🕎 GNOSTICISMO 1.1 🕎

 

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GNOSTICISMO 1.1

CONCEPTOS

Luna: En Egipto la Luna estaba asociada con Isis, en Fenicia con Astarté y en Babilonia con Ishtar. Su nombre griego era Selene y en hebreo Lebanah. Los Herméticos decían que la Luna dio al hombre una forma astral. Mientras que la Teosofía enseña que los Pitris (nuestros padres creadores) lunares fueron los creadores de nuestro cuerpo humano y de los principios inferiores... El cristianismo es una religión enteramente basada en el culto solar y lunar. Esotéricamente, la Luna es símbolo del Manas Inferior y también de la Luz Astral. La luna rige las aguas en cada uno, la energía femenina, la fecundación. La luna representa a la Divina Madre,
Hermes Trismegisto: (Gr.)- (Hermes = Mercurio (griego))
El “tres veces grande Hermes”, el egipcio. Personaje místico, de quien tomó su nombre la filosofía hermética. En Egipto, el dios Thoth o Thot. Es un nombre genérico de muchos antiguos escritores griegos que trataron de filosofía y alquimia. Hermes Trismegisto es el nombre de Hermes o Thot en su aspecto humano; como dios, es mucho más que esto. Como Hermes-Thoth-Aah, es Thot, la Luna, esto es, su símbolo es el lado brillante de la Luna, que se supone que contiene la esencia de la Sabiduría creadora, “el elíxir de Hermes”. Como tal, está asociado con el Cinocéfalo, el mono de cabeza de perro, por igual razón que era Anubis uno de los aspectos de Thot. Cuando tiene cabeza de Ibis (ave), es el sagrado escribiente de los dioses; pero, aún en este caso, lleva la corona atef y el disco lunar. Es el más misterioso de los dioses. Como serpiente, Hermes Thot es la divina Sabiduría creadora...”
Ocultismo: El ocultismo es la ciencia máxima y sagrada que enseña a vivir sabiamente por medio del correcto empleo de las fuerzas de la naturaleza.
El ocultismo es el estudio del hombre y de las leyes de la naturaleza, y de la forma como éstas actúan e influyen en el ser humano. Se le llama ocultismo porque es justamente una ciencia que está oculta a la humanidad pasional, egoísta, vengativa y esclava de sus deseos materiales.
El objetivo primordial del ocultismo es la liberación del ser humano. La liberación de la ignorancia, del dolor, de la bestialidad, de la mentira, del destino y de la muerte, a fin de llegar algún día a cambiar el mundo y crear un nuevo mundo de hombres conscientes y totalmente responsables de su calidad humana.
Muchos emprenden este camino de superación poseídos de gran entusiasmo, pero creen que basta hacer tres o cuatro oraciones, meditaciones o conjuros para recibir por gracia divina todos los poderes y conocimientos. Es necesario ser realista, ya que todo cuesta en la vida. El ocultismo es una ciencia que es preciso estudiar y practicar con gran dedicación y tenacidad, ya que es un estudio que involucro nada menos que la comprensión y conocimiento de Dios, del hombre y de la vida. Una gran mayoría se desanima porque estudian uno o dos años y en este corto tiempo quieren alcanzarlo todo.
En el antiguo Egipto el estudio del ocultismo era privilegio de sacerdotes y faraones. Es allí precisamente donde aparece Hermes Trismegisto, considerado el padre del ocultismo moderno, quien sintetizó la sabiduría rosacruz en siete principios, llamados los siete principios herméticos, que son la base del ocultismo y clave de todos los fenómenos. Estos son: mente, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto, generación.

Mente: “todo es mente” (todo es energía) “El universo es mental”.
Correspondencia: “como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”.
Vibración: “nada está inmóvil; todo vibra”.
Polaridad: “todo es doble, todo tiene su par de opuestos, los extremos se tocan”.
Ritmo: “todo existe en un flujo y reflujo, una acción y una reacción, un avance y un retroceso”.
Causa y efecto: “nada ocurre casualmente; todo sucede de acuerdo con una ley”.
Generación: “la generación se manifiesta en todo; todo tiene un masculino y un femenino”.

Iniciación: Se dice "Trece mil rayos tiene el sol (se traza la señal de la cruz, el palo vertical), trece mil rayos tiene la luna (se traza el palo horizontal hacia abajo) trece mil veces sean arrepentidos los enemigos que tenga yo (se traza un círculo). Esto se hace frente a ella mirándola fijamente. Conforme a la tradición oculta ortodoxa, la enseñanza de los Misterios debe estar reservada sólo para los que se hubieran entregado a ella con dedicación exclusiva y hubieran pasado durante largos años por determinadas disciplinas y pruebas. En otras palabras, en ocultismo es imprescindible estar iniciado.
      Sea como fuere, no es fácil saber hasta qué punto una persona no iniciada puede comprender las teorías metafísicas y metapsíquicas, puesto que el individuo común tiende a tergiversar los hechos y con ello agudiza sus dificultades. Es preciso tener un punto de partida y una actitud especial para el manejo satisfactorio de las fuerzas ocultas en la vida individual; la persona que pretenda hacer uso de ellas debe estar libre de influencias emocionales y su actitud debe ser por entero imparcial y serena, pues en caso contrario pasará a una confusión mayor. Para el trabajo ocultista no es suficiente conocer tecnicismos; por el contrario, lo más importante es la actitud, la cual determinara la naturaleza de los resultados últimos. Sólo por la autodisciplina y la depuración del carácter puede lograrse esa actitud. Sin embargo, es posible explicar de manera bastante simple y práctica los requisitos necesarios para el aprendizaje íntegro de las doctrinas ocultistas y elucidar en justa medida los métodos de capacitación deseables, a cualquier persona equilibrada y de inteligencia media que aspire a aplicar estos conocimientos a los problemas de la vida cotidiana, aun cuando los más delicados deban dejarse al experto. La Iniciación ocurre justamente cuando logramos salir de lo amorfo del mundo profano, e ingresamos en el interior del templo o la caverna –nuestra propia interioridad–. Todo el recorrido de la iniciación, que supone un descenso a los infiernos y un posterior ascenso atravesando los diversos planos o niveles del ser, es visualizado como un viaje o un peregrinaje en la búsqueda del origen y el destino. 

“Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender.”
El Kybalion.
Simbolismo o Simbólica:
 
La Simbólica es la ciencia que enseña al hombre a investigar en los misterios del cosmos y la naturaleza, expresados también en las creaciones unánimes de la cultura, empleando el símbolo como vehículo de autoconocimiento.
Es la ciencia sagrada que conserva el significado profundo e interno (esotérico) de esos signos misteriosos del universo, de la naturaleza y del ser humano y su cultura.
El símbolo sirve como soporte para la meditación y el pensamiento y por su mediación podemos abrir la conciencia y alcanzar ideas sutiles que él mismo expresa y sugiere a diversos niveles. El símbolo toca los sentidos, haciendo posible que lo abstracto, lo metafísico, se concrete de alguna forma; y al mismo tiempo posibilita que el ser humano, partiendo de esta base sensible, establezca una comunicación con otras esferas más sutiles. El símbolo es un género del que sus diferentes variedades, palabras, signos, números, gestos, grafías, acciones o ritos, son especies.
Es necesario que la vía simbólica nos conduzca a las regiones más interiores, ocultas y secretas del ser; a la realidad metafísica donde se encuentra la suprema identidad de todas esas tradiciones y de nosotros mismos. 
Por la vía simbólica de la iniciación, el templo se construye en el interior de uno mismo, y todo el simbolismo constructivo nos enseña también el recorrido que, a partir de nuestra individualidad personalizada, emprendemos hacia la unidad primordial.  
La Simbólica, también estudia las mitologías como una forma de conocer el universo y el mundo real.
 Las letras y las palabras son símbolos de ideas arquetípicas que en ellas están contenidas; también los números, que manifiestan admirablemente la armonía y la jerarquía del universo en todos sus niveles.
Lo esotérico es lo interno e invisible; la energía que se oculta en su interior; la idea abstracta que el propio símbolo sintetiza y concreta. Se lo ha relacionado también con las fuerzas secretas, misteriosas y milagrosas que los símbolos sagrados contienen, y para poder percibirlo es necesario penetrar y traspasar su apariencia imaginaria y conectar con su esencia invisible. Lo exotérico, en cambio es su parte exterior, el ropaje formal que toma para manifestarse sensiblemente, su cara brillante y luminosa, variable y notoria. Lo primero es cualitativo y sintético; lo segundo cuantitativo y múltiple. Pero ambos aspecto son como las dos caras, oscura y luminosa, de una misma moneda, y, como ocurre con cualquier par de opuestos, es preciso unirlos para que alcancemos su real comprensión. Es importante hace notar que lo esotérico es anterior y jerárquicamente superior, pues es lo que da sentido a lo externo y visible, y lo exotérico siempre le está subordinado.
Para la Simbólica "hoy es el primero y el último día de la creación"; y desde la perspectiva del hombre regenerado, toda la creación universal es perenne y simultánea. 
Para nosotros, pues, el número mayor sería el cero, expresión simbólica de la unidad metafísica y el No Ser, del que el uno aritmético o punto geométrico –el Ser único – vendrían a ser su primera manifestación virtual. La numerología tradicional parte de esta Unidad indisoluble, invisible, indivisible e indestructible; nos enseña a observar a la progresión numérica y sus significados como atributos múltiples de esa unidad; y nos muestra el camino de la síntesis y del retorno a lo único que es el origen y el destino común de todos los seres. 
Las figuras geométricas son la expresión del número en el plano bidimensional, y su trasposición a tres dimensiones genera el arte de la arquitectura y la construcción, eminentemente simbólico y sagrado; las notas musicales son también números, esta vez actuando en el mundo del sonido, lo que conecta a estos signos con las ideas de armonía y ritmo; y toda la astronomía también basa sus cálculos en números y ritmos armónicos y universales, y se dice que el propio Pitágoras escuchaba la música de las esferas celestes. 
El simbolismo es la llave que abre los secretos, el hilo de Ariadna que relaciona los diferentes órdenes de la realidad. los símbolos permiten hacer sensible todo concepto inteligible. Se presentan como mediadores del dominio psíquico y poseen por lo tanto un carácter dual, que los hace capaces de admitir un doble sentido y a interpretaciones múltiples y coherentes, igualmente verdaderas desde diferentes puntos de vista.
Todo rito de iniciación conlleva gestos simbólicos que son testimonio de una filiación original.
Las condiciones más necesarias para recibir la iniciación pueden resumirse en cuatro puntos: pureza de cuerpo, nobleza de sentimientos, amplitud de horizonte intelectual y altura de espíritu.
"Quien no está muerto, quien puede permanecer eternamente, y con extraños eones incluso la muerte puede fenecer" John Dee ( traducción del cosmógrafo y mago isabelino) 
 "Hay tres principios del hombre perfecto, el cuerpo, el alma y el espíritu. Uno que salva y forma, el espíritu. Otro que es unido y formado, el cuerpo. Finalmente un intermediario entre ambos que es el alma. Ésta, en oportunidades sigue al espíritu y es elevada por él. Otras veces condesciende con el cuerpo y se hunde en los deseos terrestres". (San Ireneo en “Resurrección”)


ARCONTES
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ESPIRITISMO ESPIRITUALISTA El libro de los Espíritus LOS PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA ESPIRITISTA ALLAN KARDEC 


LIBRO PRIMERO CAUSAS PRIMERAS I. Dios - Dios y el infinito - Pruebas de la existencia de Dios - Atributos de la Divinidad -Panteísmo II. ELEMENTOS GENERALES DEL UNIVERSO Conocimiento del principio de las cosas - Espíritu y materia - Propiedades de la materia - Espacio universal III. CREACIÓN Formación de los mundos - Formación de los seres vivientes - Población de la Tierra. Adán - Diversidad de las razas humanas - Pluralidad de mundos - Consideraciones y concordancias bíblicas respecto a la creación - IV. PRINCIPIO VITAL Seres orgánicos e inorgánicos - La vida y la muerte - Inteligencia e instinto LIBRO SEGUNDO MUNDO ESPIRITISTA O DE LOS ESPÍRITUS I. DE LOS ESPÍRITUS Origen y naturaleza de los espíritus - Mundo normal primitivo - Forma y ubicuidad de los espíritus - Periespíritu - Diferentes órdenes de espíritus - Escala espiritista - Progresión de los espíritus - Ángeles y demonios II. LA ENCARNACIÓN DE LOS ESPÍRITUS Objetivo de la encarnación - Del alma - Materialismo III. REGRESO DE LA VIDA MATERIAL A LA ESPIRITUAL El alma después de la muerte; su individualidad. Vida eterna - Separación del cuerpo y del alma - Turbación espiritista IV. PLURALIDAD DE EXISTENCIAS De la encarnación - Justicia de la reencarnación - Encarnación en diferentes mundos - Transmigración progresiva - Suerte de los niños después de la muerte - Sexos en los espíritus - Parentesco, filiación - Semejanzas físicas y morales - Ideas innatas. V. CONSIDERACIONES SOBRE LA PLURALIDAD DE EXISTENCIAS VI. VIDA ESPIRITISTA Espíritus errantes - Mundos transitorios - Percepciones, sensaciones y sufrimientos de los espíritus - Ensayo teórico sobre la sensación en los espíritus - Elección de las pruebas - Relaciones de ultratumba - Relaciones simpáticas y antipáticas de los espíritus. Mitades eternas - Recuerdo de la existencia corporal - Conmemoración de los difuntos. Funerales. VII. REGRESSO A LA VIDA CORPORAL Preludios del regreso - Unión del alma y del cuerpo. Aborto - Facultades morales e intelectuales del hombre - Influencia del organismo - Idiotismo, locura - De la infancia - Simpatías y antipatías terrestres - Olvido del pasado VIII. EMANCIPACIÓN DEL ALMA El dormir y los sueños - Visitas espiritistas entre personas vivas - Transmisión oculta del pensamiento - Letargo, catalepsia, muertes aparentes Sonambulismo - Éxtasis - Doble vista - Resumen teórico del sonambulismo, del éxtasis y de la doble vista IX. INTERVENCIÓN DE LOS ESPÍRITUS EN EL MUNDO CORPORAL Penetración de nuestro pensamiento por los espíritus - Influencia oculta de los espíritus en nuestros pensamientos y acciones - De los poseídos - Convulsionarios - Afecto de los espíritus hacia ciertas personas - Ángeles guardianes, espíritus protectores, familiares o simpáticos - Presentimientos - Influencia de los espíritus en los acontecimientos de la vida - Acción de los espíritus en los fenómenos de la naturaleza - Los espíritus durante las batallas - De los pactos - Poder oculto. Talismanes. Hechiceros - Bendición y maldición X. OCUPACIONES Y MISIONES DE LOS ESPÍRITUS 

