontraba reclinado en alguna parte. A estas ideas medianamente claras siguieron ideas algo más nítidas y a poco creí saber que me hallaba recostado en una cama, pero sintiéndome todavía desconcertado en cuanto a mi ubicación exacta. Traté de moverme, de determinar en qué medio me hallaba, para sólo comprobar mi impotencia, como si hubiese estado adherido al objeto sobre el cual descansaba. Adherido, ésa era la sensación exacta. Si uno se encuentra consciente al comenzar la exteriorización, es frecuente sentirse como pegado, sujeto, en una completa inmovilidad.
Lo peculiar de este fenómeno es que uno pueda estar consciente y sin embargo, incapacitado de moverse. Yo llamo a este estado "catalepsia astral", pues no existe ningún término para designarlo. Más adelante estudiaremos al detalle la catalepsia astral. Basta decir por ahora, que la catalepsia astral puede hacerse presente ya sea con o sin el funcionamiento de los sentidos y con o sin conciencia, pues la catalepsia astral es un control subconsciente directo.
Finalmente cesó la sensación de adherencia, pero sólo para ser reemplazada por otra igualmente desagradable, a saber, la de flotar. En todos sus puntos simultáneamente, todo mi cuerpo rígido —creí entonces que era el cuerpo físico, pero en realidad se trataba del astral—comenzó a vibrar a gran velocidad en la dirección vertical y sentí una tremenda presión sobre la nuca, en la región del bulbo raquídeo. La presión, sumamente intensa, era ejercida con impulsos regulares, como si su fuerza hubiera hecho pulsar mi cuerpo entero.
Todo esto me pareció a mí una especie de extraña pesadilla sumido como estaba en la más profunda oscuridad, pues no sabía entonces, por supuesto, lo que en realidad estaría ocurriendo. En medio de este maremagnum de extravagantes sensaciones —vibraciones, flotamiento, zigzagueos y tirones de la cabeza— comencé a escuchar algunos sonidos familiares, aparentemente remotos. El sentido del oído empezaba a funcionar. Traté de moverme, pero todavía en vano, como si me hubiese hallado presa de una misteriosa fuerza sobrenatural.
A la recuperación del sentido del oído siguió inmediatamente la del sentido de la vista. Cuando pude ver, quedé más que asombrado.
No hay palabras que puedan describir mi azoramiento. ¡Estaba flotando! Estaba flotando. En el aire, con rígida horizontalidad, a unos pocos pies de la cama. Ahora pude captar la habitación y mi ubicación exacta. Las cosas presentaban un aspecto neblinoso al principio pero comenzaban a aclararse. Sabía muy bien donde estaba, pero no podía explicarme mi extraño comportamiento. Lentamente, zigzagueando todavía bajo la fuerte presión sobre la nuca, avanzaba en dirección del cielo raso, siempre situado horizontalmente e incapaz de determinación voluntaria.
Naturalmente, creía que éste era mi cuerpo físico, tal como siempre lo había conocido pero que misteriosamente había empezado a desafiar la gravedad. Demasiado increíble para que lo comprendiera, era, sin embargo, demasiado real para negarlo; en efecto, hallándome consciente, en pleno uso del sentido de la vista, no podía dudar de mis facultades. Sin intervención de mi voluntad, a una altura de algo menos de dos metros sobre la cama, como si el movimiento hubiera sido conducido por una fuerza invisible presente en el espacio, pasé de la posición horizontal a la vertical, quedando finalmente colocado de pie sobre el piso de la habitación. Allí permanecí durante unos dos minutos. incapaz todavía de moverme voluntariamente, la vista fija hacia adelante. Me encontraba todavía bajo el efecto de la catalepsia astral.
Entonces desapareció la fuerza que me controlaba. Me sentí liberado, percibiendo tan sólo la tensión en la nuca. Di un paso y la presión aumentó al instante, desviando mí cuerpo en un ángulo agudo. Me las compuse para girar sobre mi mismo. ¡Había dos yo! Ya empezaba a creer que me había vuelto loco. Otro "yo" parecía descansar tranquilamente sobre la cama. Me resultó difícil convencerme de que esto era real, pero mi lúcida conciencia no me permitía dudar de lo que mis ojos veían.
Mis dos cuerpos idénticos se hallaban unidos por medio de un cable elástico, uno de cuyos extremos estaba sujeto a la región del bulbo raquídeo del individuo astral, en tanto que el otro extremo caía entre los ojos del cuerpo físico yacente. Este cable se extendía a lo largo de los dos metros que nos separaban. Todo este tiempo me resultaba difícil mantener el equilibrio, oscilando primero hacia un lado y luego hacia el otro.
Ignorando el verdadero significado de mi condición, mi primer pensamiento, al ver este espectáculo, fue que me había muerto durante el sueño. No sabía entonces que la muerte sobreviene únicamente tras la ruptura del cable elástico. Avancé con esfuerzo bajo la influencia magnética del cordón, hacia los seres terreros consanguíneos que dormían en la habitación contigua, con la esperanza de despertarlos y hacerles saber la terrible nueva. Intenté abrir la puerta, pero de pronto me encontré atravesándola. Un nuevo milagro para mi mente no poco confundida.
Yendo de un cuarto a otro, traté fervientemente de despertar a los dormidos ocupantes de la casa. Los llamé, los sacudí, me aferré a ellos, pero mis manos pasaban a través de sus cuerpos como si sólo hubieran sido vapores. Comencé a gritar. Quería que ellos me viesen; pero eran incapaces incluso de percibir mi presencia. Todos mis sentidos parecían normales salvo el del tacto. Aparentemente, no podía realizar ningún contacto con las cosas, como en mi vida anterior. Un automóvil pasó frente al hotel y lo pude ver y oír perfectamente. Pasado un rato, el reloj dio las dos y al mirarlo vi que era efectivamente esa hora.
Comencé a vagar por el lugar, lleno de ansiedad, esperando que al llegar la mañana alguno de los que ahora dormían se despertase y me viese. 