 3XI. LOS TRES REINOS Los minerales y las plantas - Los animales y el hombre - Metempsicosis LIBRO TERCERO LEYES MORALES I. LEY DIVINA O NATURAL Caracteres de la ley natural - Orden y conocimiento de la ley natural - El bien y el mal - División de la ley natural II. LEY DE ADORACIÓN Objeto de la adoración - Adoración externa - Vida contemplativa - De la oración - Politeísmo - Sacrificios III. LEY DEL TRABAJO Necesidad del trabajo - Limite del trabajo. Descanso IV. LEY DE REPRODUCCIÓN Población del globo - Sucesión y perfeccionamiento de las razas - Obstáculos de la reproducción - Matrimonio y celibato - Poligamia V. LEY DE CONSERVACIÓN Instinto de conservación - Medios de conservación - Goce de los bienes de la tierra - Necesario y superfluo - Privaciones voluntarias. Mortificaciones VI. LEY DE DESTRUCCIÓN Destrucción necesaria y destrucción abusiva - Calamidades destructoras - Guerras - Asesinato - Crueldad - Duelo - Pena de muerte VII. LEY DE SOCIEDAD Necesidad de la vida social - Vida de aislamiento. Voto de silencio - Lazos de familia VIII. LEY DEL PROGRESO Estado natural - Marcha del progreso - Pueblos degenerados - Civilización - Progreso de la legislación humana - Influencia del espiritismo en el progreso IX. LEY DE IGUALDAD Igualdad natural - Desigualdad de aptitudes - Desigualdades sociales - Desigualdades de riquezas - Pruebas de la riqueza y de la miseria - Igualdad de los derechos del hombre y la mujer - Igualdad ante la tumba X. LEY DE LIBERTAD Libertad natural - Esclavitud - Libertad de pensar - Libertad de conciencia - Libre albedrío - Fatalidad - Conocimiento del porvenir - Resumen teórico del móvil de las acciones del hombre XI. LEY DE JUSTICIA, DE AMOR Y CARIDAD Justicia y derechos naturales - Derecho de propiedad. Robo - Caridad y amor al prójimo - Amor maternal y filial XII. PERFECCIÓN MORAL Las virtudes y los vicios - De las pasiones - Del egoísmo - Caracteres del hombre de bien - Conocimiento de sí mismo LIBRO CUARTO ESPERANZAS Y CONSUELOS I. PENAS Y GOCES TERRENALES Dicha y desgracia relativas - Pérdida de las personas queridas - Desengaños. Ingratitud. Afectos contrariados - Uniones antipáticas - Miedo a la muerte - Hastío de la vida. Suicidio II. PENAS Y GOCES FUTUROS La nada. Vida Futura - Intuición de las penas y goces futuros - Intervención de Dios en las penas y recompensas - Naturaleza de las penas y goces futuros - Penas temporales - Expiación y arrepentimiento - Duración de las penas futuras - Resurrección de la carne - Paraíso, infierno y purgatorio CONCLUSIÓN * * * EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS QUE CONTIENE LOS PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA ESPIRITISTA SOBRE LA INMORTALIDAD DEL ALMA, LA NATURALEZA DE LOS ESPÍRITUS Y SUS RELACIONES CON LOS HOMBRES, LAS LEYS MORALES, LA VIDA PRESENTE, LA VIDA FUTURA Y EL PORVENIR DE LA 
 4 HUMANIDAD; SEGUN LA ENSEÑANZA DADA POR LOS ESPÍRITUS SUPERIORES CON LA AYUDA DE DIFERENTES MÉDIUMS RECOPILADA Y PUESTA EN ORDEN POR ALLAN KARDEC AVISO SOBRE ESTA NUEVA EDICIÓN En la primera edición de esta obra, ofrecimos una parte suplementaria que había de comprender todas las cuestiones que no hubieran podido tener cabida en aquélla, o que circunstancias ulteriores y nuevos estudios hubiesen originado. Pero como todas ellas se relacionan con algunos de los asuntos ya tratados y constituyen su desenvolvimiento, su publicación aislada hubiera carecido de toda ilación. Hemos preferido, pues, aguardar la reimpresión del libro para fundirlo todo en un solo conjunto, y la hemos aprovechado también para introducir en la distribución de materias un orden mucho más metódico, eliminando al mismo tiempo, lo que repetidamente se dirigía al mismo fin. Esta reimpresión puede, pues, ser considerada como una nueva obra, aunque ningún cambio hayan experimentado los principios, fuera de un muy corto número de excepciones, que son más bien aclaración y complemento que verdaderas modificaciones. Esta conformidad en los principios emitidos. a pesar de la diversidad de orígenes que nos lo han suministrado, es un hecho importante en la constitución de la ciencia espiritista. En nuestra correspondencia consta, que en diversas localidades se han obtenido comunicaciones perfectamente idénticas, si no en forma. en el fondo, por lo menos; hecho realizado antes de haberse publicado nuestro libro, que ha venido únicamente a confirmarlas y a reunirlas en un cuerpo sistemático. La historia prueba. a su vez, que la mayor parte de aquellos principios han sido profesados por los hombres más eminentes de los tiempos antiguos y modernos, viniendo de esta manera a prestarles su sanción. La enseñanza relativa a las manifestaciones propiamente dichas y a los médiums, constituye hasta cierto punto una parte distinta de la filosofía, parte que puede ser objeto de un estudio especial. Habiendo alcanzado muy considerable desarrollo con motivo de la experiencia adquirida, hemos creído deber nuestro formar de ella un volumen distinto, que contendrá las respuestas dadas a todas las preguntas relativas a las manifestaciones y a los médíums, y también numerosas observaciones sobre el espiritismo práctico. La obra de que hablamos será la continuación o el complemento de EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS.1 INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA DOCTRINA ESPIRITISTA I Para las cosas nuevas se necesitan nuevas palabras. Así lo requiere la claridad en el lenguaje, con el fin de evitar la confusión inseparable del sentido múltiple dado a los mismos términos. Las palabras espiritual, espiritualista y espiritualismo, tienen una aceptación bien caracterizada, y darles otra nueva para aplicarlas á la doctrina de los espíritus equivaldría a multiplicar las causas de anfibología, ya numerosas. En efecto, el espiritualismo es el término opuesto al materialismo, y todo el que cree que tiene en si mismo algo más que materia, es espiritualista; pero no se sigue de aquí que crea en la existencia de los espíritus o en sus comunicaciones con el mundo visible. En vez de las palabras ESPIRITUALISTA y ESPIRITUALISMO, empleamos, para designar esta última creencia, las de espiritista y espiritismo, cuya forma recuerda el origen y su significación radical, teniendo por lo mismo la ventaja de ser perfectamente inteligibles, y reservamos a la palabra espiritualismo la acepción que le es propia. Diremos, pues, que la doctrina espiritista o el espiritismo tiene como principios las relaciones del mundo material con los espíritus o seres del mundo invisible. Los adeptos del espiritismo serán los espíritas o los espiritistas, si se quiere. EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS contiene, como especialidad, la doctrina espiritista, y como generalidad, se asocia a la doctrina espiritualista, ofreciendo una de sus fases. Por esta razón se ve en la cabecera de su título la frase Filosofía espiritualista. II Existe otra palabra sobre la cual es igualmente importante que nos entendamos, porque es una de las llaves maestras de toda doctrina moral y porque es causa de muchas controversias por carecer de una acepción bien deslindada; tal es la palabra alma. La divergencia de opiniones acerca de la naturaleza del alma procede de la aplicación particular que de esta palabra hace cada uno. Un idioma perfecto, en el que cada idea estuviese representada por su palabra peculiar, evitaría muchas discusiones, y con un término para cada cosa, todos nos entenderíamos. Según unos, el alma es el principio de la vida material orgánica no tiene existencia propia y cesa cuando la vida cesa. Así piensa el materialismo puro. En este sentido, y por comparación, dicen los materialistas que no tiene alma el instrumento que, por estar rajado, no suena. En esta hipótesis, el alma es efecto y no causa. Otros creen que el alma es el principio de la inteligencia, agente universal del que cada ser absorbe tina parte. Según éstos, todo el universo no tiene más que una sola alma que distribuye partículas a los diversos seres inteligentes, durante la vida, volviendo, después a la muerte, cada partícula al origen común donde se 1 La obra a que se hace referencia aquí, es “El libro de los médiums”. 
 5confunde con el todo, como los arroyos y ríos vuelven al mar de donde salieron. Difiere esta opinión de la precedente en que, en la hipótesis que nos ocupa, existe en nosotros algo más que materia y algo subsiste después de la muerte; pero es casi como si nada sobreviviese; porque, desapareciendo la individualidad, no tendríamos conciencia de nosotros mismos. Siguiendo esta opinión. el alma universal sería Dios, y todo ser, parte de la Divinidad. Semejante sistema es una de las variaciones del panteísmo. Según otros, en fin, el alma es un ser moral distinto, independiente de la materia, que conserva su individualidad después de la muerte. Esta acepción es, sin contradicción, la más general, porque, con uno u otro nombre, la idea de este ser que sobrevive al cuerpo se encuentra en estado de creencia instintiva e independiente de toda enseñanza, en todos los pueblos, cualquiera que sea su grado de civilización. Esta doctrina, según la cual el alma es causa y no efecto, es la de los espiritualistas. Sin discutir el mérito de estas opiniones, y concretándonos únicamente a la cuestión lingüística, diremos que esas tres aplicaciones de la palabra alma constituyen tres distintas ideas, para cada una de las cuales sería necesario un término especial. La palabra que nos ocupa tiene, pues, una triple acepción, y los partidarios de los citados sistemas tienen razón en las definiciones que dan de ella, teniendo en cuenta el punto de vista en que se colocan. La culpa de la confusión es del lenguaje, que sólo tiene una palabra para tres ideas distintas. Para evitar las anfibologías, preciso sería emplear la palabra alma para una sola de las tres indicadas ideas, y siendo la cuestión principal la de que nos entendamos perfectamente, es indiferente la elección, dado que este es un punto convencional. Creemos que lo más lógico es tomarla en su acepción más vulgar, y por este motivo llamamos alma al ser inmaterial e individual que reside en nosotros y sobrevive al cuerpo. Aunque este ser no existiera, aunque fuese producto de la imaginación, no sería menos necesario un término que lo representara. En defecto de esta palabra especial para cada una de las otras dos acepciones, llamamos: Principio vital, al principio de la vida material y orgánica, cualquiera que sea su origen; principio común a todos los seres vivientes, desde las plantas hasta el hombre. El principio vital es distinto e independiente porque puede existir la vida, aun haciendo abstracción de la facultad de pensar. La palabra vitalidad no respondería a la misma idea. Para unos, el principio vital es una propiedad de la materia, un efecto que se produce desde que la materia se encuentra en ciertas circunstancias determinadas; para otros, y esta es la idea más vulgar, reside en un fluido especial, universalmente esparcido y del cual absorbe y se asimila cada ser una parte, durante la vida, como, según vemos, absorben la luz los cuerpos inertes. Sería este el fluido vital que, admitiendo ciertas opiniones, es el mismo fluido eléctrico animalizado, designado también con los nombres de fluido magnético, fluido nervioso, etcétera. Como quiera que sea, existe un hecho indiscutible, porque resulta de la observación, que los seres orgánicos tienen en si mismos una fuerza íntima que produce el fenómeno de la vida, mientras existe aquélla; que la vida material es común a todos los seres orgánicos, y que es independiente de la inteligencia y del pensamiento; que éste y aquélla son facultades propias de ciertas especies orgánicas, y, en fin, que entre las especies orgánicas dotadas de inteligencia y pensamiento, existe una que lo está de un sentimiento moral especial que le da una superioridad incuestionable sobre las otras. Esta es la especie humana. Concíbese que con una acepción múltiple, el alma no excluye el materialismo, ni el panteísmo. El mismo espiritualista puede perfectamente aceptar el alma en una u otra de las dos primeras acepciones, sin perjuicio del ser inmaterial, al que dará entonces otro nombre cualquiera. Así, pues, la palabra que nos viene ocupando no es representativa de una opinión determinada: es un Proteo que cada cual transforma a su antojo, y de aquí el origen de tantas interminables cuestiones. Evitaríase igualmente la confusión empleando la palabra alma en aquellos tres casos, pero añadiéndole un calificativo que especificase el aspecto en que se la toma, o la acepción que quiere dársele. Sería entonces un vocablo genérico, que representaría simultáneamente el principio de la vida material, el de la inteligencia y el del sentido moral, y que se distinguiría por medio de un atributo, como distinguimos los gases, añadiendo a la palabra gas los calificativos hidrógeno, oxígeno o ázoe. Pudiera, pues, decirse, y esto sería lo más acertado, el alma vital por el principio de la vida material, el alma intelectual por el principio inteligente y el alma espiritista por el principio de nuestra individualidad después de la muerte. Según se ve, todo esto se reduce a una cuestión de suma importancia para entendernos. Conformándonos con aquella clasificación, el alma vital seria común a todos los seres orgánicos: las plantas, los animales y los hombres; el alma intelectual propia de los animales y de los hombres, perteneciendo el alma espiritista al hombre únicamente. Hemos creído deber nuestro insistir tanto más en estas explicaciones, por cuanto la doctrina espiritista está naturalmente basada en la existencia en nosotros mismos de un ser independiente de la materia. que sobrevive al cuerpo. Debiendo repetir frecuentemente la palabra alma en el curso de esta obra, importaba fijar el sentido que le damos para evitar así las equivocaciones. Vamos ahora al principal objeto de esta instrucción preliminar. III Como todo lo nuevo, la doctrina espiritista tiene adeptos y contradictores. Vamos a procurar contestar a algunas de las objeciones de estos últimos, sin abrigar, empero, la pretensión de convencerlos a todos, ya que hay gentes que creen que para ellas exclusivamente fue hecha la luz. Nos dirigimos a las personas de buena fe que no tienen ideas preconcebidas o sistemáticas, por lo menos, y que están sinceramente deseosas de 
 6instruirse, a las cuales demostraremos que la mayor parte de las objeciones que se hacen a la doctrina nacen de la observación incompleta de los hechos y de un fallo dictado con harta ligereza y precipitación. Recordemos ante todo y en pocas palabras la serie progresiva de los fenómenos que originaron esta doctrina. El primer hecho observado fue el de diversos objetos que se movían, fenómeno vulgarmente conocido con el nombre de mesas giratorias o danza de las mesas. Este hecho que, según parece, se observó primeramente en América, o que, mejor dicho, se renovó en aquella comarca, puesto que la historia prueba que se remonta a la antigüedad más remota, se produjo acompañado de extrañas circunstancias, tales como ruidos inusitados y golpes sin causa ostensiblemente conocida. Desde allí se propagó con rapidez por Europa y por las demás partes del mundo, siendo al principio objeto de mucha incredulidad, hasta que la multiplicidad de los experimentos no permitió que se dudase de su realidad. Si este fenómeno se hubiese limitado al movimiento de objetos materiales, podríase explicar por una causa puramente física. Lejos estamos de conocer todos los agentes ocultos de la naturaleza. ni las propiedades todas de los que nos son conocidos. La electricidad, por otra parte, multiplica hasta lo infinito cada día los recursos que brinda al hombre y parece llamada a derramar una nueva luz sobre la ciencia. No era, pues, imposible que la electricidad. modificada por ciertas circunstancias, o por otro agente cualquiera, fuese la causa de aquel movimiento. El aumento de la potencia de la acción, que resultaba siempre de la reunión de muchas personas, parecía venir en apoyo de esta teoría; porque podía considerarse el conjunto de individuos como una pila múltiple. cuya potencia está en razón del número de elementos. Nada de particular tenía el movimiento circular; porque, siendo natural y moviéndose circularmente todos los astros, podía ser, pues, aquel un ligero reflejo del movimiento general del universo; o por decirlo mejor, una causa, hasta entonces desconocida, podía imprimir accidentalmente a los objetos pequeños, en circunstancias dadas, una corriente análoga a la que arrastra a los mundos. Pero no siempre era circular el movimiento, sino que a veces se verificaba a sacudidas y desordenadamente. El mueble era zarandeado con violencia, derribado, arrastrado en una dirección cualquiera y, en una oposición a todas las leyes de la estática, levantado del suelo y sostenido en el espacio. Hasta aquí. nada existe en tales hechos que no pueda explicarse por la potencia de un agente físico invisible. ¿Acaso no vemos que la electricidad derriba edificios, desarraiga árboles, lanza a distancia los cuerpos más pesados, los atrae y los repele? Los ruidos inusitados y los golpes, en el supuesto de que no fuesen efectos ordinarios de la dilatación de la madera, o de otra causa accidental, podían muy bien ser producidos por la acumulación del fluido oculto. ¿Por ventura no produce la electricidad los ruidos más violentos? Hasta aquí, todo, como se ve, puede caber en el dominio de hechos puramente físicos y fisiológicos. Sin salir de este orden de ideas, era este fenómeno materia de estudios graves y dignos de llamar la atención de los sabios. ¿Por qué no sucedió así? Sensible es tener que decirlo; pero procede este hecho de causas que prueban. entre mil acontecimientos semejantes, la ligereza del humano espíritu. Ante todo, no es acaso extraño a esto la vulgaridad del objeto principal que ha servido de base a los primeros experimentos. Cuán grande no ha sido frecuentemente la influencia de una palabra en los más graves asuntos! Sin considerar que el movimiento pudiera haber sido impreso a cualquier objeto, prevaleció la idea de las mesas, sin duda porque era el más cómodo y porque, más naturalmente que a otro mueble, nos sentamos alrededor de una mesa. Pues bien, los hombres eminentes son tan pueriles, a veces, que nada imposible sería que ciertos genios de nota hayan creído indigno de ellos ocuparse de lo que se convino en llamar danza de las mesas. Es probable que si el fenómeno observado por Galván lo hubiese sido por hombres vulgares y designado con un nombre burlesco, estaría aún relegado al olvido juntamente con la varita 

Mágica. ¿Cuál es, en efecto, el sabio que no hubiera creído rebajarse ocupándose de la danza de las ranas? Algunos, sin embargo, bastante modestos para convenir en que la naturaleza puede no haber dicho su última palabra, han querido ver, para tranquilidad de su conciencia. Pero ha sucedido que no siempre ha correspondido el fenómeno a sus esperanzas, y porque no se ha producido constantemente a gusto de su voluntad y conforme a su manera de experimentar, se han pronunciado por la negativa. A pesar de su fallo, las mesas, ya que de mesas se trata, continúan agitándose; de modo, que podemos decir con Galileo: ¡y con todo, se mueven! Diremos más aún, y es que los hechos se han repetido de una manera tal, que han adquirido ya derecho de ciudadanía, no tratándose actualmente más que de hallarles una explicación racional. ¿Puede deducirse algo en contra de la realidad del fenómeno, porque no se produce siempre de un modo idéntico y conforme a la voluntad y exigencias del observador? ¿Acaso los fenómenos eléctricos y químicos no están subordinados a ciertas condiciones? ¿Y hemos de negarlos porque no se producen fuera de ellas? ¿Hay, pues, algo de sorprendente en que el fenómeno del movimiento de los objetos por medio del fluido humano tenga también sus condiciones de existencia, y en que cese de producirse cuando el observador, situándose en su punto de vista particular, pretende que se manifieste a merced de su capricho, o reducirlo a las leyes de los fenómenos conocidos, sin considerar que para nuevos hechos puede y debe haber leyes nuevas? Para conocerlas, es preciso estudiar las circunstancias en que se producen los hechos, y este estudio ha de ser fruto de una observación continuada, atenta y muy larga, a veces. Pero, objetan ciertas personas, la superchería es evidente con frecuencia. Ante todo les preguntaremos si están bien ciertas de que exista superchería y si no han tomado por tal efectos de que no podían darse cuenta, poco más o menos como aquel aldeano que creía que un profesor de física, a quien veía experimentar, era un 
 7hábil escamoteador. Pero suponiendo que así hubiese sucedido alguna vez, ¿sería ésta razón para negar el hecho? ¿Hemos de negar la física, porque hay prestidigitadores que se apropian el título de físicos? Preciso es, por otra parte, tener presente el carácter de las personas y el interés que pueden tener en engañar. ¿Será todo ello una broma? Podemos chancearnos un momento; pero una chanza indefinidamente prolongada sería tan fastidiosa para el embaucador como para el embaucado. Además de que, en una superchería que se propaga de un extremo al otro del mundo y entre las personas más graves, honradas e ilustradas, habría de haber algo, por lo menos, tan extraordinario como el mismo fenómeno. IV Si los fenómenos que nos ocupan se hubiesen limitado al movimiento de objetos, hubieran cabido, según tenemos dicho, en los límites de las ciencias físicas; pero no ha sido así, y les estaba reservado conducirnos a hechos de un extraño orden. No sabemos por qué iniciativa, creyóse descubrir que el impulso dado a los objetos no era producido únicamente por una fuerza mecánica ciega, sino que intervenía en el movimiento una causa inteligente. Una vez abierto este sendero, ofrecióse un campo nuevo a las observaciones, y quedó descorrido el velo de muchos misterios. ¿Interviene, en efecto, una potencia inteligente? Esta es la cuestión. Si la potencia existe, ¿cuál es, cuál su naturaleza y cuál su origen? ¿Es superior a la humanidad? Tales son las preguntas involucradas en la primera. Las primeras manifestaciones inteligentes se obtuvieron por medio de mesas que se levantaban y daban con uno de sus pies un número determinado de golpes, representativos de las palabras si o no, según lo convenido, respondiendo de esta manera a las preguntas que se hacían. Hasta aquí, nada hay convincente para los escépticos; porque pudiera atribuirse el resultado a la casualidad. Obtuviéronse después contestaciones más extensas con las letras del alfabeto. Haciendo que el objeto diese el número de golpes correspondiente al número de orden de cada letra, consiguióse formar palabras y frases, que contestaban a las preguntas hechas. La exactitud de las respuestas y su correlación con las preguntas excitaron la admiración. Preguntado acerca de su naturaleza, el ser misterioso que de tal manera respondía, contestó que era un espíritu o genio, dijo su nombre y dio diversos pormenores acerca de si mismo. Esta es una circunstancia muy digna de notarse. Nadie ideó los espíritus como medio de explicar el fenómeno, sino que éste mismo reveló la palabra. En las ciencias exactas se sientan hipótesis con frecuencia para tener una base de razonamiento; pero no es este el caso presente. El indicado medio de correspondencia era incómodo y tardío. El espíritu, y es también digna de notarse semejante circunstancia, indicó otro. Uno de esos seres invisibles fue quien aconsejó que se adaptase un lápiz a una cestita o a otro objeto. La cestita, colocada sobre una hoja de papel, es movida por el mismo poder ocultó que mueve las mesas; pero, en vez de seguir un simple movimiento irregular. el lápiz traza por si mismo caracteres que forman palabras, frases y discursos enteros de muchas páginas, tratando las más elevadas cuestiones de filosofía, de moral, de metafísica, de psicología, etc., todo lo cual se verifica con la misma rapidez que si escribiésemos con la mano. El consejo fue dado simultáneamente en América, en Francia y en diversas comarcas. He aquí los términos en que fue dado en París, el 10 de junio de 1853, a uno de los más fervientes adeptos de la doctrina, que desde muchos años, desde 1849, se ocupaba en evocar a los espíritus: «Ve a la habitación contigua; toma la cestita; átale un lápiz; colócalo sobre el papel, y pon después los dedos en los bordes.> Transcurridos algunos instantes, se puso la cestita en movimiento y escribió el lápiz de un modo muy legible esta frase: No siendo más que un instrumento el objeto a que se adapta el lápiz, su naturaleza, y su forma son de todo punto indiferentes. Se ha procurado buscar únicamente la comodidad, y así es que muchas personas emplean una tablita. La cestita o tablita sólo es puesta en movimiento por la influencia de ciertas personas dotadas, bajo este aspecto, de un poder especial; personas que han sido designadas con el nombre de médiums, es decir, medio o intermediario entre los espíritus y los hombres. Las condiciones que producen este poder, proceden de causas a la vez físicas y morales imperfectamente conocidas todavía, porque hay médiums de todas edades, en ambos sexos y en todos los grados de desenvolvimiento intelectual. Por lo demás, la facultad se desarrolla con la práctica. V Reconocióse más tarde que la cestita y la tablita no eran en realidad más que un apéndice de la mano, y tomando directamente el lápiz, el médium escribió, por un impulso involuntario y casi febril. Por este medio las comunicaciones fueron más rápidas, más fáciles y más completas, viniendo a ser el más empleado actualmente, tanto más, cuanto que el número de personas dotadas de semejante aptitud es muy considerable y aumenta cada día. Por fin, la experiencia dio a conocer muchas otras variedades de la facultad mediadora, y se supo que las comunicaciones podían obtenerse igualmente por medio de la palabra, del oído, de la vista, 

LA INQUISICIÓN 


Desde que el Hombre se ha considerado como tal ha recurrido a ritos mágicos y celebraciones de todo tipo referidas a la muerte o los antepasados, la tierra o la fecundidad y los astros o dioses, en todas las culturas a lo largo de las diferentes etapas de la Humanidad. Los ritos o dioses siempre poseen la siguiente dualidad: Lo masculino: el guerrero, la fuerza bruta, la muerte. Son el Lug Celta, el Pan Griego, Satanás cristiano. Si no era representado como el guerrero lo era como un animal como el toro, el león, el águila, etc. Lo femenino: la fecundidad, la creación y la vida. La Afrodita Griega, Asarte Fenicia, la Ma Frigia. Si no tenía forma femenina era entonces la de un animal como una vaca, un buey o similar. Estos dos grupos han estado en constante rivalidad por dominar, asentándose lo masculino en la ciudad (foco de la fuerza productiva-industrial) y lo femenino en el medio rural (donde nacen y crecen los frutos de la tierra). Es por eso que los primeros dioses monoteístas masculinos rigieron en las ciudades: Aton, Ahura Mazda, Jehová... y las clases populares (rurales) adoraron a la parte femenina relacionada con la fecundidad: Isis, Mithra, Anaita.
Desde el nacimiento de la agricultura en los medios rurales se ha celebrado culto a la fecundidad y la naturaleza. Se hacían reuniones nocturnas en los bosques, y alumbrados por una hoguera se rendía homenaje a la tierra que les daba sus frutos y a los animales. Solía ser una sacerdotisa la que dirigía la ceremonia consistente en danzas y una unión sexual en determinadas épocas para "activar" los campos y hacerlos fecundos. Los cuernos se usaban para reprensentar esa deidad, ya que sólo los herbívoros los tenían (cabras, vacas, bueyes...) y eran estos los que les proveían y ayudaban a sobrevivir. Estas sacerdotisas poseían conocimientos de medicina natural heredados de generación en generación y para su aplicación iban acompañados de un ritual mágico. Durante la edad media la población masculina descendió vertiginosamente debido sobre todo a las guerras y posiblemente a que las numerosas epidemias que asolaron Europa les afectaban más a ellos que a las mujeres. De modo que la Europa medieval se encontraba exenta de hombres jóvenes (lo que era un gran problema en una sociedad patriarcal), con epidemias que diezmaban la población rural, con unos campos que no daban de sí para abastecer a la población superviviente y una religión cristiana que no podía consolar a los atemorizados campesinos. Y en medio de todo ello mujeres con mejor salud y que vivían más, que para colmo no creían en Dios y se reunían de noche a realizar prácticas poco piadosas adorando a un dios cornudo.
De modo que las autoridades eclesiásticas acusaron a estos colectivos de ser los culpables de los males que les azotaban y les acusaron de envenenar los campos, emponzoñar las aguas, hacer hechizos y maldiciones, siempre bajo el amparo del demonio. Se levantó una compleja maquinaria de busca y captura de estas brujas allí donde se hallaran, no importara donde, la Inquisición siempre las alcanzaba. Se publicaron libros (los primeros en usar imprenta) con todo lo referente a ellas y cómo actuaban, dónde se podían encontrar, cómo arrancarles una confesión, la manera de juzgarlas y aplicarles castigo. De modo que cualquier inquisidor sabía lo que hacer y qué confesión debía obtener y que hacer en tal caso; de este modo las historias que contaban de sus fechorías como brujas coincidían de una punta a otra de Europa. Bastaba una denuncia, unas habladurías o una acusación "formal" de haber visto a tal o cual en reuniones nocturnas o realizar prodigios. Las brujas se hallaban siempre en el medio rural al que se desplazaba el inquisidor, hombre urbano rodeado de todo el bombo y boato de su cargo y hablando varias lenguas correctamente (por lo menos la común que la mayoría usaba mal y el latín). Esto, junto con la espectación y el revuelo sumían a la acusada en una confusión tal que no acertaba a saber qué había hecho para encontrarse en las puertas de la tortura y muerte. Una vez detenido, el acusado era interrogado cada vez con más crueldad pasando por tres grados, del tercer grado o se moría o se confesaba. Para tales fines no ahorraban imaginación y usaban múltiples métodos: ir aplastando uno a uno los dedos de las manos y los pies, el potro, colocar un embudo en la boca y echar baldes de agua hasta que el estómago casi estallaba y se adquiría un estado similar a la embriaguez, un aparato que se metía en la boca y mediante un tornillo iba abriéndose el extremo como un paraguas, o un ataúd metálico (Dama de hierro) en el que se encerraba al infeliz como enterrado en vida.

Estaba claro que acababan por confesar, acusando a otros con los que se reunía, y estos a otros si les obligaban y así hasta que se daban por satisfechos los inquisidores. En centroeuropa se llegaron ha exterminar pueblos enteros y en otros quedaban pocos o uno solo. Una vez confesaban se realizaban los Autos de Fe. En el mismo Madrid eran comunes los Autos de Fe que se organizaban periódicamente en la Plaza Mayor en la que se levantaba un tablado, ya que en tales eventos el público era numeroso. A los acusados/as se les solía juzgar desnudos (para que no escondieran ningún hechizo entre sus ropas) y afeitado todo el pelo del cuerpo (al que se le atribuía la fuerza), se les ponía el Sambenito y una coroza (especie de mitra) en la cabeza. El reo llegaba al tablado tras una procesión en la que se le exhibía y se pregonaban sus culpas, luego se le colocaba en el centro del tablado sentado en un taburete y escuchaba el sermón y la pena que se ejecutaba de inmediato. Los procesos inquisitorios llevaban un enorme trabajo que daba de comer a mucha gente: a los que se encargaban de todas las tareas burocráticas (que eran muchas), a los carceleros, las escoltas, los verdugos... y por eso se mantuvieron durante largo tiempo aunque las circunstancias que lo originaron desapareciesen. Las antiguas celebraciones se vistieron del rigor religioso para no dejar de existir, cambiando los modos y eliminando las partes que no admitían conversión. Hasta hoy nos llegan el carnaval (relacionado con la fecundidad), el día de todos los santos (veneración por los antepasados) o la noche de San Juan (danzas en torno al fuego). Actualmente aún se celebran en todo el mundo las reuniones nocturnas a la manera tradicional, incluso existen reuniones de brujos denominadas conventículos, en los que no más de doce miembros se reúnen de noche en torno el fuego para celebrar el culto a la vieja religión. Guardan en secreto sus ceremonias y trasmiten sus conocimientos oralmente, son sociedades cerradas que aúnan sus fuerzas en beneficio de sus miembros y del grupo. Pese a encontrarnos en una sociedad libre aún no pueden salir a la luz. 