Según recuerdo, anduve por las distintas piezas durante unos quince minutos, cuando percibí un acentuado aumento en la resistencia del cable. Ahora me arrastraba cada vez con más fuerza. Bajo la acción de esta fuerza comencé a zigzaguear nuevamente y pronto descubrí que era arrastrado de regreso al cuerpo físico. Una vez más me encontré incapacitado de moverme. Una vez más me hallaba en manos de una fuerza invisible, tremenda, todopoderosa. Me hallaba en estado de catalepsia, otra vez volví a adoptar la posición horizontal directamente encima de la cama.
Fue exactamente el proceso inverso del que había experimentado al elevarme sobre la cama. Poco a poco el espectro descendió, vibrando nuevamente al así hacerlo, y luego cayó bruscamente, entrando una vez más en coincidencia con el cuerpo físico. En el momento de la coincidencia, todos los músculos del cuerpo se estremecieron y experimenté un dolor punzante como si me hubiesen desgarrado en dos mitades. Nuevamente poseía vida física; perduraban todavía en mi los efectos del terror y el desconcierto, y durante toda esta experiencia me había mantenido absolutamente consciente.
*

Con posterioridad a esta aventura que acabo de relatar, experimenté cientos de nuevas proyecciones, con innumerables variantes de las sensaciones acotadas mas arriba, pero describiendo el movimiento corporal siempre la misma trayectoria seguida en aquella primera experiencia. Aunque la repetición trae consigo como consecuencia natural una mayor perfección, fue aquélla, sin duda, una de las más insólitas proyecciones de iniciación registradas, en cuanto a la lucidez consciente se refiere puesto que su nitidez no ha sido siquiera alcanzada muchas veces ni aún por médiums conocidos.
Si bien es mi opinión personal que yo me encuentro dotado de un oculto poder natural para proyectar mi ser interior fuera del cuerpo, también me inclino a atribuir el carácter extraordinario de esta primera exteriorización consciente al hecho de que en las habitaciones contiguas a aquella que yo ocupaba se hallaban durmiendo varios médiums. Es un hecho, como la mayoría de los estudiosos de lo oculto lo saben, que puede establecerse una línea de fuerza entre determinadas personas en beneficio de otra persona. Más adelante volveré sobre este punto en la medida en que se relaciona con este fenómeno.
En mi descripción omití, de intento, muchos detalles sobre los cuales habré de detenerme sólo cuando hayamos avanzado más profundamente en nuestro estudio. Largo en verdad es el cuento que podría narrarse de la vida en el plano astral, de la relatividad terrena, de la asociación de espectros, etc.; sin embargo no hay enfoque susceptible de ser reducido a lápiz y papel que pueda expresar con fidelidad todo aquello. Pospondré pues mi tentación de explayarme sobre este punto, a fin de realizar una exposición más analítica del fenómeno de la exteriorización astral de las formas de su producción.
Sin duda la primera objeción que levantará el escéptico, y aun algunos de los investigadores de lo sobrenatural, contra el proyector consciente, es que éste no abandona en realidad su cuerpo físico, sino que cuanto pretende haberle sucedido no es sino un sueño indeleblemente grabado en su memoria. Sólo cabe una respuesta a esta ridícula suposición. Si una persona no sabe cuándo se halla dotada de conciencia, entonces habrá que someterlo, por cierto, a un test de salud mental.
El argumento es éste: "pues bien, Ud. puede haber soñado todo eso. En su sueño Ud. puede haber creído que se hallaba plenamente consciente". Pero éste es el reverso del razonamiento correcto. Bien puede suceder que en un sueño ignore un individuo que se halla inconsciente, pero cuando posee conciencia, entonces sabe positivamente que no está soñando. ¿Por qué? Simplemente porque poseemos un claro discernimiento del presente y del pasado cuando nos hallamos conscientes. Por eso debe descartarse desde ya la idea de que la proyección astral consciente pueda ser una reminiscencia onírica.