NUMEROLOGÍA 

Introducción
Deseo que éste curso, te resulte interesante y útil. Por eso, voy a intentar no profundizar en los antecedentes históricos de la numerología - que podrás extraer de diversas fuentes, en caso sea de tu interés- y sí darte la utilidad que tiene ésta Ciencia. Cuando en 1987 me gradué en Ciencias Económicas - por lo tanto, siempre estuve vinculado con números-, hacía algunos cursos de Control Mental, ya que sentía la necesidad de equilibrar la parte espiritual y material. En 1990, cayó en mis manos el primer libro de Numerología, recuerdo que estaba haciendo un curso de Control Mental y tuve la necesidad de preguntarle a la persona que estaba dando el curso : “¿LA NUMEROLOGIA ES ALGO VERDADERO O UN INVENTO?" La respuesta fué : AVERIGUALO POR TI MISMO !!! Esa respuesta me provocó y decidí tomar el desafío. Llevo 12 años estudiando y comprobando la eficacia de la Numerología, espero que a tí te despierte el mismo entusiasmo..... Esta Ciencia tiene 11.000 años . Fue "modernizada" en el siglo VI A.C. con la civilizaciones griegas. Nada menos que, Pitágoras es el "Padre" de la Numerología que hoy conocemos, nacido en el año 580 A.C. Pitágoras nos enseña la importancia del ciclo que va del número 1 al número 9, para llegar a la perfección con el Número 10. Como ejemplo y para terminar ésta introducción, sabemos que la vida comienza con el embarazo, que es un ciclo de 9 meses y la vida ( perfección) se manifiesta en el 10º mes.
CLASE 2 Significado de cada número
Voy a tratar de simplificar el significado de cada número, tratando de entregarte la esencia de su significado. Todos los números de dos o más dígitos, pueden ser reducidos a un digito, por ello sólo precisamos saber el significado de dichos números ( del 1 al 9 ), sin necesidad de descifrar el cero, ya que ningún número reducido puede dar cero. ¿Como se reducen los números de dos o más dígitos?
Ejemplos :
16 =
1 + 6 = 7
58 =
5 + 8 = 13 = 1 + 3 = 4
130 =
1 + 3 + 0 = 4
1304 =
1 + 3 + 0 + 4 = 8
10587 =
1 + 0 + 5 + 8 + 7 = 21 = 2 + 1 = 3
NUMERO 1 : ES INDIVIDUALISTA. ES LIDER . QUIERE MANDAR Y SER INDEPENDIENTE. NUMERO 2 : SIRVE DE EQUILIBRIO, ANTE FUERZAS OPUESTAS. ES UN ARBITRO NATURAL O PACIFICADOR. ES TIMIDO Y SENSIBLE. ES DIPLOMÁTICO. PREFIERE SER APOYO DEL NUMERO 1 , ACONSEJARLO, PERO NUNCA LE AGRADA SER EL LIDER. NUMERO 3 : SE VINCULA AL PLACER. A LA ALEGRIA DE LA VIDA. FOCALIZA LA SOLUCIÓN, NO EL PROBLEMA. ES EL NUMERO DEL TALENTO, TANTO EN LA EXPRESIÓN ORAL O ESCRITA. ES DE MENTE RÁPIDA Y AGUDA, POR ESO APRENDE CON FACILIDAD. DISFRUTA DE LA VIDA SOCIAL. NUMERO 4 : ES SEGURO, PRÁCTICO Y CONFIABLE. SIEMPRE CON LOS PIES EN LA TIERRA. LE AGRADA LA DISCIPLINA Y EL ORDEN. ES SISTEMÁTICO. NUMERO 5 : ES LIBERTAD . TIENE SED DE CURIOSIDAD. QUIERE INTENTAR TODO AL MENOS UNA VEZ. ES AVENTURERO. NUMERO 6 : REPRESENTA A LA FAMILIA. NUMERO 7 : ES UN INTELECTUAL . UN PENSADOR . CUANDO QUIERE SABER ALGO, SE CONVIERTE EN UN ESPECIALISTA . ES AQUEL QUE INTENTA VER POR DEBAJO DEL AGUA. NUMERO 8 : NADA CAE DEL CIELO . HAY QUE TRABAJAR ARDUAMENTE. SE INTERESA POR EL DINERO MAS QUE POR LA PARTE ESPIRITUAL . NUMERO 9 : ES EL AMOR UNIVERSAL Y EL AMOR AL PROJIMO.
CLASE 3 Números maestros
Estos números son especiales y NO deben ser reducidos . Los números maestros, nos muestran un alto grado de espiritualidad de la persona que lo posee. ¿Cuáles son esos números? NUMERO 11 : NOS HABLA DE UNA GRAN ESPIRITUALIDAD DE LA PERSONA QUE LO POSEE. LA PERSONA DEBE TRATAR DE VIVIR A LA ALTURA DE DICHO NUMERO. DEBE ESCUCHAR SU VOZ INTERIOR Y NO DEJARSE LLEVAR POR LAS APARIENCIAS. DENTRO DE ELLAS ESTÁ LA VERDAD . POR LO TANTO, DEBEN APRENDER A TENER CONFIANZA EN ELLAS MISMAS. SON PERSONAS QUE HAN TRANSITADO LA MITAD DE SU CAMINO ESPIRITUAL Y POR LO TANTO HAN ADQUIRIDO UN ALTO GRADO DE DESARROLLO PSIQUICO. OBVIAMENTE, SI LA PERSONA NO TIENE EL CORAJE DE VIVIR A LA ALTURA DE DICHO NUMERO MAESTRO, DEBERÁ CONFORMARSE CON VIVIR EN UNA FRECUENCIA INFERIOR, DADA POR EL NUMERO 2. ( 11 = 1+1 = 2 ) COMO ES UN NUMERO MAESTRO, LA PERSONA DEBE APREENDER A PENSAR EN LOS DEMÁS, ANTES DE PENSAR EN SI MISMO. NUMERO 22 : ES UN NÚMERO MÁS ELEVADO QUE EL 11 . EN ÉSTE CASO, LAS PERSONAS HAN TRANSITADO LA TOTALIDAD DE LA EXPERIENCIA TERRENA HABIENDO ADQUIRIDO UN ENORME CONOCIMIENTO. SON PERSONAS, CAPACES DE HACER GRANDES COSAS O CONVERTIRSE EN DIRIGENTES DE IMPORTANTES PAISES. SON LOS CONSTRUCTORES DEL MUNDO. OBVIAMENTE, AQUELLOS QUE NO CONSIGAN VIVIR A LA ALTURA VIBRACIONAL, QUE EL NUMERO 22 LES IMPONE TENDRÁN QUE CONFORMARSE CON VIVIR COMO UN NÚMERO 4. ( 22 = 2+2 = 4 ). LAS PERSONAS CON UN NUMERO 22 , ADQUIEREN FAMA INTERNACIONAL. NUMERO 33 : ES UN NÚMERO MUY POTENTE. POCAS PERSONAS PUEDEN VIVIR A LA ALTURA DE DICHO NÚMERO. POR GENERAL SON GRANDES LIDERES ESPIRITUALES. SON PERSONAS QUE HAN ATRAVESADO TODAS LAS EXPERIENCIAS EN EL PLANO TERRENAL Y SE SIENTEN CAPACES DE RECORRER NUEVAMENTE TODO EL CAMINO. OBVIAMENTE, AQUELLOS QUE NO ESTEN A LA ALTURA DE DICHO NÚMERO DEBERAN CONFORMARSE A VIVIR COMO UN NÚMERO 6. ( 33 = 3+3 = 6). NUMERO 44 : ES EL ÚLTIMO DE LOS NÚMEROS MAESTROS Y EL MÁS POTENTE DE TODOS. LA PERSONA QUE TIENE DICHO NÚMERO HA RECORRIDO 2 VECES EL SENDERO DE LA EXPERIENCIA FISICA. DEMOSTRANDO UN ABSOLUTO DOMINIO Y TRIUNFO. PRACTICAMENTE ES MUY POCO PROBABLE ENCONTRAR PERSONAS QUE SE ENCUENTREN A LA ALTURA DE ÉSTE NÚMERO, CONFORMÁNDOSE CON VIVIR A LA ALTURA DE UN NÚMERO 8 ( 44 = 4+4 = 8 ) EL SIGNIFICADO NÚMERICO DE CADA LETRA Utilizaremos el alfabeto español.
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
M
N
Ñ
O
P
Q
R
S
T
U
V
W
X
Y
Z
1
2
3
4
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
5
6
7
8
9
1
2
3
4
5
6
7
8
Cuando aparezca en el análisis de un nombre la letra & su valor numérico será 9
Averiguando el deseo de tu alma. Tu ambición interna.
Se trata de averiguar cuál es tu deseo interno. Que cosa es lo que realmente enciende tu corazón. Para averiguar éste número es preciso tomar en cuenta sólamente las vocales del nombre completo. Por tanto, al analizar tu nombre COMPLETO (en caso de ser una mujer casada, tomar el nombre de soltera), despejaremos todas las consonantes y nos quedaremos únicamente con las vocales. Ejemplo :
H E C T O R
G O N Z A L E Z
H 5 C T 6 R
G 6 N Z 1 L 5 Z
Entonces el resultado será : 5 + 6 = 11 | 6 + 1 + 5 = 12 11 +12 = 11+ 3 = 14 = 5
En éste caso el 5 se ve reforzado por un número maestro ( 11 + 3 ), lo que le dá mayor fuerza vibracional. Ahora, vamos a explicar lo que significan cada uno de los números, para que puedas analizar el tuyo. Cuando el Número del deseo de tu alma ( reducido ) es : 1 significa : tu misión es ser lider o jefe. Debes tener confianza en ti mismo, ser original y luchar por tus ideales. Debes afrontar los obstáculos con valor . Cuidado con ser dominante o dictatorial. 2 significa : tu misión es ser diplomático. Debes ser un árbitro, conciliador, pacificador. Eres una persona que prefiere tener una sociedad, a ser único dueño. Le gusta cooperar y compartir con los demás. 3 significa : tu misión es auto-expresarte, a través de la palabra oral o escrita. Tu destino es aportar alegría. Por general son personas populares, amados por el público. Sin duda, tienen el don de la palabra. 4 significa : tu misión es ser un constructor. Eres una persona trabajadora , honesta y amante de la rutina . Eres una persona práctica y te gusta asumir responsabilidades. 5 significa : tu misión es ser libre. Amás la libertad por sobre todas las cosas. Te gustan los cambios. Vivirás muchas experiencias, esas experiencias te deben ser de utilidad para crecer. 6 significa : tu misión es la servir en el hogar o en tu comunidad. Siempre tu amor estará centrado en la familia. Te gusta asumir responsabilidades y dar protección. 7 significa : tu misión es enseñar, sobre todo los misterios de la vida. Te gusta pasar un tiempo en soledad para poder meditar, porque sos un pensador profundo y te agrada analizar todo exhaustivamente. Por general, no le irá bien, si forma sociedades. 8 significa : tu misión es reconocer el equilibrio de fuerzas, entre lo material y lo espiritual. No esperes nada de la suerte, todo lo que te llega, es por tu propio esfuerzo. Siempre debes ser justo. Tu vida puede estar relacionada a grandes negocios. 9 significa : tu misión es ser un hermano de la humanidad . Debes dar amor. Debes aprender a pensar en los otros, ayudar y amar, por el placer de servir. 11 significa : tu misión es ser líder o maestro espiritual . Si no estás a la altura de dicho número, vivirás como un número 2 ( 11 = 1+1 = 2 ) . Sos idealista. Podés tener una fuerte inclinación religiosa. 22 significa : tu misión es adquirir fama internacional . Si no estás a la altura de dicho número, vivirás como un número 4 ( 22 = 2+2 = 4 ) . Debes trabajar en grandes corporaciones. Eres un gran constructor en el plano material.
Averiguando la imagen que transmites. Tu personalidad.
Ahora vamos a analizar y a descubrir, cuál es la imagen que los demás tienen de nosotros mismos. Para descubrirlo debemos proceder a sumar las consonantes de tu nombre completo, y reducirlo a un sólo número. Aquí cabe la misma consideración en cuanto al nombre de una mujer casada - debe tomarse el nombre de soltera -
Ejemplo :
H E C T O R
G O N Z A L E Z
8 O 3 2 O 9
7 O 5 8 O 3 O 8
Entonces el resultado será : ( 8 + 3 + 2 + 9 ) ( 7 + 5 + 8 + 3 + 8 ) 22 + 31 = 22 + 4 = 26 = ( 2+ 6 ) = 8
En el caso analizado el número de personalidad es 8 . Puedes analizar tu propio nombre siguiendo el ejemplo y viendo a continuación el significado de cada número. 1 significa : que los demás ven en tí una personalidad dominante y fuerte. 2 significa : que los demás ven en tí una personalidad pacífica, tranquila, diplomática. 3 significa : que los demás ven en tí una personalidad amistosa y sociable. 4 significa : que los demás ven en tí una personalidad sencilla pero interesante , ordenado y confiable. 5 significa : que los demás ven en tí una personalidad con apariencia juvenil . Una personalidad magnética. 6 significa : que los demás ven en tí una personalidad que se interesa por el hogar y la familia. 7 significa : que los demás ven en tí una personalidad algo fría y reservada. 8 significa : que los demás ven en tí una personalidad con dinero. Ya que te gusta dar la impresión de riqueza . También ven una personalidad amigable y persuasiva. 9 significa : que los demás ven en tí una personalidad que es hermano de todos. Que siente amor por todos. 11 significa : que los demás ven en tí una personalidad idealista e inspirada. 22 significa : que los demás ven en tí una personalidad de ser experto o especialista en cualquier campo.
CLASE 6 Averiguando tu número de destino. ¿Cuál es tu misión en la vida?
Naciste para una finalidad en la vida. Tú número de destino puede revelar cuál es tu misión. Para hallar éste número deberás tomar en cuenta todas las letras de tu nombre completo . Es decir, tanto las vocales como las consonantes y reducirlo a un sólo digito . Nuevamente efectúo la aclaración de que en caso de un nombre de mujer, debe tomarse el nombre de soltera.
Ejemplo :
H E C T O R
G O N Z A L E Z
8 5 3 2 6 9
7 6 5 8 1 3 5 8
Entonces el resultado será : ( 8 + 3 + 2 + 9 ) ( 7 + 5 + 8 + 3 + 8 ) 22 + 31 = 22 + 4 = 26 = ( 2+ 6 ) = 8
ahora vamos a sumar y a reducir ; ( 8 + 5 + 3 + 2 + 6 + 9 ) ( 7+ 6 + 5 + 8 +1+ 3 + 5 + 8 ) 33 + 43 = ( 33 + 7 ) = = 40 = ( 4 + 0 ) = 4 Por lo tanto el número hallado es 4 . Tu puedes analizar tu nombre completo, reduciendo los números a un sólo digito y averiguar su significado. Vamos a detallar el significado de cada número. 1 significa : tu misión es ser un lider. Debes esforzarte, tener iniciativa, independencia y originalidad. 2 significa : tu misión es ser diplomático. Tienes capacidad para ver las dos caras de un problema (es decir ponerse de un lado y del otro ). También tienes paciencia para ocuparte de los pormenores. 3 significa : tu misión es auto-expresarte por cualquier medio. Tu misión es entretener y dar alegría a los demás. 4 significa : tu misión es trabajar con honestidad. Tu misión es generar confianza a través de tu dedicación, honradez y esfuerzo , por eso puedes asumir muchas responsabilidades ya que eres una persona de suma confianza. 5 significa : tu misión es adquirir muchas experiencias, sabiéndolas utilizar para tu crecimiento. 6 significa : tu misión es amar y proteger a la familia o a tu comunidad. 7 significa : tu misión es ser un pensador profundo, convirtiéndote en un especialista. 8 significa : tu misión es saber mantener el equilibrio entre lo material y lo espiritual . Y por sobre todo, debes ser justo. 9 significa : tu misión es dar amor, comprensión y compasión. 11 significa : tu misión es ser líder y seguir rumbos espirituales. 22 significa : tu misión es ser un gran constructor de la humanidad. Tu misión es liderar grandes corporaciones o países.
 
Tu sendero natal. ¿Qué talentos trajiste al nacer?
Para saber el talento que trajiste en ésta vida, deberás tener en cuenta tu fecha completa de nacimiento, es decir : día - més - año Ejemplo : 11 - 05 - 1960 vamos a reducir la fecha a un sólo digito. 11 + 5 + ( 1 + 9 + 6 + 0 ) = 11 + 5 + 16 = 32 = ( 3 + 2 ) = 5 Por tanto en éste caso el número que representa tu natalicio es el 5. Puedes descubrir tu número del sendero natal, procediendo como en el ejemplo . Vamos a detallar el significado de cada número. 1 significa : que trajiste como talento una fuerte individualidad, por ello debes desarrollar tu capacidad ejecutiva lo máximo posible y debes esforzarte por ser original, siguiendo caminos no trillados. 2 significa : que trajiste como talento el don del tacto y la diplomacia , por ello debes aprender a ser sociable, amable y persuasivo. 3 significa : que trajiste como talento el don de saberte expresar bien, ya que tienes el don de la palabra. 4 significa : que trajiste como talento el don de aprender a ser práctico y objetivo, por ello eres rutinario ya que te concentras en los detalles. 5 significa : que trajiste como talento el don de ser versátil. Te agrada ser libre para poder viajar, te agrada ensayar cosas nuevas y seguir caminos inusuales. 6 significa : que trajiste como talento el asumir responsabilidades en la familia o en tu comunidad. 7 significa : que trajiste como talento la especialización . Sos un pensador profundo, científico y analista. Debes tener tiempo para estar solo, estudiar y meditar. 8 significa : que trajiste como talento la organización. Debes aprender a equilibrar la riqueza con la parte espiritual. 9 significa : que trajiste como talento el sentir un profundo amor a la humanidad. Siempre tu aspiración última es ayudar a los demás. 11 significa : que trajiste como talento un número Maestro. No puedes llevar una vida personal ya que perteneces al público. Debes aprender a vivir humildemente siendo un grande. 22 significa : que trajiste como talento un número Maestro. Debes aprender a ser práctico. Sin duda serás un líder que te elevarás a grandes alturas, adquiriendo fama internacional.
Averiguando tu numero potencial Este número te guiará durante toda tu vida, pero por sobre todo, influirá en tu vida en el tramo final, donde se combina la experiencia que has adquirido y tal vez un mayor tiempo para disfrutar de lo que te gusta. Para obtener dicho número deberás, reducir a un solo digito, tu nombre completo y hacer lo mismo con tu fecha de nacimiento . Luego sumarás el número obtenido de tu nombre con el número de tu fecha de nacimiento y reducirás ese número a un sólo digito. Ejemplo : H E C T O R G O N Z A L E Z 8 5 3 2 6 9 7 6 5 8 1 3 5 8 = 76 = ( 7+ 6) = 13 = ( 1+3) = 4 FECHA DE NACIMIENTO : 11 - 5 - 1960 11 + 5+ 16 = 32 = ( 3+2) = 5 5 NUMERO POTENCIAL 9 ( 4 +5 ) En éste caso el número potencial es 9 . Ahora, puedes obtener tú número potencial, a través de tu nombre completo ( en caso de ser nombre de mujer, siempre debes tomar el nombre de soltera ) y tu fecha de nacimiento. Voy a detallar el significado de cada número, RECUERDA, que éste número realmente adquiere significancia, en la última etapa de la vida. 1 significa que : en la última etapa de su vida, recibirá la oportunidad para mandar. 2 significa que : en la última etapa de su vida, será tiempo de participar en arte y música, o buscar actividades en donde se resalte tus dones de diplomático, árbitro o pacificador. 3 significa que : en la última etapa de su vida, tendrás la oportunidad de auto-expresarte . Tienes talento y buen sentido del humor. 4 significa que : en la última etapa de su vida, podrás concretar tu meta y poner en funcionamiento tus ideas, eso requerirá un enorme esfuerzo de tu parte. 5 significa que : en la última etapa de su vida, será una época en que podrás aprovechar el tener la libertad para viajar. No es tiempo para descansar, sino para aprovechar tu mente inquisitiva. 6 significa que : en la última etapa de su vida, será una etapa en la que te gustará la vida comunitaria o familiar. 7 significa que : en la última etapa de su vida, tendrás la oportunidad de meditar, pensar e investigar. 8 significa que : en la última etapa de su vida, tendrás la oportunidad de expandirte. Tendrás capacidad ejecutiva. 9 significa que : en la última etapa de su vida, podrás convertirte en un hermano de la humanidad. Podrás interesarte por el teatro, literatura y artes. 11 significa que : en la última etapa de su vida, podrás convertirte en un líder. Podrás sentirte dispuesto a dar discursos . 22 significa que : en la última etapa de su vida, podrá llegar el reconocimiento . Deberá trabajar en beneficio del mundo.
Pinaculos. Ciclos de 9 años
Nuestra vida se divide en 4 pináculos. Cada pináculo ejerce su influencia en nuestra vida. Al conocer nuestro pináculo podremos prepararnos para extraer en ese período lo mejor para nuestro crecimiento. Sin duda la influencia del pináculo debe ser tenida en cuenta, para entender nuestro comportamiento, tal como si fuera un biorritmo. El estudio de sus pináculos le ayudarán a entender sus cambios de carácter, sus actitudes y sus altibajos. Cómo se calculan los 4 pináculos que aparecerán a lo largo de nuestra vida ? Primero debemos tomar nuestra fecha de nacimiento y reducirlo a un digito. Ejemplo, 11 - 5 - 1960 ( 1+1) + 5 + ( 1+ 9 + 6 + 0 ) = 23 = ( 2+3) = 5 Luego debemos hacer una resta, deberemos restar al número 36 el dígito de nuestra fecha de nacimiento. Ejemplo, 36 - 5 = 31 - Siempre debemos tomar el número 36 como base - Significa, en éste ejemplo que el primer pináculo dura desde el nacimiento hasta los 31 años. Los pináculos ( segundo y tercero ) tienen una duración de 9 años, por tanto, según el ejemplo citado, deducimos lo siguiente : PRIMER PINÁCULO = dura hasta los 31 años SEGUNDO PINÁCULO = de los 32 años a los 41 años TERCER PINÁCULO = de los 42 años a los 51 años CUARTO PINÁCULO = de los 52 años hasta el final de su vida. Para calcular el valor de cada pináculo, debemos proceder de la siguiente manera : Fecha de Nacimiento : 11 - 5 - 1960 Primer Pináculo = debe sumar el día y el mes de la fecha de nacimiento 11 + 5 = 16 = ( 1+ 6) = 7 Entonces el Primer Pináculo dura hasta los 31 años y su número es 7 . Segundo Pináculo = debe sumar el día y el año de nacimiento. 11 + 1960 = 11 + ( 1+9+6+0) = 11 + 16 = 27 = ( 2 + 7 ) = 9 Entonces el Segundo Pináculo va de los 32 años a los 41 años y su número es 9 . Tercer Pináculo = debe sumar los dos Pináculos anteriores. 7 ( primer pináculo) + 9 ( segundo pináculo ) = 16 = ( 1+6 )= 7 Entonces el Tercer Pináculo se inicia a los 42 años hasta los 51 años y su número es el 7. Cuarto Pináculo = debe sumar el mes y año de nacimiento. 5 + 1960 = 5 + ( 1+9+6+0) = 5 + 16 = 21= ( 2 +1 ) = 3 Entonces el Cuarto Pináculo se inicia a los 52 años y va hasta el final de la vida y su número es el 3. Ahora podrás siguiendo el ejemplo, calcular tus Pináculos. A continuación te explico el significado de cada número, para entender lo que tu pináculo te ofrece. 1 significa : mientras dure éste pináculo, tendrás la oportunidad de ser líder. Debes confiar en si mismo para triunfar. 2 significa : mientras dure éste pináculo, debes tener diplomacia. Es un tiempo para tener paciencia . Es probable que formes alguna sociedad. 3 significa : mientras dure éste pináculo, deberás ocuparte en desarrollar tu capacidad creadora. Estarás inspirado y tendrás buenas ideas. Tienes oportunidad de escribir o disertar. 4 significa : mientras dure éste pináculo, debe trabajar arduamente. Es un período para ahorrar y acumular para necesidades futuras. 5 significa : mientras dure éste pináculo, debes desechar lo viejo y aceptar los cambios. Es un momento de avance y progreso. Es un período en que debe estar activo. 6 significa : mientras dure éste pináculo, tendrás deberes y responsabilidades en el h

LA SIMBOLICA DE LA FRANC-MASONERIA
FRANCISCO ARIZA


  
Introducción  En esta revista dedicada a la simbólica universal, no podían faltar algunas reflexiones sobre el importante simbolismo de la Masonería, la cual representa, junto a la tradición Hermética–Alquímica, la única vía iniciática no religiosa que pervive todavía en Europa y su área cultural de influencia. Y esto es así a pesar de que en la actualidad bastantes masones no conocen, o al menos conocen de forma muy limitada, el carácter simbólico e iniciático de su Orden. Algunos llegan incluso a negar ese aspecto esencial de la misma, creyendo que ésta sólo persigue fines sociales y filantrópicos. Incluso hay otros que sólo ven en la riqueza simbólica de la Masonería una fuente inagotable en donde alimentar sus propias fantasías "ocultistas", tan de moda hoy día. Sin duda, esta suplantación de los verdaderos fines de la Masonería y, por consiguiente, la infiltración de las "ideas" profanas, sólo podía suceder en una época que, como la nuestra, vive sumida en la más profunda oscuridad intelectual y espiritual como nunca se había conocido hasta ahora.  
Debemos aclarar que aquí se va a hablar de la Masonería tradicional, es decir, de aquélla que mantiene vivos y permanentes, a través de los símbolos, los ritos y los mitos los lazos con las realidades cosmogónicas y metafísicas emanadas de la Gran Tradición Primordial, de la que la Masonería es (en verdad) una ramificación. A nuestro entender, y considerada de esta manera, la Masonería, al igual que cualquier otra organización tradicional, ofrece al hombre caído e ignorante los elementos necesarios para llevar a cabo su propia regeneración y evolución espiritual.  
La estructura simbólica y ritual de la Masonería reconoce numerosas herencias procedentes de las diversas tradiciones que se han ido sucediendo en Occidente durante al menos los últimos dos mil años. Y este hecho, lejos de aparecer como un mero sincretismo, revela en esta Tradición una vitalidad y una capacidad de síntesis y de adaptación doctrinal que le ha valido el nombre de "arca tradicional de los símbolos". Todas esas herencias se han ido integrando con el transcurso del tiempo en el universo simbólico de la Masonería, amoldándose a su propia idiosincrasia particular. Procediendo de una tradición de constructores, no debe resultar extraño que la Masonería cumpla con la función de arca receptora, pues precisamente la construcción o edificación no tiene otra función que la de poner "a cubierto" o "al abrigo" de la intemperie o inclemencia del tiempo; pero, análogamente, cuando la construcción se entiende como algo sagrado —y este es el caso—está claro que ésta no hace sino proteger, y separar, del mundo profano (las tinieblas exteriores) todo aquello que corresponde al dominio estrictamente espiritual y metafísico. Por otro lado, este es precisamente el papel de los símbolos que aluden a las ideas de receptividad y concentración, como la misma arca, la copa, la caverna o el templo.  
Siendo, como hemos dicho, una vía iniciática de orígenes artesanales, la Masonería ha tenido una especial sensibilidad hacia todas las corrientes tradicionales con las que ha entrado en contacto. Así, de entre esas corrientes merecen destacarse, además del Hermetismo, las que proceden del Cristianismo, del Judaísmo y de la antigua tradición greco–romana, y más concretamente del Pitagorismo. También podríamos mencionar a la todavía más antigua tradición egipcia, sobre todo en lo que se refiere a los símbolos cosmogónicos relacionados con la construcción, pues, como es sabido, el antiguo Egipto es en realidad uno de los centros sagrados de donde surgió gran parte del saber que contribuyó a conformar, con su influencia sobre los filósofos griegos, la concepción del mundo propia de la cultura occidental. De todas formas, la herencia egipcia se transmite a la Masonería a través fundamentalmente de la Alquimia hermética y del Pitagorismo.  
Sin embargo, de esto que decimos no debe concluirse que la Masonería sea el "resultado" de la confluencia de todas esas tradiciones. Si así fuera, la Masonería vendría a ser una especie de collage o museo arqueológico donde tendrían cabida todas las reliquias del pasado encontradas aquí y allá, y catalogadas según la antigüedad respectiva de cada una de ellas. Evidentemente no queremos decir eso cuando hablamos de la herencia multisecular recibida por la Masonería. Cada tradición es legitimada y conformada por una "revelación" de orden divino acaecida, valga la paradoja, en un tiempo mítico, a–histórico y a–temporal. HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "n1" ( 1 )  
Dicha revelación es "única" para cada forma tradicional, que se constituye a partir de ella dándole su "sello" o "marca" particular, su estructura, y por tanto una función y un destino que cumplir en el escenario del tiempo de la historia. Otra cosa es que, por las circunstancias que fueren, una tradición reciba de otra (u otras) determinadas influencias por contacto o similitud, lo que muchas veces ha sido inevitable y hasta necesario. Pero de ninguna manera quiere esto decir que una tradición se "transforme" en otra, pues, como ocurre con cualquier ser vivo, cada una comprende un nacimiento, un desarrollo, una madurez, y finalmente una muerte. Aquello que se ha dado en llamar la "Unidad Trascendente de las Tradiciones", es bien distinto a una simple "uniformidad". Significa, fundamentalmente, que todas y cada una de ellas procede de una fuente única (la Tradición Primordial), que se manifiesta no en la forma o ropaje que puedan adoptar por circunstancias de tiempo y de lugar, sino precisamente en lo que constituye la "sabiduría perenne" contenida en el núcleo más interno y central de cada tradición. Lo que ocurre con respecto a la Masonería es que ésta no posee un carácter religioso, lo cual ha hecho posible su adaptación a todas las tradiciones, religiosas o no, con las que se ha relacionado a lo largo de la historia. Su simbólica iniciática, referida al arte de la construcción, entre otras cosas le ha servido de cobertura protectora, al mismo tiempo que le ha permitido amoldarse a cualquier "dogma" religioso o exotérico sin entrar en conflicto con él.  
Un ejemplo de esto lo tenemos en las relaciones que durante toda la Edad Media occidental mantuvo la Masonería con el poder eclesiástico y con las diversas organizaciones iniciáticas del esoterismo cristiano. Por otro lado, si la Masonería, con ese espíritu de fraternidad y tolerancia que le caracteriza, no hubiera acogido en su seno esas diversas herencias, con toda seguridad éstas se habrían perdido definitivamente. Y es posiblemente esa capacidad receptora la que ha contribuido a fomentar esa ilusión de sincretismo que erróneamente algunos le adjudican. Empero, es todo lo contrario, pues la Masonería al "reunir lo disperso" no ha hecho sino conservar en sus estructuras simbólico–rituálicas la "memoria" de esas múltiples herencias, cumpliendo con ello un papel "totalizador" que tiene su razón de ser (y una razón de ser profunda) en este final de ciclo que estamos viviendo. En este sentido, y al igual que en el "arca" de Noé fueron encerradas, para que no perecieran, todas las "especies" que debían ser conservadas durante el cataclismo intermedio entre dos periodos cíclicos; el "arca" masónica también acoge todo lo que de válido debe conservarse hasta que a su vez el ciclo presente finalice, y que constituirá los "gérmenes" espirituales que se desarrollarán durante el transcurso del ciclo futuro. Precisamente, esta función recapituladora asumida por la Masonería tradicional hace pensar que ésta subsistirá hasta la consumación del ciclo, lo que por otro lado, y como señala un autor masón, "... está expresado simbólicamente por la fórmula ritual según la cual la Logia de San Juan está en el valle de Josafat", que, añadimos, es donde simbólicamente tendrá lugar lo que en el Cristianismo se denomina el "Juicio Final" HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "n2" ( 2 ). En el mismo sentido, también se dice que la Logia masónica permanece "... en la más alta de las montañas y en el más profundo de los valles", aludiendo con ello al comienzo del ciclo (cuando el Paraiso se encontraba en la cima de la montaña del Purgatorio) y a su final (cuando la Verdad del conocimiento, representada por el estado edénico, "replegándose" en sí misma se ha hecho invisible a la mayoría de los hombres, ocultándose en el "mundo subterráneo"). Habría que decir, para completar esta simbólica cíclica, que el valle se corresponde con la caverna, la cual al estar en el interior de la montaña se sitúa por ello sobre un mismo eje que conecta la cúspide de la una con la base de la otra, uniendo de esta manera lo más "alto" (el principio) con lo más "bajo" (el final).

 El Creador como geómetra y arquitecto 

Dicho esto, que creemos ha sido necesario para aclarar ciertas confusiones que existen en torno a la Masonería, intentaremos explicar a continuación algunas de esas herencias simbólicas que esta Orden ha recibido de otras formas tradicionales, aún vigentes o ya desaparecidas. Del Hermetismo la Masonería recoge, en parte, la riqueza de la simbólica alquímica, que incluye las enseñanzas y vivencias de los procesos de transmutación psicológica que llevan del estado profano a la realización espiritual El simbolismo de los elementos, relacionados con las energías purificadoras de la naturaleza, es de suma importancia en el rito de la iniciación masónica. En este sentido, la "Cámara de Reflexión" masónica viene a ser lo mismo, y cumple idéntica función simbólica que el athanor hermético: un espacio cerrado e íntimo donde se producen los cambios de estados regenerativos ejemplificados por la gradual "sutilización" de la materia densa y caótica del compost alquímico. Igualmente, los diversos objetos simbólicos que se encuentran en la "Cámara de Reflexión" son casi todos de origen alquímico y hermético, como por ejemplo las tres copas conteniendo azufre, mercurio y sal, sin olvidar las siglas V.I.T.R.I.O.L. HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "n3" ( 3 ), y la banderola con las palabras "Vigilancia y Perseverancia", las cuales aluden al estado de vigilia permanente y paciencia de que debe armarse el alquimista en sus operaciones. Por otro lado, existen interesantísimas analogías entre el proceso de transmutación de la "materia caótica" alquímica y el desbastado de la "piedra bruta" en la Masonería, por lo que puede hacerse una trasposición totalmente coherente entre el simbolismo alquímico y el simbolismo constructivo y arquitectónico. Asimismo, la iniciación hermético–alquímica está presente por igual en los tres grados masónicos de aprendiz, compañero y maestro, que reproducen las tres etapas de la "Gran Obra", las que incluyen una muerte, un renacimiento y una resurrección, respectivamente. En fin, las leyes herméticas de las correspondencias y analogías entre el macro y el microcosmos están resumidas y sintetizadas en el esquema general del templo o Logia masónica, verdadera imagen simbólica del mundo.  

Cuadro de Logia. Grado compañero.

 Si la tradición hermética ha dejado la impronta de su huella en la Masonería, la del Pitagorismo no es desde luego menos importante, y hasta podríamos decir que es, junto al judeo–cristianismo, una de las más significativas, hasta el punto que no es posible comprender lo que es la Masonería sin esa referencia pitagórica. En efecto, numerosos símbolos masónicos denotan su procedencia pitagórica, o en todo caso muestran una identidad palpable con algunos de los símbolos más importantes de la cofradía fundada por el maestro de Samos. Tal es, por ejemplo, la conocida "estrella pentagramática" o pentalfa, de suma importancia en la simbólica del grado de compañero (donde recibe el nombre de "estrella flameante"), y que los pitagóricos consideraban como su signo de reconocimiento y un emblema del hombre plenamente regenerado.  
Pero es en la aritmética sagrada, es decir en la simbólica de los números en su vertiente cosmogónica y metafísica, donde se observa más claramente esa presencia del pitagorismo en la Masonería. Ambas tradiciones ponen el acento en el sentido cualitativo de los números, por lo demás estrechamente vinculado al simbolismo geométrico, el que a su vez está directamente relacionado con la construcción del templo exterior y del templo interior. En este sentido, debe señalarse que en el frontón de la Academia de Atenas Platón hizo grabar una inscripción que rezaba: "Que nadie entre aquí si no es geómetra", sentencia que unánimemente se atribuye a los pitagóricos, y que podría estar grabada perfectamente en el pórtico de entrada a la Logia masónica. Asimismo la Unidad o Mónada divina estaba simbolizada entre los pitagóricos por Apolo, el dios geómetra primordial que mediante la "ley invariable del número", que extrae de los acordes musicales de su lira, establece el modelo o prototipo por el que se rige la armonía de la vida universal. ¿Y no es, en el fondo, el Gran Arquitecto masónico, que con la escuadra y el compás determina la estructura y los límites del cielo y de la tierra, lo mismo que el Apolo pitagórico?  
En lo que se refiere al Cristianismo, es indudable que de él proceden numerosos e importantes elementos doctrinales integrados en la simbólica y el ritual masónicos. Desde luego esta integración se vió favorecida por la convivencia que durante prácticamente todo el Medioevo mantuvieron los gremios de constructores con las órdenes monásticas y de caballería, especialmente los templarios. Cuestionar o desconocer este aspecto cristiano tanto de la antigua como de la actual Masonería, es privar a ésta de una parte esencial de su propia identidad tradicional, además de demostrar con ello una ignorancia completa sobre el esoterismo cristiano, que es precisamente el que en gran medida ha recogido la Orden masónica. Sólo un dato, por lo demás sumamente significativo: los santos patrones y protectores de la Masonería son los dos San 