Pero sigamos adelante. De cuanto hemos dicho antes hemos podido extraer un cuadro mental bastante completo de una proyección del cuerpo astral, con la participación de la conciencia desde el mismísimo principio hasta el final del proceso. No es siempre éste el caso, sin embargo, sino más bien una excepción que rara vez se presenta en la experiencia corriente. La conciencia, en realidad, puede surgir en cualquier momento o en cualquier lugar o en cualquier posición durante el proceso. Puede alternar con la inconsciencia y puede suceder que nunca participo del acto en absoluto.
Por regla general, cuando la conciencia interviene, lo hace a partir del momento en que el cuerpo se ha separado y comienza a caminar, permaneciendo totalmente ajena al proceso anterior. Siendo éstos el tiempo y lugar más comunes para la intervención de la conciencia, son también los más convenientes; en efecto, se eliminan de este modo las desagradables etapas preliminares —mencionadas en la descripción anterior— que asaltan la conciencia del sujeto.
Las fases elementales —la catalepsia bajo control subconsciente, el zigzagueo y la sensación de flotar— no son nada agradables para ser experimentadas conscientemente (aunque con la práctica uno termina por acostumbrarse a ellas). No obstante, debe recordar que estas actividades previas siempre tienen lugar (siempre que, por supuesto, la exteriorización se produzca con el cuerpo físico en estado de trance en posición yacente horizontal), ya sea que el sujeto se halle o no desprovisto de conciencia.

EL DISCIPULADO


Descripción de un Discípulo.

Discípulo es aquel que, por sobre todo, se compromete a hacer tres cosas:

a.      Servir a la humanidad.

b.Colaborar en el plan de los Grandes Seres, tal como lo ve, y de la mejor
manera posible.
c.Desarrollar los poderes del ego, expandir su conciencia hasta poder
actuar en el cuerpo causal, en los tres planos de los tres mundos, y seguir
la guía del yo superior y no los dictados de su triple manifestación
inferior.
Discípulo es aquel que comienza a comprender el trabajo grupal, y a trasladar su centro de actividad, desde sí mismo (como un eje alrededor del cual todo gira) al centro del grupo.
Discípulo es aquel, que comprende simultáneamente la rela tiva insignificancia de cada unidad de conciencia como también su vasta importancia. Se ajusta su sentido de proporción y ve las cosas tal cual son, a las personas como son, a sí mismo tal cual es inherentemente, entonces trata de llegar a ser lo que él es.
El discípulo comprende la vida o el aspecto fuerza de la naturaleza y no le atrae la forma. Trabaja con la fuerza y por medio de la fuerza; se reconoce como un centro de fuerza dentro de otro centro mayor de fuerza, y tiene la responsabilidad [i72] de dirigir la energía que puede afluir a través de él hacia los canales por me dio de los cuales el grupo puede beneficiarse.
El discípulo reconoce que es, en mayor o menor grado, una avanzada de la conciencia del Maestro, considerando al Maestro en un sentido dual:
a.      Como su propia conciencia egoica.

b.Como el centro de su grupo; fuerza que anima a las uni dades del grupo,
uniéndolas en un todo homogéneo.
Discípulo es aquel que transfiere su conciencia de lo personal a lo impersonal, y que durante la etapa de transición soporta necesariamente [e69] muchas dificultades y sufrimientos, provenientes de varias causas:
a.      De su yo inferior, que se rebela en contra de la transmutación.