Juan, el Bautista y el Evangelista, y como ya se ha dicho la Logia es denominada "Logia de San Juan".  
A la presencia hermética, pitagórica y cristiana, habría que añadir la de la tradición judía, surgida del tronco de Abraham al igual que el Cristianismo y el Islam. La tradición hebrea ha transmitido a la Masonería fundamentalmente los misterios relativos a las "palabras de paso" y a las "palabras sagradas", todas ellas procedentes del Antiguo Testamento, si bien es verdad que también se encuentran palabras y nombres sagrados de origen cristiano, concretamente en los que se denominan los "altos grados" masónicos. En cierto modo, en la Masonería confluyen la Antigua Alianza y la Nueva Alianza, lo que conforma el judeo–cristianismo, el cual se constituyó en una sola tradición durante los periodos más florecientes de la Edad Media. No es ninguna exageración afirmar que esa constitución fue posible gracias a la propia Masonería operativa, que en este sentido desempeñó una auténtica labor de "puente", y muy especialmente en lo que se refiere al ámbito de la construcción y la arquitectura.  
Como más adelante tendremos ocasión de señalar, las palabras de paso y las palabras sagradas se relacionan con la búsqueda de la "Palabra perdida", búsqueda que concentra en gran parte el trabajo de investigación simbólica del masón. Igualmente la concepción simbólica de la Logia –como el templo cristiano–, está basada en el diseño geométrico del templo de Jerusalén (o de Salomón), y el arquitecto que dirigió las obras de dicho templo, el maestro Hiram, pasa por ser uno de los míticos y legendarios fundadores de la Masonería. HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "n4" ( 4 )  
Después de este cuadro general en el que muy someramente hemos apuntado, a nuestro juicio, las más significativas influencias tradicionales presentes en la Masonería, vamos a ver a continuación, sobre el plano de la historia, de qué forma esas influencias penetraron y se convirtieron en parte constitutiva de esta tradición. Y si bien aquí no tratamos específicamente de historia de la Masonería, pensamos que traer a la memoria ciertos hechos históricos tal vez podría hacernos comprender más en profundidad algunos símbolos masónicos que, en efecto, se fraguaron a la luz de esas múltiples herencias. Por lo demás, la historia es también una simbólica sagrada ligada al devenir cíclico y al destino de los hombres y las civilizaciones.  
Una historia simbólica
Debemos situarnos, pues, en esa época crucial de la historia de Europa y Occidente que indudablemente fue la Edad Media. Allí encontramos a los gremios, o agrupaciones de constructores conocidos como los free–masons o franc–masones, que al estar exentos del impuesto de franquicia podían viajar y desplazarse libremente por todos los países de la cristiandad. De esa libertad de movimiento les venía dado, en parte, el nombre de "franc–masones", que quiere decir "albañiles, o constructores, libres". Decimos "en parte", porque, como muy acertadamente escribe Christian Jacq: "El franc–masón es el escultor de la piedra franca, es decir, de la piedra que puede ser tallada y esculpida... El 'masón franco' es sobre todo el artesano más hábil y más competente, el hombre que es libre de espíritu y que se libera de la materia por su arte... En numerosos textos medievales, el franc–masón es opuesto al simple albañil, que no conocía la utilización práctica y esotérica del compás, la escuadra y la regla". Así, pues, esos "masones francos" poseían sus misterios iniciáticos, y sus técnicas del oficio, relacionadas con la construcción, expresaban en el orden concreto de las cosas la realización efectiva de esos misterios.  
En gran medida, esas técnicas los masones operativos las habían heredado directamente de los Collegia Fabrorum romanos, es decir, de las agrupaciones de constructores y artesanos cuyos orígenes se remontaban al legendario rey Numa. Al igual que ocurrió con la Masonería, Los Collegia Fabrorum también recogieron la herencia simbólica de tradiciones desaparecidas, la más notable de las cuales fue la tradición Etrusca, cuya cosmología pasó al Imperio Romano por el conducto de esos colegios. Es interesante resaltar que los Collegia Fabrorum veneraban muy especialmente al dios Jano Bifronte, llamado así porque poseía dos rostros, uno que miraba a la izquierda (a Occidente, el lado de la oscuridad), y otro a la derecha (a Oriente, el lado de la luz), abarcando de esta manera el mundo entero. Si bien el simbolismo perteneciente a esta divinidad romana es bastante complejo, no obstante se sabe con seguridad que estaba relacionada con los misterios iniciáticos, concretamente con los ritos de "pasaje" o de "tránsito". En la Masonería operativa medieval esos mismos atributos pasaron a formar parte de los dos San Juan, cuyo nombre es idéntico al de Jano. Más, a través de los Collegia romanos, la Masonería recibió (entre otras fuentes de procedencia diversa) la cosmología de los pitagóricos, basada, como ya se ha mencionado, en las correspondencias simbólicas de los números y la geometría, ciencias y artes sagradas que precisamente tienen en la arquitectura sus aplicaciones más perfectas. Entre los personajes conocidos que facilitaron esa labor de transmisión de la cosmología pitagórica (y también platónica) al Medioevo, merece destacarse, en el siglo VII, a Boecio, llamado el "último de los romanos" y autor de la Consolación de la Filosofía. Los estudios de Boecio sobre astronomía, geometría, aritmética y música, fueron realmente decisivos para el enriquecimiento de las "siete artes liberales", divididas en el trivium y el cuadrivium, de suma importancia en las enseñanzas de la masonería operativa. Por otro lado, la filosofía de Boecio influyó notoriamente en la literatura y el pensamiento esotérico de la Masonería tradicional de los siglos XVIII y XIX, por ejemplo en autores como Louis Claude de Saint Martin y José de Maistre.  
Siguiendo con este orden de ideas, existió una leyenda difundida entre los masones de habla inglesa, según la cual un tal Peter Grower, originario de Grecia, trajo a los países anglosajones determinados conocimientos relativos al arte de la construcción. Algunos autores, entre ellos René Guénon, afirman que este personaje, Peter Grower, no era sino el mismo Pitágoras, o mejor dicho, la ciencia de los números y la geometría que a través de los pitagóricos se introdujeron en las islas británicas, al mismo tiempo que en todo el continente. En el mundo de la Tradición muchas veces los nombres de las personas, bien históricas o legendarias, designan, más que a esos personajes mismos, a los conocimientos que ellos vehicularon y que con frecuencia se transmitieron por el conducto de las escuelas o cofradías que fundaron. Es lo que en cierto modo ocurre también con el matemático griego Euclides, que es mencionado en los "Antiguos Deberes" –Old Charges–, los cuales representan una serie de documentos y escritos de la Masonería operativa donde fueron plasmados algunos eventos relacionados con la historia sagrada de la Orden masónica. En uno de esos documentos, el manuscrito Regius, se hace alusión a Euclides como el "padre" de la geometría, recalcándose que ésta no designa sino a la propia Masonería. En otros manuscritos se dice que el mismo Euclides fue discípulo de Abraham, lo que desde el punto de vista de la cronología histórica es un verdadero sin sentido, pues como se sabe Euclides vivió en Egipto durante el siglo III a. C., y Abraham dos mil años antes, aproximadamente. Pero, teniendo en cuenta que se trata de historia sagrada, y no simplemente profana, lo que en verdad se quiere significar con esta leyenda es que Euclides fue el discípulo que recibió el saber que el Patriarca encarnaba, y que no era otro que el monoteísmo hebraico en su expresión cosmogónica y metafisica. HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "n5" ( 5 )  
Resumiendo, en realidad todo esto alude a una transmisión de carácter sagrado efectuada de la tradición judía a la Orden masónica, lo que equivale a una auténtica "paternidad espiritual".  
Sea como fuere, el legado de la cosmología greco–romana unida a la espiritualidad cristiana, dio como resultado la creación de la catedral gótica, edificada por los gremios de constructores. Una catedral, o un monasterio, es un compendio de sabiduría; en ella, grabada en la piedra, se plasman todas las ciencias y todas las artes, así como los diferentes episodios bíblicos que conforman la historia de la tradición judeo–cristiana. Allí aparecen los diversos reinos de la naturaleza, el mineral, el vegetal, el animal y el humano, lo mismo que las jerarquías angélicas que circundan el trono donde mora la deidad. Todo ello convierte la catedral en un libro de imágenes y símbolos herméticos reveladores de la estructura sutil y espiritual del cosmos. Esas columnas que se elevan verticalmente hacia otro espacio, uniendo la parte inferior (la tierra) a la superior (el cielo), esos arcos y bóvedas que semejan cristalizaciones de los movimientos circulares generados por los astros, esa luz solar que al penetrar a través del colorido polícromo de los vitrales se transforma en un fuego sutil que todo lo inunda; todo ello, decimos, nos permite reconocer la existencia de un espacio y un tiempo sagrados y significativos. Este conjunto de equilibrios, módulos y formas armoniosas (que por reflejar la Belleza de la inteligencia divina se constituye en "resplandor de lo verdadero", como diría Platón) se genera a partir de un punto central, que a su vez es el "trazo" de un eje vertical invisible, pero cuya presencia es omnipresente en todo el templo. Este punto central no es otro que el "nudo vital" que cohesiona el edificio entero, y donde confluye y se expande, como si de una respiración se tratara, toda la estructura del mismo. Dicho "nudo vital" era bien conocido por los maestros de obra, que veían su reflejo en el ombligo, sede simbólica del "centro vital" del templo–cuerpo humano. Esa estructura del cosmos–catedral, imperceptible a los sentidos ordinarios, se percibe no obstante, gracias a la intuición intelectual y a las formas visibles del cielo y la tierra, que están simbolizadas por la bóveda y la base cuadrangular o rectangular, respectivamente. De ahí que la Masonería conciba el cosmos como una obra arquitectónica, y la divinidad, como el Gran Arquitecto del Universo, también llamado Espíritu de la Construcción Universal en otras tradiciones.


  La plomada, imagen del 
equilibrio y la verticalidad
Cerca de las catedrales en construcción se encontraban los talleres o logias, en los que se trazaban y diseñaban los planos, se repartían los cargos, se hablaba de los detalles de la obra, y en definitiva se celebraban los ritos y ceremonias de iniciación. Estos talleres eran auténticos centros de enseñanza tradicional donde, además de las técnicas del oficio, se impartían los conocimientos cosmogónicos. Realmente en los talleres masónicos se conjugaban el arte y la ciencia, la práctica y la teoría, siguiendo así el famoso adagio escolástico según el cual la "ciencia sin el arte no es nada".  
Cada Logia o taller estaba bajo la autoridad de un maestro arquitecto, que tenía a sus órdenes los oficiales compañeros (divididos en subgrados y funciones), que a su vez vigilaban y dirigían los trabajos de los aprendices. Esta estructura ternaria y jerarquizada de aprendiz, compañero y maestro se encuentra con los mismos o diferentes nombres unánimemente repartida en todas las organizaciones iniciáticas y esotéricas, pues dicha jerarquía expresa un modelo del proceso iniciático íntegro, que reproduce exactamente el desarrollo cosmogónico de las "tinieblas a la luz", del "caos al orden".  
Uno de los pocos testimonios que se han conservado de los diseños realizados por los masones operativos es el álbum del arquitecto francés Villard de Honnecourt, al cual pertenece también el trazado de un laberinto, que por su forma es idéntico al de todos los laberintos iniciáticos: una serie de repliegues concéntricos que conducen, después de un largo recorrido que comienza en la periferia, al centro mismo del laberinto, o punto de contacto con el eje vertical por donde se produce la comunicación con los estados superiores y la "salida" definitiva del cosmos, es decir de los limites determinados por el tiempo –y su devenir cíclico– y el espacio.  
Junto a los masones operativos encontramos a los sabios alquimistas y astrólogos, perfectos conocedores de las ciencias de la naturaleza aplicadas como símbolos vivos del proceso iniciático y regenerador. Ellos dotaron la catedral de numerosos símbolos basados en las correspondencias y analogías entre el macro y el microcosmos, el cielo y la tierra, la divinidad y el hombre, considerándose los legítimos herederos de la ciencia sagrada de Hermes Trismegisto. La "piedra bruta" que los masones pulían y tallaban con destino a la construcción, representaba, como ya hemos dicho, lo mismo que la "materia caótica" de los alquimistas: una imagen de la substancia plástica indiferenciada en la que están contenidas, en estado no desarrollado y potencial todas las posibilidades de manifestación de un mundo o de un ser. La piedra estaba viva, no era simple materia inerte, y al mismo tiempo su dureza y estabilidad simbolizaban la inmutabilidad y firmeza del Espíritu. En todo esto, un hecho no debe pasar inadvertido; los alquimistas tenían como santo patrón a Santiago el Mayor, el que junto a San Juan Evangelista (patrón de los masones) y San Pedro (fundador de la Iglesia), asistió a los misterios de la Transfiguración de Cristo en el Monte Tabor. A partir de entonces un "lazo" fundamentado en un "Secreto" debía unir, por encima de las diferencias formales, a todos aquéllos que estaban bajo la protección de esos santos cristianos, una muestra de lo cual fueron las fraternales relaciones que se vivían durante las edificaciones de las iglesias–catedrales. Esa 

confraternidad entre alquimistas y masones debía perdurar aún hasta bien entrado el siglo XVIII.  
La libertad de movimiento de que gozaban los masones francos, facilitaría los intercambios de conocimientos con otros gremios artesanales, entre los que destaca el llamado Compañerazgo, que agrupaba diversos oficios (entre ellos los talladores de piedra y escultores), y que, al igual que los masones, tenían sus grados y secretos de iniciación. Asimismo, esos intercambios se dieron con las diversas órdenes monásticas y caballerescas. No hay que hacer, pues, un excesivo esfuerzo de imaginación para formarse una idea del clima espiritual que se respiraba en aquella fecunda y luminosa época. Aquí sí que habría que decir, sin temor a exagerar, que el saber no tenía fronteras. Y es más, la cordial convivencia habida entre las organizaciones iniciáticas y esotéricas, y aquéllas de carácter religioso y exotérico, testimoniaba el vigor y la salud de la tradición.  
Los caballeros templarios, esos monjes guerreros que eran también constructores y cuyas reglas fueron inspiradas por San Bernardo, mantenían bajo su protección numerosas logias masónicas. Y esto no debe pasar inadvertido, pues cuando esta organización del esoterismo cristiano desapareció como tal en circunstancias sangrientas (debido a la confabulación del siniestro rey francés Felipe el Hermoso y del Papa Clemente V), esas mismas logias, sobre todo las de Inglaterra y Escocia, acogieron en su seno a muchos de los templarios supervivientes, los cuales traían consigo ciertos conocimientos iniciáticos de su Orden que acabarían por integrarse definitivamente en la estructura simbólica y ritual de la Masonería. Digamos que de entre esas logias merece ser destacada la Gran Logia Real de Edimburgo, fundada por el rey Robert Bruce, que se opuso a aquella abolición combatiendo junto a los templarios. Resulta por lo menos significativo que la fecha de constitución de la Orden Real de Escocia sea la de 1314 (año en que se abolió el Temple), y que ésta tuviera como Logia Madre a la Orden Heredom de Kilwinning, algunos de cuyos rituales eran de inspiración templaria. Y esta palabra, heredom, significa "herencia", que no es otra que la recibida por los templarios. Desde luego no existen documentos escritos que atestigüen la realidad de esa herencia simbólica, aun siendo evidente que la hubo. Por tratarse de transferencias sagradas éstas tienen lugar primeramente en el plano estrictamente espiritual y metafísico, concretándose en el ámbito humano por mediación de individualidades (poco importa en este caso que sean conocidas o anónimas) que las realizan de manera efectiva.  
Un hilo sutil y luminoso une el mundo superior al inferior, y el inferior al superior, y el mantenimiento de esa comunicación es una de las principales funciones que siempre han tenido las organizaciones tradicionales e iniciáticas. Recordemos, en este sentido, que la palabra "tradición" procede del latín tradere, que significa "transmitir" –y por extensión herencia–, y transmisión de una verdad, volvemos a repetir, que se remonta a los orígenes mismos de la humanidad, y que todas las civilizaciones han considerado como la fuente de su saber y cultura. Esencialmente los templarios transmitieron a la Masonería la idea de la edificación del templo espiritual "que no es hecho por manos de hombre" según el mensaje evangélico. Dicha idea quedó plasmada con la creación de ciertos altos grados, complementarios a la maestría, de procedencia tempIaria. Uno de los más notables, por su riqueza simbólica, es el grado de Royal Arch del Rito Inglés de Emulación.  
La Orden del Temple (o del Templo), en su núcleo más interno era de esencia johánnica (lo mismo que la Masonería), pues se inspiraba en los misterios contenidos en el Evangelio y el Apocalipsis de San Juan. Asimismo los "Caballeros de Cristo" tenían como una de sus principales misiones la protección del Santo Sepulcro y el mantenimiento de las relaciones con la "Tierra Santa", es decir con el "Centro Supremo" o "Centro del Mundo". Con la desaparición del Temple, la Masonería tradicional (y aquí recalcamos lo de "tradicional"), al igual que la Orden hermética de la Rosa–Cruz, seguiría manteniendo para Occidente los vínculos con esa "Tierra Santa", también llamada en otras culturas "Tierra de los Inmortales" o "Tierra de los Bienaventurados".  
Durante el Renacimiento la misma ausencia de documentos escritos encontramos en las relaciones que mantuvo el hermetismo cristiano y alquímico con la Masonería. Gracias a la recuperación de la filosofía platónica impulsada en Italia por Marsilio Ficino y Pico de la Mirándola, en esa época se asiste a un nuevo resurgimiento de la tradición y del saber hermético, en el que hay que incluir la Magia Natural y la Cábala cristiana.  
Libros como De Harmonia Mundi de Francesco Giorgi, La Cábala Denudata de J. Reuchlin, La Mónada Hieroglífica de John Dee, y la Filosofía Oculta de Cornelio Agripa, entre tantos otros, ejercieron una gran influencia en los círculos herméticos de toda Europa. En todo esto hay algo importante a señalar: debido a la confraternidad que se dio en el Medioevo entre las agrupaciones herméticas y los gremios de constructores, era perfectamente normal que en una época como el Renacimiento –en donde el soporte de una civilización tradicional estaba ya bastante debilitado– esos vinculos se fortalecieran con el fin de salvaguardar los valores de la tradición y la doctrina.  
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2a. Parte

 NOTAS  
1     Aludiendo a esa primordialidad, algunos textos masónicos de la Edad Media remontan la Masonería a los orígenes mismos de la presente humanidad, cuando se dice que: "Adán fue el primer iniciado masón y el Paraíso la primera Gran Logia". Parafraseando lo que al respecto se menciona en algunos rituales ingleses, el simbolismo masónico existe from immemorial time, es decir, desde tiempo inmemorial. HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "1" (R)  
2     Denys Roman, René Guénon et les destins de la Franc–Maçonnerie. HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "2" (R) 
3     Visita Interiora Terrae, Rectificando Invenies Occultum Lapidem ("Visita el interior de la Tierra, rectificando descubrirás la Piedra oculta"). HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "3" (R) 
4     Es interesante comprobar que las raíces de los nombres de Hiram y Hermes, HRM, son idénticas, lo que nos lleva a suponer que existe entre ambos una misma función tradicional, o una misma energía espiritual adaptada a dos formas tradicionales ligadas a la revelación de los misterios cosmogónicos. HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "4" (R) 5     El monoteísmo hebraico se constituye a partir de la confluencia entre la tradición abrahámica surgida de Caldea (Abraham era oriundo de la Ur caldea) y una corriente directamente vinculada con la Tradición Primordial. En la Biblia esta conjunción está simbolizada por el encuentro acaecido entre Abraham y Melquisedeq, "sacerdote del Altísimo y rey de Salem" representante de esa corriente primordial. HYPERLINK "D:\HIPER\web\web. masonicas\" \l "5" (R) 
 

Símbolo, Rito, Iniciación

En 1992 apareció en la editorial Obelisco de Barcelona la obra "Símbolo, Rito, Iniciación", firmada por Siete Maestros Masones, fruto del trabajo de buril de logias ligadas a los colaboradores habituales de SYMBOLOS. Los que se presentan a continuación son igualmente escritos leídos en Logia, y constituyen un testimonio de los trabajos de un Taller en activo; la lectura de esos "trazados", o "planchas grabadas" o "buriladas"por los Hermanos se ubica en el orden del día de los Trabajos de una Tenida. En esta ocasión queremos reproducir una selección de las planchas de nuevos maestros no incluidos en la publicación mencionada anteriormente que participan de modo activo en la constante recreación de la Obra Constructiva del Gran Arquitecto del Universo.   
Aunque todas comienzan con la expresión "A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo. Libertad, Igualdad, Fraternidad. Venerable Maestro, Queridos Hermanos", lo indicamos sólo al comienzo para evitar repeticiones innecesarias. Se han conservado los títulos o encabezados en las que así consta.   
 
 
A. L. G. D. G. A. D. U.
L. I. F.
V. M., QQ. HH.:

Ayer, 2 de Febrero, la liturgia cristiana celebró la fiesta de la Presentación del Señor en el Templo, cuarenta y cinco (4 + 5 = 9) días después de su nacimiento el 25 de Diciembre. Se inicia así el mes de las purificaciones (Febrero) celebrado tanto por los ritos paganos como por los católicos. Esta purificación viene simbolizada también por la bendición y encendido de las candelas (el 2 de Febrero es llamado la Candelaria), que simboliza por una parte el fuego vital que aparece en la naturaleza y anuncia la venida de la renovación cíclica del cosmos con la primavera, y por otra al Cristo mismo, luz del mundo anunciadora de la "vida nueva", hecho éste ejemplificado y ritualizado mediante el bautismo.   

No es por casualidad también que hoy mismo, 3 de Febrero, se consagra el Tabernáculo de David, padre del Rey Salomón, el constructor del templo de Jerusalén, imagen arquetípica de nuestro Templo. Este hecho es análogo al anterior, ejemplificando en la muerte del Rey David y el coronamiento de Salomón esta renovación cíclica y transmisión de "sangre nueva" e inicio de un ciclo nuevo. Podemos ver en la subida al trono del Rey Salomón un "bautismo llevado a cabo por su padre David quien, después de este rito iniciático, muere.   