b.De su grupo inmediato, de sus amigos y familiares que se rebelan ante su
creciente impersonalidad. No les agrada ser considerados uno con él, en el
aspecto vida, y sin embargo independientes de él, en lo que respecta a
de seos e intereses. No obstante, la ley rige, y sólo cabe verdadera unidad
en la vida esencial del alma. Descubrir lo que la forma es, causa muchos
sufrimientos al discípulo, pero el camino conduce eventualmente a la
perfecta unión.
Discípulo es aquel que conoce su responsabilidad para con todas las unidades que están bajo su influencia responsabilidad de colaborar con el plan de la evolución, tal como es para ellos, y así expandir las conciencias y enseñarles la diferencia entre lo real y lo irreal, la vida y la forma. Esto puede realizarlo muy fá cilmente demostrando en su propia vida cuál es su meta, objetivo y centro de conciencia. [i73]
El trabajo que debe realizarse.

El      discípulo tiene, en consecuencia, distintos objetivos:

Respuesta sensible a la vibración del Maestro.

Pureza de vida, en forma práctica, no teórica.

Liberación de la preocupación. Debe recordarse que la preocupación se basa en lo personal, y es el resultado de un apasionamiento y de una respuesta excesivamente rápida a las vibraciones de los mundos inferiores.
Cumplimiento del deber. Este punto involucra el desempeño desapasionado de todas las obligaciones, y la debida atención a las deudas kármicas. Se debe acentuar, especialmente en todos los discípulos, el valor del desapasionamiento. La falta de discernimiento no es un obstáculo para el discípulo en estos días, debido al desarrollo de la mente; pero sí lo es, con frecuencia, la falta de desapasionamiento. Esto significa obtener ese estado de con ciencia donde se observa el equilibrio y no dominan el placer ni el dolor, porque han sido reemplazados por la alegría y el gozo. Debe reflexionarse bien sobre esto, porque es necesario trabajar arduamente para obtener el desapasionamiento.
También debe estudiar el cuerpo karna manásico (cuerpo mente deseo). Es de real significación, pues por muchas causas [e70] es el cuerpo de mayor importancia en el sistema solar, en lo que concierne al ser humano en los tres mundos. En el próximo sis tema, el vehículo mental de las unidades autoconscientes ocupa rá un lugar análogo, como lo ocupó el físico en el anterior sis tema solar.
El discípulo también debe trabajar científicamente, si así puede decirse, en la construcción del cuerpo físico; esforzarse de modo de construir en cada encarnación un cuerpo que le sirva de mejor vehículo para la fuerza. De allí que sea práctico dar información sobre la iniciación. No hay momento en el [i74] día en que no se pueda vislumbrar esa meta y llevar a cabo el trabajo de prepa ración. Uno de los más grandes instrumentos para el desarrollo práctico, y que está al alcance de todos, es la PALABRA. Quien cuida sus palabras y sólo habla con fines altruistas, con el objeto de difundir la energía del amor por medio del lenguaje, domina rápidamente los pasos iniciales y se prepara para la iniciación. La palabra es la manifestación más esotérica que existe, el medio de la creación y el vehículo para la fuerza. En la parquedad de las palabras, entendiéndolo esotéricamente, está la conservación de la fuerza. En la utilización de las palabras, bien elegidas y ha bladas, radica la distribución de la fuerza del amor del sistema solar, esa fuerza que conserva, fortalece y estimula. Sólo a quien conozca parcialmente estos dos aspectos de la palabra, se le podrá confiar su permanencia ante el Iniciador, y extraerá de esa pre sencia ciertos sonidos y secretos, que le son impartidos bajo la promesa de guardar silencio.
El discípulo debe aprender a permanecer silencioso ante el mal, a callar ante los sufrimientos del mundo, sin perder tiempo en quejas inútiles y en demostraciones de dolor, sino tratar de aligerar la carga del mundo, y trabajar sin perder energías en palabras. Sin embargo, debe hablar cuando es necesario el estímulo, emplear la palabra con fines constructivos; expresar la fuerza del amor del mundo, a medida que fluye a través de él, a fin de aliviar o aligerar la carga, recordando que, a medida que la raza progresa, el elemento amor y su expresión entre los sexos, se trasladarán a un plano superior. Entonces, por medio de la palabra hablada, no por la expresión en el plano físico, como sucede hoy, se llegará a comprender el verdadero amor que une a quienes son uno solo en el servicio y en la aspiración. Entonces el amor entre los individuos de la familia humana utilizará la [i75] pala bra para la creación en todos los planos, y la energía que ahora se manifiesta en la mayoría, a través de los centros inferiores o genitales, se trasladará al centro laríngeo. Éste es todavía un lejano ideal, pero algunos ya pueden vislumbrarlo y procuran, mediante el servicio mancomunado, la colaboración amorosa, la [e71] unicidad en aspiración, pensamiento y esfuerzo, dar forma y con figuración a este ideal, aunque inadecuadamente.
Relaciones grupales.

El sendero del discípulo es escabroso; las dificultades y los obstáculos lo enfrentan en cada recodo del camino. Sin embargo, hollando el sendero y venciendo las dificultades, adhiriéndose al grupo en bien del mismo y uniéndose a los individuos y al desa rrollo evolutivo en forma equilibrada, sobrevendrá al fin la fruc tificación y el logro de la meta. Así se evidencia el SERVIDOR de la raza. Es servidor porque no sirve a sus propios fines, y sus cuerpos inferiores no emiten vibraciones que puedan desviarlo del sendero elegido. Sirve porque sabe lo que hay en el hombre, y porque durante muchas vidas ha trabajado con individuos y grupos, ampliando gradualmente su campo de esfuerzo hasta reunir a su alrededor esas unidades de conciencia que puede ener getizar y utilizar, y a través de las cuales llevará a cabo los planes de sus superiores. Tal es la meta, pero en las etapas intermedias abundan las dificultades para quienes están al borde del autodes cubrimiento y de convertirse en el sendero mismo.
Un consejo práctico puede ser de valor aquí:

Estudiar con cuidado los tres primeros capítulos del Baghavad Gita. El problema de Arjuna es el de todos los discípulos, y la solución es eternamente la misma. [i76]
Estar alerta y vigilar el corazón. Es muy dolorosa la trasferencia del fuego del centro plexo solar al centro cardíaco. No es fácil amar como lo hacen los Grandes Seres, con amor puro, que no exige recompensa; con amor impersonal, que se regocija cuan do hay respuesta, pero no la espera, y ama constante, silenciosa y profundamente, a través de las aparentes divergencias, con la seguridad de, que cuando todos hayan encontrado el camino hacia el hogar, comprenderán que ese hogar es el lugar de unificacíón.
Prepararse para la soledad. Ésa es la ley. Cuando el hombre se desliga de todo lo que concierne a sus cuerpos físico, astral y mental, y se centraliza en el ego, sobreviene una separación tem poraria que debe soportar y trascender y lo conduce posterior mente a establecer un vínculo más estrecho con todos los que es tán asociados con él, debido al karma contraído en vidas pasadas, al trabajo grupal y a la actividad desplegada por el discípulo (lle vada a cabo casi inconscientemente al principio), al reunir a aque llos a través de quienes deberá trabajar más tarde.
Cultivar la felicidad, sabiendo que la depresión, la investiga ción excesivamente morbosa del móvil y la exagerada susceptibilidad [e72] a la crítica ajena, llevan a un estado en que el discípulo se hace casi inútil. La felicidad se basa en la confianza en el Dios interno, en una justa apreciación del tiempo y en el olvido de sí mismo. Tomar lo bueno y utilizarlo como verdades para difundir alegría y no rebelarse contra la felicidad y el placer del servicio prestado, creyendo que indica que algo no anda bien. El sufri miento sobreviene cuando el yo inferior se rebela. El yo inferior controlado y la eliminación del deseo, traen alegría.
Tener paciencia. La resistencia es una de las características del ego. El ego persiste porque sabe que es inmortal. La personalidad se desalienta porque sabe que el tiempo es corto. [i77]
Al discípulo no le ocurre nada que no esté previsto en el plan, y cuando el móvil y la única aspiración del corazón es llevar a cabo la voluntad del Maestro y servir a la raza, lleva en sí la simiente de la próxima empresa y también produce el clima necesario para el siguiente paso. Esto aclara muchas cosas, y se hallará aquello de lo cual el discípulo puede depender cuando se nubla la visión, y el grado de vibración es inferior a lo que debe ser, ofuscándose el razonamiento por los miasmas sur gidos de las circunstancias del plano físico. Muchas cosas que aparecen en el cuerpo astral están basadas, en la mayoría, en anti guas vibraciones, y no tienen fundamento real; la lucha consiste en controlar de tal forma la situación astral, que de nuestras an siedades y preocupaciones presentes, surjan la confianza y la paz, y de la acción e interacción violentas, provenga la tranquilidad.
Es posible alcanzar ese punto donde nada de lo que ocurre altera la calma interna, donde se reconoce y experimenta la paz que trasciende toda comprensión, porque la conciencia está centrada en el ego, que es la paz misma, y constituye el círculo de la vida búdica; donde se conoce y siente el aplomo y reina el equilibrio, porque el centro de vida reside en el ego, que en esencia es equi librio; donde prevalece la serena e inconmovible calma y el divino Conocedor empuña las riendas del gobierno y no permite las perturbaciones del yo inferior; donde se alcanza la beatitud, que no está basada en las circunstancias de los tres mundos, sino en la comprensión interna de la existencia separada del no yo, existen cia que persiste cuando dejan de existir el tiempo y el espacio y todo cuanto contienen; esto se conoce cuando se experimentan, trascienden y trasmutan, las ilusiones de los planos inferiores, lo cual perdura cuando el pequeño mundo del esfuerzo humano se ha disipado y desaparecido y se lo [i78] considera inexistente, estando basado en el Conocimiento del YO SOY ÉSE.
Tal actitud y experiencia pueden ser llevadas a cabo por quienes persisten en su elevado esfuerzo, y a nada dan valor, con tal de alcanzar la meta, perseverando a través de las circunstancias, [e73] con los ojos fijos en la visión futura y los oídos atentos a la Voz del Dios interno, que resuena en el silencio del corazón; los pies firmemente asentados en el sendero que conduce al Portal de la Iniciación; las manos extendidas para ayudar al mundo, y toda la vida subordinada al llamado del servicio. Entonces, todo cuanto llega es para bien enfermedad, oportunidad, éxito y des engaños, burlas y maquinaciones de los enemigos, incomprensión de los que amamos , todo existe y debe utilizarse sólo para ser trasmutado. Como se verá, lo más importante es la continuidad de visión, la aspiración y el contacto internos. Lo que debe lo grarse es esa continuidad, no por las circunstancias sino a pesar de ellas.