Todo ello, al obedecer a leyes cósmicas que se desarrollan muy a pesar del cosmos mismo, tiene su efecto en el hombre, quien en su camino iniciático pasa a través de sucesivas muertes y nacimientos, ritualizando y efectivizando así en su persona, el orden cíclico que signa todo proceso de manifestación.   

Pero esta muerte no tiene, como en la Pascua, un carácter sacrificial. Se refiere a un cambio cíclico, dejando atrás el "año viejo" y encendiendo el fuego del "año nuevo". Es una iniciación en el más claro sentido del término: el "hombre viejo" (el nacido al mundo sensible) se transforma en "hombre nuevo" (el nacido al mundo espiritual) y a partir de aquí empieza el camino a través del año (el camino redondo). Así el hombre ordena y se ordena con respecto a la Norma.   

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Elección de nombre simbólico
Escribe el maestro René Guénon en Aperçus sur l'Initiation que es consecuencia lógica inmediata de la iniciación, en tanto que segundo nacimiento, que "el iniciado reciba un nombre nuevo, diferente de su nombre profano; y ello no consiste en una simple formalidad, puesto que este nombre debe corresponder a una modalidad igualmente diferente de su ser, cuya realización se hace posible por la acción de la influencia espiritual transmitida por la iniciación" (cap. XXVII). Designar a un miembro de una organización iniciática por su nombre profano "será tachado de falsedad, poco más o menos como lo sería la confusión entre un actor y un personaje del que desempeña el papel, cuyo nombre se aplicase a aquél obstinadamente en todas las circunstancias de su existencia" (ibid).   

En el Programa Agartha se nos dice que nombrar es dar existencia inteligible a las cosas, rescatando de ellas su identidad, su cualidad y su sentido más noble y universal. Esta facultad, que ejercemos al pronunciar un nombre simbólico, está otorgada por Dios y se vincula a la intuición espiritual. Con el nombre se atribuye función y destino al ser nombrado.   

Siendo así, os ruego, QQ. HH., que queráis nombrarme H. Ermitaño a partir de ahora. El Ermitaño representado en la novena carta del Tarot anda en las tinieblas con la débil luz de un farol en la mano. Se diría que va en busca de la verdadera luz, al igual que todos los que hemos solicitado ser recibidos masones; su imagen proyecta en nosotros el recuerdo de que "no somos realmente masones hasta el día en que nuestro espíritu se ha abierto a la inteligencia de los misterios de la Masonería" (Ritual del primer grado simbólico). Como masón, mi destino no es otro que posibilitar la iluminación efectiva de mi corazón.   

Nombrándome así, me estaréis llamando 9. Es el número de la circunferencia, cuyos puntos indefinidos no pueden existir más que a partir del centro, del cual son su reflejo aparente, y al cual deben retornar al concluir el ciclo. 9 es 32 ó 3 x 3; contiene pues, al número del Aprendiz, sobre el cual la Triunidad principial actúa y al cual eleva sosteniéndolo, como el báculo al Ermitaño.   

El Ermitaño es símbolo de la interioridad, de los conocimientos ocultos, de la iluminación y la sabiduría, de la paciencia, de la perseverancia, del acallamiento de las pasiones; en definitiva, de lo que está en nosotros virtualmente.   

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El mazo y el cincel
la piedra bruta, imagen de la materia prima indiferenciada y del caos de los estados inferiores, es símbolo del grado de Aprendiz. Sobre esta piedra bruta, que bien podemos entender como el Aprendiz mismo, se emprenderá el camino de la Gran Obra.   

En nuestra Orden dos son las herramientas que han sido legadas para acometer en este grado la tarea; el mazo y el cincel.   

El Mazo representa la voluntad con la que el Aprendiz golpeará y expulsará todos los aspectos psicológicos que han formado su personalidad individual: sueños, emociones, cargas, apegos, ilusiones, deben ser transformados en Voluntad Universal. Es la fuerza y la energía del Mazo la que golpea todos estos aspectos individuales en un ejercicio de certeza y de rigor.   

El Cincel representa a la Inteligencia con la que el Aprendiz, una vez golpeadas sus asperezas individuales, empieza a moldear la piedra bruta, a través del discernimiento que separará lo sutil de lo denso y a dirigir con inteligencia la decisión de la voluntad.   

El Mazo y el Cincel operan conjunta y simultáneamente en la piedra bruta.   

El Mazo expulsa con voluntad y fuerza de la piedra las cuestiones individuales y el Cincel reintegra con discernimiento y belleza las cuestiones universales.   

El desbastado y pulimento de la piedra bruta y la meditación permanente de este gesto simbólico, liberará al Aprendiz de sus ataduras individuales y psíquicas, y le conferirá más allá de los sueños la posibilidad de insertarse en una realidad de orden universal, la de real mediador entre cielo y tierra.   

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La plomada y el nivel
Pudiera parecer en un primer acercamiento que estos elementos constructivos de tanta importancia en Masonería son sólo especificaciones a un nivel literal de unos símbolos de orden más elevado, la vertical y la horizontal, de los cuales derivan y a los que se vienen a superponer desde fuera, llegando incluso a enmascarar su imagen sintética.   

Esto no es así. La simbólica estudia los diferentes símbolos, al mismo tiempo que observa su interacción y complementariedad; dichas relaciones conforman grupos o familias dentro de las cuales cada símbolo centra la atención en un aspecto determinado, arrojando luz sobre los demás.   

En el caso de la vertical, la idea de axis o eje se ve enriquecida desde distintos ángulos. La escalera pone énfasis en la movilidad de energías, el descenso del flujo espiritual y el ascenso a través de los distintos estados del ser. La columna nos habla del soporte necesario para el sostenimiento del edificio, de la unión entre lo alto y lo bajo. El árbol lo hace de la jerarquía, plasmada en sus distintas partes: raíz, tronco y copa. La espada y la lanza, desde una perspectiva guerrera redundan en la imagen masculina de la acción esencial sobre la pasividad substancial. Todos ellos ven en la vertical, lo espiritual y celeste. Lo mismo ocurre por otro lado con los símbolos que bajo diferentes prismas, nos hablan de la horizontal como lo material y terrestre.   

Esta riqueza de imágenes y vínculos propicia el despertar, en quien los contempla, de la parcela afín dentro de sí, por identificación entre el conocedor y lo conocido. Es precisamente con el reconocimiento de estas chispas o luces que se va configurando el itinerario de la periferia al centro; vía que cada cual va trazando al mismo tiempo que la sigue, diseñada por él y para él, y que siendo diferente a todas las demás ­sobre todo al comienzo cuando elige las voces que parecen hablarle desde más cerca­ se van haciendo progresivamente más próximas dado que conducen a un mismo fin.   

Dicho esto conviene subrayar que estas correspondencias y analogías no deben confundirse con análisis detallados ni desembocar en sistema alguno, lo que aquí se contempla es algo vivo, la misma vida y no su fijación caricaturesca. Estamos demasiado acostumbrados a estancar lo que fluye, a compartimentar y fosilizar, haciéndonos impermeables a la verdadera naturaleza de las cosas y a su mensaje.   

Toda imagen simbólica en última instancia puede asimilarse a la figura geométrica que representa, o lo que es lo mismo a un número, y a partir de éste a la unidad, de donde procede y desde la cual toda división, incluso la de la primera polaridad, es ilusoria. Pero esta verdad de orden metafísico, que considera al Principio desde el Principio mismo, no excluye que desde la manifestación todo símbolo tenga su razón de ser en cada plano de lectura y concretamente en el que se materializa, donde a través de los sentidos percibimos su carácter singular y comienza el mágico recorrido antes aludido.   

En el caso de la plomada y el nivel es a través del rito constructivo, fundamento de nuestra Orden, que la vertical y la horizontal se ofrecen para la meditación.   

La plomada o perpendicular consiste en una pieza de plomo que pende al final de un hilo, y aprovechando la fuerza de la gravedad marca la línea vertical. La tensión entre ambos extremos refleja la teoría hindú de los tres "gunas", cualidades esenciales presentes en todos los seres; aquí "tamas" viene expresado por el plomo, el más pesado de los metales, y su tendencia descendente hacia los estados inferiores. En oposición "sattwa" nos muestra la dirección a través de la cual el plomo, mediante sucesivas transmutaciones está llamado a ascender hasta su definitiva conversión en oro. La proyección de ese eje dentro de sí, da al iniciado la noción de rectitud y le permite rescatar el verdadero sentido de palabras como integridad, nobleza o virilidad, que en nuestros días se han vuelto insignificantes, o lo que es peor se entienden como algo externo, ligado a determinadas formas que encubren lo opuesto de lo que aparentan y tienen por tanto la marca de la falsedad. La auténtica virilidad es pues interna y se refiere a lo espiritual. Cuando un profano solicita su ingreso en la Masonería debe ser antes "aplomado", operación análoga a la que cada masón efectúa a cada momento consigo mismo, observando la distancia existente entre su centro y el centro del estado de ser; su libertad vendrá expresada por saber alejar las fuerzas centrífugas que le llevan a la dispersión y a la identificación con lo que deviene, y por un saberse sumar a las energías que le remiten al centro, la Unidad entera y sin par.   

En la Logia, el 2º V. gobierna por la plomada y es el responsable directo de la instrucción de los HH. Aprendices, es pues desde los mismos cimientos que la construcción del Templo debe elevarse con rectitud, sin una base perfectamente orientada hacia lo más alto no hay crecimiento posible. El 1er. V. gobierna por el nivel y es el responsable directo de la instrucción de los HH. Compañeros. En este grado, el iniciado, pasando de la perpendicular al nivel, expresa su realización a partir del conocimiento de la actividad celeste, es decir que puede plasmar en la horizontal de su acción vital, "rajas" en la tradición hindú, la vertical intuida.   

El nivel es en realidad una plomada suspendida del vértice de una estructura. Su función es marcar la horizontal, pero para ello es preciso que la vertical cruce el punto medio de su base, es decir el nivel no sólo presupone la plomada, sino que la contiene y es su resultado. Es imposible saber si una recta es realmente horizontal por ella misma, puede parecerlo y estar sin embargo sesgada, inclinada hacia cualquier aspecto o tendencia particular; la única forma de verificar su horizontalidad es comprobando que la plomada la atraviesa por su punto medio, es decir por su centro, fecundándola y haciéndola por tanto generosa y bella, reflejo de la Verdad.   

El masón se expresará pues siendo consciente del eje que le anima, aspirando a realizar la unión de ambos instrumentos, síntesis que de hecho sólo realiza la escuadra perfecta, atributo del V. M., centro crístico de la cruz donde se resuelven las expresiones y las tensiones, morada de la Paz y el Silencio.   

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Primavera y Pascua
Asistimos estos días al nacimiento de la primavera, plenitud y exhuberancia de las formas, florecimiento y derroche de luz. En la antigua Grecia, tras el equinoccio se rendía culto a Dionisos y los iniciados se abandonaban, como la naturaleza misma, a una jubilosa embriaguez, la cual era considerada como un estado de auténtica posesión divina.   

Esto contrasta radicalmente con la oscuridad y aparente lugubrez de la Semana Santa cristiana, su dramatismo y temporal abatimiento nos recuerdan las tinieblas que cubren necesariamente cualquier cambio de estado.   

El masón reconoce en ambos extremos la Vía, contempla su complementariedad viendo en la pasión concentrada en un punto de máxima contradicción, el reposo, y en la muerte una expansión gozosa.   

La pascua, "el paso", nos enseña el estrecho y a la vez inmensamente libre sendero del Amor. La plenitud y la extinción son una misma cosa. Los misterios de la vida, la muerte y la Resurrección un único misterio.   

Pascua quiere decir "pasaje o tránsito" en hebreo, y es innegable la resonancia simbólica que estas palabras tienen para nosotros, pues aluden claramente a la idea de pasar o ir de un lugar a otro, que es el sentido que también tiene la iniciación, concebida como paso o peregrinación de las "tinieblas a la luz", o de la ignorancia de los principios y sus leyes universales al conocimiento y conformidad a ellos. Esta idea también está presente en la masonería, y los distintos grados iniciáticos que conforman su estructura poseen "palabras de paso", gracias a las cuales y del conocimiento de lo que ellas significan, podemos ir "haciendo nuevos progresos" en la orden, los que han de coincidir necesariamente con nuestra propia realización interior.   

En las tradiciones judía y cristiana, tan presentes en la masonería, la pascua constituye el rito por excelencia de la "renovación", tanto en lo que se refiere al ciclo anual y cósmico (pues coincide con el equinoccio de Primavera y por tanto con la regeneración de toda la naturaleza), como al espiritual, pues dicha "renovación" no es otra cosa que el "paso" de un estado condicionado a otro verdaderamente libre e incondicionado. Y esto se vive a diferentes niveles de uno mismo durante el proceso iniciático (sometido a las "disoluciones" y "coagulaciones" alquímicas), pero siempre el resultado de ese "pasaje" representará la liberación de ciertos condicionamientos y limitaciones, hasta que se logre finalmente realizar la Unidad, y con ella la Liberación total y permanente.   

Por eso es importante, Queridos Hermanos, que nuestra Logia celebre esta noche la memoria del rito Pascual, y que además ello coincida en unos momentos en que la propia Logia está también en un proceso de "pasaje" y de "renovación", al haberse cumplido un ciclo de ella misma y estar abriéndose otro en el que nuevas posibilidades deberán ser manifestadas y desarrolladas, siempre en el Nombre y a la Gloria del Sumo Arquitecto, lo que la hará progresar (y con ella a todos nosotros) en las "vías que nos han sido trazadas". Sólo así la Logia será un refugio en el que los Hermanos realizan sus trabajos y estudios "a cubierto" del mundo profano, amparados en las ideas que la Tradición nos transmite a través de los símbolos y los ritos, y viviendo realmente lo que significa la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, que es, por cierto, mucho más que la simple "camaradería". Y para ello es fundamental que cada uno sepa "el lugar y el sitio que le corresponde", pues será a partir de ahí que la Logia reflejará verdaderamente la armonía del orden cósmico, reflejo a su vez de la Belleza, la Inteligencia y la Sabiduría del Gran Arquitecto del Universo.   

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Más sobre la Pascua
Pascua, en hebreo Pesah, significa "pasar más allá". El pueblo hebreo había heredado de los pueb los nómadas el rito de la pascua, mediante el cual se actualizaba la renovación cíclica del cosmos y la partida de los rebaños hacia los pastos de verano el día siguiente al plenilunio del primer mes lunar después del equinoccio de primavera. Los primogénitos del rebaño eran inmolados esa misma noche y su sangre esparcida sobre las cabañas, como acto de purificación y salvaguarda contra los peligros que amenazaban a la comunidad. Después en comida ritual se ingería la carne de los corderos y se danzaba saltando ritualmente como figuración del "pasar más allá". Era una fiesta pues de "tránsito" y consiguientemente de renovación cíclica del cosmos.   

Fue, coincidiendo con la fiesta de la pesah , que el pueblo elegido de Dios, abandonó, por mandato de Éste, Egipto. El acontecimiento se relata en el Exodo con el anuncio de la décima plaga que sufrirá el pueblo de Egipto como sigue:   

"Dijo YHVH a Moisés y Aarón en el país de Egipto: Este mes será para vosotros el comienzo de los meses (...) el día diez de este mes tomará cada uno para sí una res de ganado menor (...) el animal será sin defecto, macho, de un año (...) lo guardaréis hasta el día catorce de este mes y toda la asamblea de la comunidad de los israelitas lo inmolará entre dos luces. Luego tomarán la sangre y untarán las dos jambas y el dintel de la casa donde lo coman. En aquella misma noche tomarán la carne. La comerán asada, al fuego, con ázimos y con hierbas amargas (...) no dejaréis nada para mañana, lo que sobre al amanecer lo quemaréis (...) así lo habréis de comer: ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros pies y el bastón en vuestras manos; y lo comeréis de prisa. Es pascua de YHVH. Yo pasaré esta noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto (...) la sangre será vuestra señal en las casas donde moráis, cuando yo vea la sangre pasaré de largo entre vosotros, y no habrá entre vosotros plaga exterminadora (...) este será un día memorable para vosotros, y lo celebraréis como fiesta en honor de YHVH de generación en generación. Decretaréis que sea fiesta para siempre."   

YHVH hizo caer la décima plaga sobre Egipto al permitir así la salvación del pueblo de Israel en ocasión de la Pesah. Asimismo Cristo murió en ocasión de la Pesah. La Pascua judía preparaba así la Pascua Cristiana: Cristo, Cordero de Dios, es inmolado en la Cruz y comido en la Cena en la Pascua Judía, lo que es la Semana Santa. Trae así la salvación del mundo (su renovación cíclica), y este acto de redención se convierte en el centro de la liturgia cristiana y se torna en el dogma fundamental de la fe. Al igual que los corderos inmolados en sacrificio, a los cuales no se les debía quebrantar ningún hueso, sólo fue herido, y de la herida brotó sangre y agua, cumpliéndose así las escrituras y la palabra de YHVH, como relata el Bautista quien también dice "He aquí el Cordero de Dios, he aquí el que quita los pecados del mundo."   

Pero a diferencia del cordero hebreo el Cordero de Dios, sacrificado en la Pascua Cristiana, resucita de la muerte y trae consigo la salvación del mundo: Cristo es el maná: "... el pan de Dios que baja del cielo y da la vida al mundo"; es agua: "...quien tenga sed que venga a mí y beba"; es luz: "...yo soy la luz del mundo"; es vida, camino y verdad: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es por medio de Mí". Recordemos que un Cordero se asienta en el centro de la Jerusalén Celeste y que en el Apocalipsis a Cristo se le designa siempre como el Cordero que con su sangre cumple la función salvadora. La acción del Cordero es pues solar, y luminosa y es asimilado por Guénon al dios védico del fuego Agni.   