A medida que el aspirante progresa, no sólo equilibra los pa res de opuestos, sino que le es revelado el secreto del corazón de su hermano. Se lo reconoce como una fuerza en el mundo, se lo aprecia como individuo y en él se confía que pueda prestar ser vicio. Los hombres recurren a él para ser ayudados, pues reco noce la actividad que desempeña, entonces emite su nota para ser oída en las filas dévicas y humanas. Lo logra en esta etapa mediante la pluma, la literatura, la palabra hablada, conferencias y enseñanzas y también la música, la pintura y el arte. Llega así al corazón de los hombres por cualesquiera de estos caminos, y se convierte en auxiliar y servidor de su raza. Mencionaré tam bién otras dos características de esta etapa:
El aspirante conoce el valor oculto del dinero en el servicio. No busca nada para sí, excepto [i79] aquello que puede equiparlo para realizar el trabajo, considerando el dinero y lo que el dinero pro cura, como algo que debe ser empleado para los demás, y como medio para lograr la fructificación de los planes del Maestro, tal como él los percibe. Muy poco es comprendida la significación oculta del dinero, sin embargo, una de las grandes pruebas para determinar el lugar que ocupa el hombre en el sendero de pro bación, concierne a su actitud y al manejo de lo que todos los hombres buscan con el fin de satisfacer sus deseos. Quien nada desea para sí puede ser el receptor de la abundancia financiera y el distribuidor de las riquezas del universo. Por el contrario, si aumenta su riqueza, le acarrea dolor y angustia, descontento y perversión.
En esta etapa, la vida del aspirante se convierte también en instrumento de destrucción en el sentido oculto del término. La fuerza que fluye a través de él, procedente de los planos superiores y de su Dios interno, produce a veces resultados peculiares sobre su medio ambiente y dondequiera que vaya, porque actúa como estímulo, tanto para el bien como para el mal. Los pitris lunares o pequeñas vidas, que constituyen los cuerpos de sus hermanos [e74] y su propio cuerpo, son análogamente estimulados, acre centada su actividad e intensificado grandemente su poder. Esto es utilizado por quienes trabajan en el aspecto interno, para lograr ciertos fines deseados, y con frecuencia causa la caída temporaria de las almas avanzadas. No pueden resistir la fuerza que afluye o desciende a ellas, y debido al sobreestímulo temporario de sus centros y vehículos, sufren un colapso. Esto sucede en los grupos y en los individuos, pero, a la inversa, si los señores lunares o vidas del yo inferior, han sido previamente sometidas y contro ladas, entonces el efecto de la fuerza y de la energía recibida sirve para estimular la respuesta de la conciencia del cerebro físico y de los centros de la cabeza, al contacto egoico. [i80] Así, la fuerza que de otro modo sería destructiva, se convierte en factor benéfico y en útil estímulo, pudiendo ser utilizada por los Conocedores, a fin de conducir a los hombres hacia una mayor iluminación.
Todos estos pasos deben llevarse a cabo en los tres planos inferiores y en los tres cuerpos, y esto lo hacen de acuerdo a su rayo y subrayo particulares. De este modo el discípulo lleva a cabo el trabajo y recibe su prueba y entrenamiento. Así es con ducido mediante la correcta dirección de la energía y la mani pulación inteligente de las corrientes de fuerza al Portal de la Iniciación, y pasa del Aula del Aprendizaje al Aula de la Sabidu ría, donde gradualmente se hace "consciente" de fuerzas y poderes latentes en su propio ego y en el grupo egoico; entonces puede utilizar la fuerza de ese grupo y puede confiársele su manejo, únicamente para ayudar a la humanidad; así después de la cuarta iniciación participa de la energía del Logos planetario, enco mendándosele una parte de la misma, que lo capacita para llevar adelante los planes del Logos planetario para la evolución.
Debe recordarse que los discípulos de primer rayo compren den el discipulado en términos de, energía, fuerza o actividad, mientras que los discípulos de segundo rayo, en términos de con ciencia o iniciación. A esto se debe la divergencia en las expre siones comunes y la falta de comprensión entre los pensadores. Sería de utilidad expresar la idea del discipulado basándose en los distintos rayos, queriendo significar con ello el discipulado, manifestado como servicio en el plano físico:
1er. Rayo Fuerza Energía Acción
El ocultista
2do. Rayo Conciencia Expansión Iniciación El
verdadero síquico
3er. Rayo Adaptación Desarrollo Evolución El mago
4to. Rayo Vibración Respuesta Expresión El
artista
5to. Rayo Mentalidad Conocimiento Ciencia El
científico
6to. Rayo Devoción Abstracción Idealismo El
devoto
7mo.Rayo Encantamiento Magia Ritual El ritualista
[e75] [i81] Recuerden que aquí nos ocupamos de los discípulos. A me dida que éstos progresan, las diversas líneas se aproximan y fu sionan. Todos han sido alguna vez magos, pues han pertenecido al tercer rayo. El problema se refiere ahora al místico y al ocul tista, y a su síntesis final. Un estudio cuidadoso de lo antedicho, conducirá al reconocimiento de las dificultades que surgen entre los pensadores y los discípulos de todos los grupos, y consisten en su identificación con alguna forma y en su incapacidad de com prender los diferentes puntos de vista de los demás. A medida que transcurra el tiempo y entren en más estrecha relación con los dos Maestros que les concierne (su Dios interno y su Maestro perso nal), desaparecerá su incapacidad para cooperar y fusionar sus intereses en bien del grupo, y en lugar de divergencia habrá comu nidad de esfuerzo, similitud de objetivos y mutua colaboración. Debería reflexionarse sobre esto, pues contiene la clave de mu chas cosas enigmáticas que para la mayoría son angustiosas.

ESOTERISMO ES UNA CIENCIA


“Ciencia es el conocimiento real de las cosas, que incluye principios y
causas”
La palabra ciencia viene de scio, que significa yo sé. Para mi cuando
decimos que el esoterismo es una ciencia es porque en el esoterismo
buscamos el saber. Es un saber que no está relacionado con el estudio
convencional de la ciencia positivista, sino que se basa en el SENTIR, el
ser uno con las cosas, lo que nos permite saber sobre “la cosa”.
En la ciencia positivista el científico observa, saca conclusiones,
formula una tesis, etc, pero siempre aborda el material de estudio desde
una perspectiva separatista.
En el esoterismo buscamos abordar el material de estudio siendo uno con él,
integrándonos con es objeto, de tal manera que podamos SABER, pero SIENDO.
El esoterismo es una ciencia porque también aplica sus métodos, que son
científicos en la medida que nos llevan al YO SE. También desarrolla el tema
de la investigación de las cosas, buscando los principios espirituales que
mueven el mundo, sin desconocer la realidad mágica de todos los llamados
“fenómenos”, por el hombre contemporáneo, lo cual obedece a una cualidad de
la percepción del observador, y que para el esoterista no son tales, sino
más bien fuerzas en movimiento, con las cuales trata de relacionarse,
conocerlas e integrarlas para cumplir con el proceso del YO SE, o sea la
CIENCIA.
También podríamos decir que se abordan las cosas utilizando el método
científico clásico, porque el esoterista también observa, investiga, tiene
sus hipótesis, ensaya en el laboratorio de la naturaleza, pero lo que lo
debe diferenciar es su pensamiento integral, holístico, que le permite
siempre ir más allá de los límites del intelecto actual.
Cuando hablamos de un conocimiento REAL, también hablamos del movimiento
del SER dentro de sí mismo, de tal manera que él es el observador, el
conocedor, el conocido y el objeto de conocimiento, de ahí que para ser
esoterista uno debe PARARSE EN LO SAGRADO, ser el HOMBRE REAL, porque si no
¿quién conoce?. Debe ser ese que está más allá, el que ES REAL
ABSOLUTAMENTE, para que podamos decir que el esoterismo es una ciencia.
Aleija.