Pasión, muerte y resurrección son los estados sucesivos y a la vez simultáneos del camino iniciático. Con el sacrificio se re­crea el mundo, en virtud de que sacrificado y sacrificador se identifican entre sí y con el acto mismo del sacrificio. La sangre que surge del cuerpo sacrificado fecunda la tierra, que podríamos ver aquí como el corazón. Todos los mitos que hablan de un sacrificio en virtud del cual se re­crea el mundo, como el mito de Atis entre los latinos, el de Adonis entre los griegos, el de Tammuz en la tradición de Oriente Medio, llamado el "Universalmente grande" y muchos otros hacen surgir de la tierra fecundada por la sangre un dios de finita perfección que a su vez es sacrificado y retornado así a la unidad primordial. En los mitos este sacrificio toma forma de una castración de la parte viril de una diosa hermafrodita, como Cibeles en el mito de Atis que al ser castrada por Dionisios por orden del Olimpo emanó un chorro de sangre que fecundó la tierra de donde brotó una granada que al posarse sobre el regazo de Nana la fecundó, y de esta milagrosa concepción nació Atis, un ser de extraordinaria belleza que se castró en un ataque de locura provocado por Cibeles retornando así a la Unidad primordial de la cual había salido. La castración 

simboliza el dominio del mundo yetsirático por Atsiluth cuya sangre fecunda Asiyah para que renazca o se renueve cíclicamente lo manifestado. Pero todo ello no sería posible sin la "voluntad divina", designada en los mitos como "voluntad del mundo olímpico" y en la Biblia en el sentido de que Cristo vino a la tierra a cumplir la profecía, las Santas Escrituras, lo revelado por Dios, Su Ley. En el esoterismo hindú este hecho es relatado mediante el sacrificio de Purusha por los Devas que no son otra cosa que partes de él mismo. Es pues un auto­sacrificio; Cristo va voluntariamente a la pasión y muerte porque en él coinciden sacrificador y sacrificio pues es propio del Avatar descender al orden de lo manifestado, asumir la forma humana y mediante sacrificio restaurar el orden cíclico.   

La Pascua celebra pues el misterio de la Redención en sus dos aspectos, muerte y resurrección. La muerte pascual la vive cíclicamente todo iniciado y forma parte de la simultaneidad en que acontecen los diferentes estados del ser.   

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Algunas consideraciones que dependen de los "tres vértices del triángulo iniciático"
La fe, la esperanza y la caridad no son virtudes humanas. Son divinas, dones del Espíritu Santo, por eso son "teologales", o sea, que tienen que ver con el conocimiento de la Deidad, directo o indirecto.   

El orgullo, que por coagulante es individualizante, o viceversa, no puede acceder a ello, al referirse al cuadrado, o aún al cubo, pues éstos son limitativos respecto al círculo o a la esfera en lo tridimen sional, siendo que, en lo no extenso, el centro es al contrario lo que contiene todas las partes, o todas las extensiones de él mismo, que están incluidas en él y que no son, si se quiere, sino las prolongaciones de su reducción a una imagen por la mente refleja e individual.   

No obstante, esa realidad a escuadra es la afirmación de una realidad que siempre coincide con otra tan sólo simbólicamente en un punto, que no es ni una ni otra, y que por tanto es y no es un punto, o que cuando pertenece a la verticalidad efectiva es porque ha reducido a sí toda la extensión horizontal que procede de su reflejo dual.   

La libertad. Este es el estado natural (o primordial) humano.   

Todo lo que hace un pueblo tradicional es para ganar, conservar o mantener, su libertad, o sea, la libertad de los que (y de cada cual que) constituyen ese pueblo. Los que poseen mayor grado de libertad son los metafísicos, o sea, los realizados espiritualmente, por el conocimiento efectivo de la Identidad Principial y metafísica, o sea por el conocimiento de la Totalidad, o sea del Todo, de la Posibilidad Universal, o Infinito, lo No­finito. Lo que nunca pasará, ni cambiará de forma, porque no depende del tiempo y no posee forma, lo que no impide su revelación, ya que al contrario ésta es la que (o lo que) constituye el Mundo o Cosmos Arquetípico.   

En ese caso el No Ser es más que el ser. Todo es mejor en tanto que No Ser, es más perfecto. El Ser es una de sus posibilidades, o aspectos. Fundamental, pues es a través de El que se ordena, o es, el Cosmos. El que no es sólo el producto de una afirmación 'positiva' sino el de asimismo una posibilidad 'negativa'.   

El Ser, como Verbo, "que es Palabra en lo 'exterior' y Pensamiento en lo 'interior' " es formulación de sí mismo, o sea él mismo revelándose, es decir explicitándose y ocultándose, simultáneamente 'siendo' y 'no siendo', como el propio sol manifiesta, y también verdaderamente todos los planetas, o estrellas, luces directas del Logos. Cada una con cuatro planos de lectura, sin confusión.   

El símbolo de la cruz (vertical­horizontal) es entonces íntegramente universal, y el símbolo del mundo, no el de la primera forma, que es el ternario, (o aún el binario devuelto a la unidad, de la que no ha salido), o sea la 'Inteligencia' universal. La Inteligencia como principio, reconocida o no reconocida, señalada o no, en el testimonio secreto del espíritu, o del alma del iniciado.   

Por lo que el rito es una audición, y es por eso que es un rito, o un símbolo en acción. Una realidad sólo conocida por Aquél que la ha inventado. Por "el que se inventa a sí­mismo: Dios". 
 

 
 Material aparecido en el libro Símbolo, Rito, Iniciación, La Cosmogonía Masónica (Ed. Obelisco, Barcelona 1992), firmado por Siete Maestros Masones, todos ellos vinculados con SYMBOLOS
A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo

EL ARA Y SU SALUDO RITUAL

Como todos los hermanos sabemos, el Ara es el altar de nuestro taller que es también nuestro templo y por lo tanto una imagen del cosmos. En el centro de ese espacio, entre la puerta y el Oriente y las columnas del Norte y del Sur se encuentra nuestro altar iluminado por las luces de la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza. Esta piedra o ara, por marcar el centro, señala también el eje del taller, es decir, la posibilidad de comunicación alto-bajo, ascendente-descendente, entre la tierra y el cielo que en forma simbólica está representado en el techo. Y es a través del rito de nuestros estudios y trabajos, de nuestras ceremonias y gestos invariables que esta comunicación se reactiva y se hace en nosotros, los que nos ponemos entonces en condición de poder recibir los efluvios de lo alto, las inspiraciones emanadas del Gran Arquitecto del Universo, las que constituyen todo Conocimiento y Sabiduría. Es pues el Ara el punto más importante del templo, a partir del cual, se organiza toda la Logia y los trabajos que en ella se realizan. Es el símbolo de lo invisible por excelencia, que él expresa formal y sensiblemente, y a él mira simultáneamente toda la Logia, tanto el Oriente como los otros puntos cardinales. La escuadra y el compás se hallan sobre él simbolizando la unión entre la tierra (la escuadra, el cuadrángulo) y el cielo (el compás, el círculo) ya que él manifiesta el "axis" en el que se conjugan las polaridades. 
Ya sabemos que nuestra Logia, al simbolizar el cosmos, simboliza tanto el macro como el microcosmos puesto que éste es una miniatura de aquél, por lo que el taller es también una imagen de nuestro templo interno y el ara, por ser su punto central, corresponde en el ser humano a su corazón, lugar donde se recibe la palabra y la sabiduría divina -testificadas por el Libro Sagrado que reposa en nuestro altar- lugar de transformaciones y de realización. Hacia esta transmutación están orientados nuestros esfuerzos; lo que es lo mismo que pulir la piedra en bruto, o ir ascendiendo escalonadamente los estadios sucesivos del Conocimiento, que se corresponde con los grados de nuestra Orden. Esta posibilidad de ascenso y superación está siempre presente en el pecho de cada aprendiz, compañero o maestro, que en virtud de haber recibido la iniciación se halla especialmente cualificado para efectivizar estos símbolos, para hacerlos una realidad interna que vaya actuando en nosotros al ser evocados por la meditación, el estudio y la reiteración ritual. 

Queremos recordar también para finalizar, que el Ara es el lugar en el que efectuamos nuestros juramentos, como manifestación visible de una energía invisible y trascendente. Sobre ella, como imagen del centro espiritual, y en lo hondo de nuestro corazón, es que hemos aceptado nuestros compromisos internos y hemos prometido cumplirlos, llevarlos a cabo. Esto podría parecer ridículo a aquél que ignorase todo sobre el simbolismo o no hubiera podido salir verdaderamente del mundo profano. Pero no lo es para los masones, los que al comprender el símbolo y el rito en el interior de su corazón, los efectivizan, al vivenciarlos. Por ese motivo es que son tan importantes los gestos rituales, ya que por medio de ellos se renuevan las posibilidades que contienen, pues expresan con exactitud una cosmogonía en movimiento, un cosmodrama, aunque se ignore esta circunstancia. Sin embargo, es obvio comprender que cada vez que pasamos junto al Ara y lo saludamos, no sólo estamos dando una muestra de respeto al símbolo en cuestión y a todo aquello que llevamos dicho acerca de lo que él representa, sino que además renovamos ritualmente nuestros compromisos y promesas masónicas, volviendo a religarnos con ellas precisamente en el lugar de la recepción de las emanaciones del Gran Arquitecto del Universo, lo cual constituye un perenne recordatorio de nuestra auténtica calidad masónica. 

Y nos preguntamos, ya para finalizar, ¿acaso no es a esa identificación a la que conduce el caminar "por las vías que nos han sido trazadas" a las que alude el ritual de apertura? ¿Y no son en el fondo esas "vías trazadas" la propia herencia tradicional cuyo origen está en aquel gesto primigenio, y a la que tenemos que actualizar transmitiéndola en el ciclo histórico que nos toca vivir? 
  
  



DOS TEMAS MASÓNICOS

"Con alegría" 
Queridos hermanos, deseamos recalcar las palabras que se repiten al final de nuestras tenidas para tratar de evitar cualquier riesgo de equivocación sobre alguna de las características de los verdaderos masones, en lo que toca a nuestra Orden. Por lo que creo debemos comenzar recordando que la Logia es una imagen del cosmos, y los ritos y gestos que allí se efectúan son una recreación perfectamente ordenada de la cosmogonía, tal cual se presenta al ser humano inteligente. Sin embargo, todo masón operativo sabe que a su vez, el orden cosmogónico es una imagen de lo metafísico -y de allí lo del secreto masónico-, a lo que se ha de aspirar en cuerpo, alma y espíritu; por eso, la necesidad y el sentido de distintos grados de realización y conocimiento entre los Hijos de la Viuda. Se debe comprender entonces que esta aspiración hacia lo más alto -aéreo e inaprensible- es opuesta a la pretensión hacia lo bajo- terrícola y fosilizado, y por lo tanto constituye algo más parecido a una disolución que a una coagulación. 

En verdad todo este mundo que nos ha tocado vivir existe para dejarlo, porque es una imagen ilusoria de la realidad, lo que se advierte en el ascenso por los grados, o mundos, que estos simbolizan, donde las cosas son cada vez más ciertas cuanto más extrañas se nos presentan. Pero para llegar a ello hay que arribar primero a ser Maestro u Hombre Verdadero, y recomenzar posteriormente la ascensión por los grados simbólicos, íntimamente relacionados con lo supracósmico, tomando como punto de partida el cosmos, o logos, del cual deriva el nombre de nuestro taller. Lo que es perfectamente lógico en cuanto se piensa que los símbolos, los ritos y los mitos existen como mensajeros de otras realidades, y nunca para aferramos, con tanta obstinación como mediocridad, a ellos. 

Algunos hermanos aún no pueden comprender estos conceptos -y otros, acaso, no los comprendan nunca-, pero deben enterarse de asuntos siempre presentes desde la época operativa en la Masonería, donde los ritos simbólicos e iniciáticos no podrían jamás resolverse en el simple hecho de construir edificios, aunque estos fueran bellísimos templos. 

Es lamentable, pero hay personas que ven en la solemnidad un valor en sí mismo, o algo que deben repetir como si fuera el auténtico rito, y en ese sentido son los análogos -inversos- de los que no advierten que todo acto es solemne per se y entonces se dedican a correrías y pillaje. Entre el tonto solemne y el pícaro sinvergüenza no hay una gran distancia desde un punto de vista un poco más elevado; y ambos conforman la ignorancia del medio con la que no pueden sino autoidentificarse. Es más, el tonto solemne y el pícaro sinvergüenza pueden ser una misma persona. Pero no nos interesa en este momento ningún pillo, que son pocos en las logias y que casi inmediatamente son desenmascarados por sus hermanos, y sí nos preocupa que el ritual, que es uno solo con la Logia, pueda ser transpuesto por nosotros fuera con una impostación cuasi religiosa y literal, totalmente enemiga del auténtico Conocimiento, del Símbolo, que es verdaderamente el trabajo al que ha de dedicarse cualquier masón. Lo cual, por su literalidad, pueda también dañar a la propia Orden en el mundo profano con autotítulo de vocero "oficial". La dignidad es propia de todo masón en cuanto es propia de cualquier Iniciado u Hombre Verdadero; no se necesita por lo tanto impostar la voz, ni tratar de "superar" ningún gesto, ya de por sí solemne. Tampoco se ha de caer en el ridículo de pretender sobrepasar a sus hermanos en sabiduría, o de ser tan infantil como para creer que se ha "progresado" en detrimento de otros, lo que indicaría una absoluta falta de seriedad. Con el maestrazgo se acabó la juventud aunque se esté en los 20 años, porque recién allí se comenzará a emprender el camino hacia lo supracósmico. Quedarse por lo tanto en conceptos literales y actitudes solemnes es a veces un daño irreparable para cada quien por sí mismo, como para todos aquellos que comparten nuestros trabajos y que han ido a la Orden buscando lo que ella es, y no a grandes "sabios" tan engolados como superficiales. Cuando en la masonería operativa los obreros terminaban sus trabajos y los gestos necesarios a su labor, colgaban en el taller su mandil y desde luego no repetían esos gestos en su casa ni con sus amigos en la sala húmeda; donde todos eran hombres libres; tampoco los domingos, o en las innumerables fiestas calendáricas, o en la calle, donde no corresponden esas ropas y actitudes, puesto que el rito de la cotidianidad es perfectamente suficiente y andan sobrando posturas de este tipo. 

Por eso al terminar nuestros trabajos repetimos en respuesta a una pregunta la frase "con alegría", la que nunca debería olvidar un auténtico masón. 

Así, pues, deberíamos prevenirnos y ponernos a cubierto de lo formal -que, sin embargo, es lo que nos ha dado nada menos que la forma- confundiéndolo, o peor aún imaginándolo superior a lo a-formal que es el fin de la aspiración y la esperanza. ¡Con alegría! 


Biblia, c. 1250
Cadena de unión

Como todos conocéis, al final de nuestras tenidas finalizamos el rito con la llamada Cadena de Unión. Esta cadena que nos une a todos, desde el Venerable a los nuevos aprendices tiene, entre otros, dos significados que desearíamos destacar en este momento. 

En primer lugar, es una imagen en el plano de la cadena vertical que entronca con los orígenes de nuestra Orden y asegura una transmisión regular, a través de los iniciados de todos los tiempos, con el Gran Arquitecto Universal. Esto se produce por medio de nuestros símbolos, ritos y mitos que no son sino manifestaciones prototípicas de arquetipos permanentes que, hoy como ayer, están presentes en el plan y la estructura cósmica. 

En segundo término, y como su nombre lo indica, significa la unión efectiva y real de los integrantes de la Logia en una nueva entidad que rechaza las individualidades para integrarlas en un organismo unitario de energía y alcance mayor por sus propias características transpersonales, conformando así un colectivo cuya fuerza es más grande que la suma de los elementos individuales, como bien lo sabéis por propia experiencia, pues ya habéis participado en su composición. Haciendo la salvedad que esta cadena fraterna no sólo se refiere a nuestra Logia, o a nuestras obligaciones con toda la hermandad masónica, 

sino a la humanidad en general, y en particular a la totalidad de los iniciados que hubieran conocido el camino del conocimiento por otras vías diferentes a la nuestra. 

Debemos recordar sin embargo que cuando comienza a formarse, esta cadena está incompleta y hay un vacío en ella, un eslabón que aún no ha sido cerrado, por lo que el Venerable Maestro pregunta: "queridos hermanos, Maestro de Ceremonias ¿Por qué está rota la cadena?" 

Y el Maestro de Ceremonias responde: 

"Por nuestras imperfecciones Venerable Maestro". 

Entonces el Venerable Maestro vuelve a preguntar: "¿Cómo podemos cerrarla?" 

Y el Maestro de Ceremonias contesta: 

"Con las palabras sagradas de Sabiduría, Fuerza y Belleza. Uno para todos y todos para uno, repetidas tres veces". 

"Cerradla, querido hermano", ordena el Venerable, y mientras el Maestro de Ceremonias lo realiza los integrantes de la Logia pronuncian tres veces las palabras sagradas, sus brazos derechos sobre los izquierdos y engarzando los dedos con los de los lados, constituyendo un círculo mágico perfecto de concentración de vibraciones, un dínamo generador, no únicamente capaz de transmitir su fuerza a cada uno de los integrantes, sino la de emanar a otros espacios visibles e invisibles; una forma activa de la invocación y también un encantamiento de protección para todos aquellos que tienen la gracia de participar en los misterios del Arte Sagrado, los llamados guardianes del Templo de la sabiduría salomónica, imagen de todos los templos, los que como parte de sus funciones deben saber estrechar sus filas y trabajar de modo armónico, tendiente a la perfección.

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