Glosario de términos:


Del Diccionario de Sectas y Ocultismo (editorial Verbo Divino, por César Vidal):
Cabbala: Movimiento esotérico dentro del judaísmo, nacido con el Séfer ha-Bahir en 1150. A partir del s. XIV se divide en una corriente especulativa y otra de signo ocultista (encantamiento, astrología, numerología, control de demonios, etc). El pensamiento cabalístico judío mantiene puntos de contacto con el gnosticismo, el ocultismo y la teosofía y a causa de ello, ha sido reivindicado por las manifestaciones modernas de estas corrientes como un antecesor. A partir de Pico della Mirándola, el pensamiento cabalístico, en sus dos corrientes, sale del molde judío para penetrar en círculos occidentales (Reuchlin, etc.) atraídos por la cultura hebrea. 
Ocultismo: En sentido amplio, término que sirve para referirse a la creencia en fuerzas ocultas y prácticas de las ciencias ocultas (magia, astrología, mancias, alquimia y medicinas ocultas). En sentido estricto, la escuela francesa de Eliphas Leví) que creó en 1856 el apelativo), estructuradas por Papus. Los ocultistas sustentan la tesis (confirmada por la realidad) de que el ocultismo es lo mismo que esoterismo. Tal identificación es negada realmente sin base por algunos esoteristas. La práctica del ocultismo está expresamente prohibido por la Biblia (Dt. 18, 14-19; Is. 43, 11; Jr. 10, 2, etc.) y fue atacada frontalmente por los padres de la Iglesia. En el mismo sentido se han definido diversos concilios y teólogos cristianos. Existe una absoluta incompatibilidad entre la realización de estas prácticas y el mensaje del Evangelio. La valorización cristiana clásica de estas prácticas que consideraba a las mismas de origen diabólico ha venido confirmada por el testimonio de ex-ocultistas y satanistas. 
Gnosis: Literalmente "conocimiento". Movimiento espiritual pre-cristiano fruto del sincretismo de elementos iranios con otros mesopotámicos y de la esotérica judía. Con el nacimiento del cristianismo, penetrará en el seno de éste configurándose como una serie de sectas (valentinianos, docetistas, etc.) que si bien difieren no poco entre sí, sin embargo, cuentan con muchos elementos comunes: negación de la Encarnación, muerte y resurrección de Jesús; consideración peyorativa de la Creación (atribuida generalmente a un dios perverso); negación del canon completo de las Escrituras unida a la aceptación de un canon gnóstico de las mismas, y rechazo de la ética, la sacramentología y la eclesiología cristianas en favor de la práctica de una serie de ritos mágicos y de la experiencia de la gnosis. El carácter profundamente anti-cristiano de sus enseñanzas ha sido puesto de manifiesto por algunos historiadores. 
Masonería; Francmasonería: Sociedad esotérica y secreta de corte iniciático…propiamente hay que fechar el origen de la masonería en el s. XVIII (aunque había tenido precedentes en la Royal Society fundada en 1662), dotada de un contenido ocultista indiscutible, no pocas veces fruto de la charlatanería de aprovechados… No deja de ser inquietante el hecho de que algunos de los más preclaros ideólogos masones no sólo hayan sido ocultistas sino abiertamente satanistas como es el caso de Albert Pike, autor de Morals and dogmas, uno de los textos clásicos actuales de la masonería. 
Del Merriam Webster Dictionary:
Numerología: El estudio del significado oculto de los números 
Del The Wordsmyth English Dictionary - Thesaurus:
Esotérico:(1). Entendimiento o conocimiento solo por pocas personas que tienen un entrenamiento especial, acceso, o interés. (2). intencionalmente para unos pocos selectos SYC: misterioso, enigmático, secreto, oscuro. 

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